por Emilia Sacchini
INTRODUCCIÓN: UN PEQUEÑO ESCRITO AUTORREFERENCIAL
En esta ocasión, me pidieron que escriba sobre algo que yo sé hacer: instrucciones para compartir con los demás mis conocimientos. Y bien, comencé entonces a reflexionar sobre lo que soy capaz y hábil de hacer. Como mis pensamientos no se ordenaban, me dispuse a confeccionar una lista con todas mis habilidades. Me sorprendí, gratamente, al descubrir que este inventario era muy extenso y constaba de numerosas tareas de las que podría dar cátedra prodigiosamente. Luego, para poder reducir esta prolongada lista a pocos caracteres decidí quitar de ella todas aquellas tareas que fueran capaces de hacer el 90 por ciento de la población, como por ejemplo: encender la radio, preparar un té, abrir un sobre, juntar una moneda del suelo, lavar los platos, etc. Y es así que mi amplio catálogo de tareas quedó en cero. Nada. Descubrí que no sabía hacer nada, y mucho menos algo útil e interesante.
Para no deprimirme, y sobre todo, para poder comenzar con este trabajo, empecé a preguntarle a mis allegados y afines en qué actividad me veían capaz e idónea. Lejos de elevar mi autoestima y mucho más todavía, de conseguir tema para mis instrucciones, terminé mi encuesta descubriendo que no sirvo para nada. Nada.
Ya destruidas mis esperanzas, me dispuse a hacer lo único que podía, en un momento de profunda depresión, comer chocolate y mandarle un mensaje de texto a mis amigas contándoles lo mal que estaba con la situación. Al tomar el celular, mi mamá corrió hacia mí, al grito triunfal: ¡Eso!
Y si, mi mamá se había dado cuenta de que hay algo que sabía hacer. Siempre fui yo la que tuve que enseñarle a mi familia cómo enviar mensajes de texto. Mi mamá, mi papá, mis tíos, y hasta alguna que otra amiga, han aprendido de mí el excepcional arte del SMS . No sin lágrimas en los ojos, comencé este escrito.
Quizás allí afuera hay miles de personas que todavía no se han instruido de esta difícil tarea, llorando cada vez que ven las continuas publicidades de celulares que promocionan los beneficios de los mensajes de texto. Miles de personas esperando un alma caritativa que les enseñe, que los inserte en esta cruel sociedad que los discrimina por no dominar esta actividad. Tarea en la que las fuerzas divinas me han iluminado para que aprender, para enseñar, para llevar felicidad al mundo.
INSTRUCCIONES PARA ESCRIBIR Y ENVIAR UN MENSAJE DE TEXTO
1. Crear un mensaje
Las maneras de crear el anhelado mensaje son muchas, ya que varían según cada modelo y marca de celular, pero hay patrones que no cambian.
El primer paso es dirigirse a Menú (dónde casi siempre se puede ir desde la pantalla inicial), luego a Mensajes. Una vez ubicados en el menú de mensajes varían, aquí también, las formas de acceder según el celular: Escribir mensaje/ Mensaje nuevo/ Ingresar mensaje/Crear mensaje.
2. Escritura del mensaje
Lo primero que debe saber, es que hay dos formas de escribir un mensaje de texto, a las que llamaremos, para no complicar nuestra existencia con terminologías tecnológicas, “letra por letra” y “diccionario”. La primera, es la que en todos los celulares viene configurada. La segunda varía enormemente según los modelos, así que, para comodidad del usuario que recién se está insertando en el mundo de la telefonía celular, enseñaré sólo la primera.
Primero, mire el teclado. ¿Lo miró? Habrá notado que a cada número le corresponde una serie de letras. Al 2, abc; al 3 def; al 4 ghi; al 5 jkl, al 6 mno; al 7 pqrs; al 8 tuv; al 9, wxyz.
Ahora bien, pongamos como ejemplo que usted quiera escribir la palabra: hola.
Visualice la letra H ¿Listo? Como seguramente habrá descubierto, está ubicada en el número 4. Lo que sigue es muy fácil, en la serie “ghi” la h ocupa el segundo lugar, si usted marca dos veces el 4, se escribirá la letra h. Para comprobar que mi teoría es cierta, realíce la siguiente prueba: Marque una vez el cuatro y verá que aparece la letra g (primera en la serie). Luego marque otra vez el mismo número, aparecerá la letra h y si lo hace otra vez, la letra i. Para volver a la letra deseada siga oprimiendo la misma tecla hasta que la h se presente.
