Trabajo Práctico N°20… y último…

Esta consigna es una adaptación del Trabajo Práctico “Más racismo
Consignas:

1. Leer el artículo “Demasiado Rubio para un apellido árabe”.
2. Fijar una posición a favor o en contra, con respecto a la problemática planteada.
3.Construir al menos tres argumentos que sostengan la posición que adoptaste.
4.Planificar un texto argumentativo de carácter secuencial, teniendo en cuenta que la noticia debe servir como punto de partida y que estará publicada en la misma página que la argumentación que estás planificando.
5. Escribir el texto argumentativo. Extensión mínima: 20 líneas.
6. Titular.

Fecha de entrega: Martes 19/11 por correo electrónico a la dirección de la profesora.

DEMASIADO RUBIO PARA UN APELLIDO ÁRABE
La Corte de Apelaciones de la ciudad francesa de Belfort determinó que un niño no puede llevar el apellido de su padre, de origen argelino, porque es demasiado rubio y con la piel clara. El niño, conocido por la inicial V., “tiene la piel demasiado clara, los cabellos rubios y los ojos azules, como la madre, y sería para él un shock llevar un apellido argelino”, determinó el tribunal.
La sentencia parece hija de un nuevo tipo de racismo, con el cual la Corte inventó el criterio de la adecuación física de un niño a su apellido, y sobre todo provocó estremecimientos al revivir viejos y malos recuerdos.
El padre se llama Abdelnacer Ahmed Fouatih, trabaja en Belfort y pasa con su hijo, dos fines de semana por mes.
El niño lleva el apellido de la madre, que lo reconoció al nacer, pero en 1998 el hombre se dirigió a la Justicia para poder darle el suyo, como lo prevé el Código Civil. Ese año, en Belfort, se presentaron más de 8.000 demandas similares. Sucede a menudo que parejas no casadas desean cambiar el apellido, si es extranjero, para no crear problemas futuros al niño.
La jurisprudencia, por su parte, es favorable a los padres naturales que quieren dar su apellido a los hijos, porque así “ se da apariencia de hijo legítimo, siempre preferible para el niño”.
En este caso, en cambio, la Corte le hizo caso a la rubia y etérea madre, con un estridente aire de racismo.
“Reemplazar el apellido de la madre por el del padre – sentenciaron los tres jueces – sería perjudicial para el niño, en la medida en que no tiene las características físicas de tipo mediterráneo”.

La Capital, sábado 7 de julio de 2001, pág. 25.