El grupo “verde” fue el más numeroso, con mayoría femenina. Eligió escribir en primera persona un recorrido en busca de aire y relax en medio de la urbe.
El grupo “deportivo” fue al grano. Las pasiones por sus equipos afloraron naturalmente ,así como las historias de ídolos rosarinos, algunos conocidos y otros no tanto.
El grupo “urbano” debatió bastante sobre redacción. Entre tantas ideas y metáforas se sumergieron en un tiempo sin relojes pero con mucha creatividad.
El grupo “cultural” trabajó como un buen equipo, con roles definidos y a la vez solidarios con los compañeros. Desde el Teatro El Círculo hasta el Galpón 17 no pararon.
Delfina trazó el recorrido general de la ciudad y abrió las ventanas hacia otros caminos. Y junto con Maribel monitoreamos desde el aire que todo esté en su lugar o en algún lugar.
Ahora los invito a “Caminar la ciudad”