¡Buen día!
La clase de hoy comenzó con comentarios de Cecilia sobre el trabajo práctico que realizaron en base al texto “Tema para un tapiz” de Julio Cortázar, con el que habíamos trabajado hacía una semana.
También, para amenizar lo incipiente de la mañana y su frío acompañante, Ale compartió como regalo textual un relato de “El libro del fantasma” de su tocayo y querido Alejando Dolina.
A continuación, trabajamos entre todos en una actividad que nos ocupó la jornada entera: después de plantear algunas cuestiones teóricas sobre el modelo de producción que John Hayes y Linda Flowers proponen para llevar adelante el proceso de redacción, iniciamos, colectivamente, la planificación de un texto que tendrán que escribir de modo individual para la semana próxima.
Para ello, Cecilia diagramó un esquema en el pizarrón en donde dio cuenta del citado modelo y los elementos que lo conforman. En primer lugar podemos mencionar a las tareas propias del acto de redactar, que son: planificar, generar y organizar ideas y fijar metas; trasladar o traducir lo planificado a un texto lineal y por último llevar a cabo el subproceso que consiste en releer para editar y/o corregir. Existe también la figura del “monitor”, que es la que vincula los tres subprocesos a fin de poder ir chequeando lo que el escritor va construyendo. Es importante aclarar que estos subprocesos no son sucesivos sino que acontecen muchas veces de manera simultánea o recursiva.
Además de este núcleo duro que conforma el proceso complejo de la redacción, hay que mencionar dos elementos más que son: el entorno de la tarea, formado por la situación general para la que se va a escribir (incluye información que condicionará el proceso, medio en que se va a publicar y audiencia a la que nos dirigimos) y la memoria a largo plazo del escritor, que consiste en un reservorio de información acumulada por el escritor y que utilizará en su proceso, como así también cuestiones propias de la lengua materna, conocimiento de temas o de tipos de textos existentes, etc.
Para entender mejor cómo funciona el subproceso de planificación realizamos un ejercicio en clase. Primero pensamos en una situación de comunicación: planteamos un tema -el ingreso a la facultad de Ciencia Política y RRII-, decidimos a quién estaría destinado el texto final -alumnos de quinto año de escuela secundaria- y definimos que el medio de publicación sería un volante o folleto.
Acto seguido, para planificar el contenido textual, comenzamos por armar una lista a partir de la técnica de lluvia de ideas. Entre todos pensamos en qué cuestiones se relacionan con el tema “ingreso a la universidad” y las fuimos anotando en el pizarrón, sin filtros previos, asociando libremente. Luego intentamos organizar estas ideas, descubrir relaciones entre ellas, y fue allí donde pasamos al segundo paso en el que construimos un racimo asociativo del que se desprendieron diferentes ramas temáticas. También pensamos para cada rama un nombre que permita englobar las diferentes ideas y así lograr mayor claridad sobre las áreas temáticas que se habían generado. Por último, elegimos tres de esas ramas para terminar de planificar el texto. Ellas fueron: “Dudas” (sobre los paros docentes, las entregas de trabajos prácticos, el modo de evaluación, etc), “Organización de la vida en la universidad” y la “primera impresión” de los estudiantes ingresantes.
Para finalizar la actividad colectiva les pedimos que se organizaran en sub-grupos y eligieran una de las ramas para así crear el mapa de ideas final, a partir del cual deberán realizar el trabajo práctico nº3, que consiste en convertir la planificación y el mapa en un texto, que debe tener un título y una extensión de entre quince y veinte líneas. No se olviden de aclarar el medio de publicación y la audiencia.
Como material de estudio y fuente de información cuentan con el texto base Nº4, “Un modelo teórico para entender el mundo del escritor” y el texto base Nº5, “Importancia de la etapa de planificación de la escritura”.
¡Cualquier consulta pueden hacerla por este medio!
¡Tengan una buena semana!
Daniela.