Para seguir con el resto de la palabra repita el procedimiento con las demás letras.
Con el tiempo usted irá adquiriendo práctica y dominará a la perfección la escritura del mensaje. (Véase también Abreviaturas Capítulo 4)
3. Envío del mensaje
Una vez escrito el mensaje debemos enviarlo porque sino, habrá sido en vano todo el esfuerzo y dedicación que le brindamos a esta tarea y además se frustraría la esencia comunicativa del mensaje de texto.
Debo decir, aún con el riego de sonar repetitiva, que en el método de enviar los mensajes tampoco las compañías de celular se han puesto de acuerdo en una única forma de hacerlo. Afortunadamente sólo se han encontrado dos maneras. Siga los siguientes pasos y conseguirá el éxito inmediato.
1) * Si observa que en la pantalla hay un ícono que dice Enviar, sonría, porque usted no tendrá problemas en aprender como mandar mensajes. Seleccione Enviar
* Si en su pantalla no aparece esta palabra no se desanime, seguramente usted verá que dice Opciones o Menú, seleccione la correspondiente.
Luego, elija la opción Enviar
2) Lo siguiente es escribir el número de celular al que mandaremos el mensaje o elegirlo de la lista de contactos que almacenó en su teléfono.
3) Si ya escribió el número o seleccionó el destinatario, deberá revisar si es el correcto.
En la pantalla se podrá ver alguna de estas palabras: OK – SI – ENVIAR
Oprima la correspondiente para confirmar que desea mandar el mensaje.
4) Después de unos segundos aparecerán las palabras:
MENSAJE ENVIADO – LISTO- ENVIADO
Contenga las lágrimas, ya sé que es difícil. Imagino la felicidad y emoción que está experimentando, pero todavía no hemos terminado. Sí señora, sí señor, prepárese porque todavía no hemos tocado el cielo con las manos.
4. Abreviaturas
Como ocurría antiguamente con el telegrama, en el mensaje de texto también se debe escribir con la menor cantidad de caracteres. Es por eso, que se intenta abreviar la mayor cantidad de palabras posibles. He aquí una lista con las abreviaturas de uso más común:
Ola: Hola
Salu2: Saludos
Bss: Besos
Q: Qué
C: se
D: de
T: te
P: pe
K: ca
M: me
X: por
S: es
b/v: be/ve
Cdo: Cuándo
Dde: Dónde
Cmo: Cómo
Xq: Por qué
P/q: Para qué
P/: Para
C/: cada – con (depende el contexto)
S/: Sin
Tb: También
Tp: Tampoco
Ksa: casa
Chiks: Chicas
Nc: No sé
Dp: Después
Msj: Mensaje
Cualq: Cualquier/a
Nos: Nosotros/as
Rta: Respuesta
+: más
=: igual
=mente: Igualmente
5. El mensaje de texto y las obligaciones
Durante toda esta guía no he hecho otra cosa que exaltar continuamente las bondades y beneficios del mensaje de texto, sin embargo no en todos los casos es recomendable esta vía de comunicación. Para que esta advertencia no parezca un doble discurso de parte mía, explicaré las razones que me empujan a realizarla.
Como ya sabemos el mensaje de texto es la forma más barata y sencilla de comunicarnos, pero muchas veces las antenas de la empresa ceden ante excesivo uso de sus usuarios y el sistema simplemente cae. Cuando este hecho sucede nosotros podemos enviar un mensaje y quedarnos tranquilos porque nos han confirmado su llegada a destino, pero, para nuestra desgracia, éste no llega o lo hace demasiado tarde.
Es por eso, que cuando se trata de obligaciones, llámese trabajo, estudio o citas varias, es sumamente recomendable que se contacte directamente con la persona por teléfono para asegurar la comunicación.
De esta manera, estará evitando despidos injustos, parciales reprobados, parejas disgustadas, amigos enfurecidos y pacientes que no acuden a sus citas.
6. El mensaje de texto, el horóscopo, el tiempo y los concursos
¿Quién no conoce a alguien que mandó una carta a Susana?…Hola Susana!
¿Quién no conoce a alguien que llamó a un 0-600?… 3$ + IVA
¿Quién no conoce a alguien que lo primero que hace cuando lee el diario es fijarse en su horóscopo?… Libra: Encontrará al amor de su vida
¿Quién no conoce a alguien que no sale a la calle sin ver el pronóstico del tiempo? Día Soleado… en Marte porque lo que es en Rosario no para de llover
La magia de la tecnología pudo lo que ningún ser humano pudo nunca: unir estas maravillosas tareas en una sola: mandar un SMS.
