Por Julián Favre
Pasada la lluvia, nos encontramos en la penúltima clase del año para abordar dos temas centrales: la crónica periodística y la argumentación.
Partiendo de las funciones del género narrativo, que relata los hechos transcurridos en un período de tiempo determinado, pensamos la crónica como aquella pieza que articula dichos procedimientos narrativos con las técnicas propias del periodismo, logrando que las investigaciones perduren en el tiempo.
Para ello, nos resultó importante recordar a Tomás Eloy Martínez, el gran escritor argentino que supo desarrollar la crónica periodística de manera excepcional en sus obras. Señalamos dos trabajos en particular: el prólogo de su libro Ficciones verdaderas y una nota central para pensar las narrativas periodísticas: “El periodismo vuelve a contar historias”. También nos remontamos a los orígenes del género, que podríamos atribuir a las llamadas crónicas de Indias escritas por los colonizadores luego de la conquista de América. Pero principalmente nos detuvimos en el estilo periodístico logrado por Truman Capote en Estados Unidos o el propio Rodolfo Walsh en Argentina, que reconstruyen episodios relevantes utilizando los recursos de la literatura, adentrándose en los personajes y poniéndole rostro humano a hechos que suelen ser tratados rápidamente en las noticias.
Luego, analizamos una crónica publicada en el Diario La Capital, que presenta una estructura particular y muy bien lograda, además de atrapar al lector desde la primera línea. Y esos detalles también nos llevaron a leer algunas entradas en crónicas y a reflexionar acerca de su importancia.
En la segunda parte de la clase pasamos al género argumentativo, aquél tipo de texto que intenta convencer acerca de la verdad, de la conveniencia o del punto de vista. Para ello hablamos de la retórica; pasamos por Sócrates, Platón y Aristóteles, y concluimos que el lenguaje no es el reflejo de la realidad, por eso existen infinitas opciones sobre las que podemos discutir.
Continuando con la argumentación vimos los dos tipos de esquemas, las dos superestructuras posibles: por un lado, la secuencial, que utiliza sólo los argumentos a favor; y por otro, la dialéctica, que refuta el punto de vista opuesto. Y finalmente repasamos los distintos tipos de argumentos que podemos utilizar: las cifras, las citas de autoridad, la analogía, el ejemplo, la comparación y las pequeñas historias de vida.
La clase que viene estará dedicada al TP final, por lo que será importante traer algún borrador con los avances.
Atención! Ya están publicadas las dos últimas consignas del año: TP 19 y TP 20.