Algo de lo que vos sabés hacer: "El arte de regatear u obtener descuentos en tus compras"

mercado%20persa.jpg
Por Francisco A.
Mis amigos dicen que soy bueno en el arte de regatear y es cierto lo hago muy bien. El regateo tiene, como toda negociación, esa “cosa” de seducción, de juego, de ver quién gana. Bueno a continuación, vamos a ver reglas, opciones y opiniones que te ayudarán a transformarte en un experto en el tema.


Sea cual sea el negocio a donde vayas a comprar ropa, recuerda que nunca debes horrorizarte ante los precios altos. Por ejemplo, (Este es un caso real ¡Me paso a mí!) un día fue a ver jeans a un local multimarcas y me enseñaron un jean “Levis”. Me lo probé y le dije a la empleada: “Muy lindo ¿Cuánto vale?””$520”, respondió. Horrorizado por el precio (¡Una locura!), dije: “Ah, esta bien. Voy a seguir viendo, ¡¿eh?! ¡Gracias!”.
Regla numero 1: Tú lo puedes comprar todo o…por lo menos tienes que aparentarlo.
Aún así, los mejores regateos nunca los harás en las grandes tiendas (Falabella, C&A) o en los locales de las grandes marcas (véase Puma, Bensimon, Cardon) sino en los locales chicos o en las tiendas multimarcas.
Regla numero 2: Ve a locales chicos y obtendrás mayores resultados.
Nota: Se obtiene mayor rédito cuando nos enfrentamos con empleados “con ánimo de lucro”, con aquellos que quieren vender si o si.
Siguiendo con el ejemplo anterior, vamos a suponer que vos tendrías los $ 520 para pagar el jean Levis pero te da “cosa” gastarlo (Algo lógico y comprensible). Es ahora cuando pondrás en práctica el arte de regatear.
A continuación contemplaremos tres posibles opciones, que pueden ser totalmente piloteadas con el juego del regateo.
Opción 1
Luego que te hayan dicho el precio sonreirás de manera cómplice con el/la empleado/a (si es de tu sexo opuesto, mejor) y le dirás. “¡Ay! (un Ay con dolor) ¿no me lo podrías dejar mas bajo?…porque no llego” A lo que el alocutor contestará: “Y, mire, es el precio de lista…” Vos insistís con la mirada “Pero a ver…espéreme un cachito” Si te contesta así ¡Bingo!, el jean es tuyo con un 10% o 15% de descuento.
Opción 2
Ahora bien, si en cambio te dicen (a tu pedido de rebaja): “Y este es el precio con descuento. Imposible que te lo baje” Vos contestarás indignado: “¿Pero cómo? Si yo anteayer pasé y lo vi en la vidriera y estaba a $510, ¿Cómo puede ser que ese sea el precio con descuento?”. El empleado te mirará con desconcierto y buscará el precio en la lista de precios. Tardará su buen tiempo y luego dirá con cierto enfado: “Sí tenes razón, hubo un error…Discúlpame”, concluirá mientras ve la lista. A lo que vos dirás con sarcasmo: “Me parecía…pero no hay problema”.
Opción 3:
Esta opción en el obtener descuentos es factible cuando tenes ya años en el mundo de las compras en un determinado negocio. Muy común entre las mujeres de 50, 60 u 80 años.
A la hora de pagar, ellas empiezan a “llorar la carta”, a “echarle en cara” su antigüedad como clientes:
– Un descuentito no me haces…si soy cliente de toda una vida. Venía con mis chicos a comprarte cuando tenía la menor 5 años y ahora es madre, tiene 45. Fíjate si podes…yo te espero.
En este caso, el “yo te espero” es la clave, es la intimación en su máxima expresión. Este modo además es genial si tenes, como decíamos antes 40, 60 u 80, y además si tu semblante es autoritario, si eres una “mujer de hierro”.
Cuando comencé a consultar a amigos acerca de que manera ellos obtendrían descuentos en sus compras obtuve, realmente, respuestas desconcertantes. Una amiga me dijo:”Yo le diría al dueño que ese producto tiene mucha demanda y que qué tal si no piensa en hacerle un descuento…o sino le compró un par de esos mismos productos y le digo que si me hace un descuento “. Respuesta algo técnica y económica…pero bueno otra manera de obtener descuentos…
Veamos ahora la respuesta que obtuve de un amigo. Respuesta genial que representa el ser argentino en su máxima expresión. Dice así:
“Entrás y le decís a la empleada: “Hola, ¿Como estas?….estoy buscando remeras….” Luego mientras te probas le consultas: “Decime cómo me queda” y luego seguís que esto, que lo otro, “A vos te quedaría bien esto, seguro que te ves re linda…te diría de ir a tomar algo pero…”, “Che y decime qué tal el laburo acá…” (Y según eso) “Ah seguro que acá hacen la típica que te suben una bocha los precios por las dudas que quieras regatear”. Si dice que si la tenes adentro, si dice que no, fácil, le pedís descuento de contado”.
Prueba estas reglas, opiniones en tu vida de compras. Descubre, juega y diviértete mucho con este arte…el arte de regatear.
Agradecimientos:
A mis grandes amigos Maite Altolaguirre y Guido Foussats por sus colaboraciones.