Hoy por hoy, si usted quiere entrar en un concurso, si quiere saber su horóscopo o el pronóstico, bastará con enviar un mensaje al número indicado (por ejemplo: *6666) con la palabra correcta (por ejemplo Horos) y el mundo estará a sus pies.
A estos servicios se han agregado: Noticias por mensaje, aviso de los goles de tu equipo de fútbol, citas a ciegas, chistes cortos para divertir a tus amigos, bajar música, consejos de toda índole, guía de páginas amarillas y hasta las ultimas novedades de tu novela de la tarde favorita.
El servicio más requerido, según las encuestas, es el de votar por mensaje de texto. No se ilusione señor/a, estas elecciones va a tener que ir al cuarto oscuro, no estoy hablando del voto al poder ejecutivo, sino, de elegir desde tu casa quien se queda o quien se va de la casa de Gran Hermano, de Bailando por un sueño y del Circo de Susana.
7. Mensajes de texto y relaciones amorosas.
Con mi basta experiencia en el tema, el de los mensajes de texto, no el de las relaciones amorosas, y mi investigación de mercado he podido redactar las siguientes recomendaciones:
1) Absténgase de abreviaturas en declaraciones amorosas y pedidos de perdón, hacen se pierda por completo el sentido cariñoso de la situación.
2) Nunca, por nada del mundo, termine sus relaciones por mensaje de texto. Es una falta de respeto única que nunca se perdona, además de una muestra insuperable de cobardía.
3) Si mantiene relaciones paralelas a la de su pareja formal, asegúrese de eliminar todos los mensajes. Es muy importante esta tarea, ya que seguramente, cuando usted deja su celular descuidado, su pareja los lee absolutamente todos. Intente también, no enviar mensajes a su amante , ya que el subconsciente puede jugar una mala pasada y terminar mandando: “Mi amor, nos vemos hoy que mi esposo/a no está” a su pareja.
4) Recuérdele a su amor cuanto la quiere, mande flores , envíe caricias y abrazos, pero tampoco lo sature. El mínimo de mensajes de texto que debe mandar sin razón aparente es 2 y el máximo 5, si supera esta cifra, su pareja seguramente no los contestará y hasta en algunos casos puede apagar su celular.
Hay un último consejo que quiero darles, pero les aseguro que no es nada sencillo de llevar a cabo. En la actualidad muy poca gente lo practica, escasos son los valientes que se atreven a semejante audacia Quiero aclarar que aunque sea riesgoso debe ser una de las experiencias más sorprendentes y espectaculares que existen. También quiero advertir, que este método nunca arroja resultados similares, pero simplemente vale la pena probarlo.
Es la hora del almuerzo en su trabajo, usted habitualmente va a comer con sus compañeros y regresa. Pues ahora que sabe mandar mensajes texto, a esta tarea, le agregó la de enviar uno a su hijo cuando llega a su casa, con el transporte escolar: “Cómo estás? Te fue bien en el cole?” Ahora bien, no lo haga, salga del trabajo, no vaya a almorzar y diríjase directamente a la escuela, pase a buscar a su hijo y llévelo usted a su casa. Luego, vuelva al trabajo y coma algo liviano allí. Además de una espectacular dieta, usted conseguirá que su hijo esté feliz.
Y usted, si usted, que va a enviarle un mensajito a su amigo que no ve hace unas semanas para saber como está. No… no lo haga. Allí está el colectivo, vaya, tómelo, lo deja a cuatro cuadras. Bien, ahora baje y compre unas ricas medialunas. Reemplace el: “Q tal? Tdo ok? Cmo rdist el parcial? Salu2” por un buen abrazo y unos mates con su amigo.
Y usted, ahí sentado. ¿Qué le escribe a su novia? Vaya, reemplace la flor del mensaje por una verdad y seguramente que los bss que está escribiendo se van a convertir el los más lindos y cálidos que recibió en su vida y ambos descubrirán qué bello es el amor.
Y si algún lector quiere agradecer mi lección, no me llame, no me mande ningún mensaje de texto, tampoco un mail. Sólo venga, búsqueme, toque a mi puerta. No es necesario decir nada, sólo con una sonrisa sabré que no fue en vano lo que escribí.