Por: Sabrina Ruiz
A la hora de viajar en colectivo existen muchas variantes de las cuales hablar.
Tanto para los que tienen el hábito como para los que lo toman “de vez en cuando”, pueden resultarles útiles ciertas recomendaciones para que el viaje diario u ocasional sea lo más llevadero posible.
1. Cómo subir: asegúrese de tomarse fuerte de la agarradera de la puerta o el caño (según corresponda), antes de subir el primer escalón (si usted suele tomar los colectivos menos modernos notará que la altura del escalón es de casi un metro) para evitar caerse y dar la cabeza contra el piso.
2. Al haber realizado el paso 1 con éxito proceda al siguiente: saludar al chofer. Tal vez parezca algo innecesario para algunos, pero puede sernos de gran utilidad cuando el conductor no está de buen humor y con nuestro saludo a lo mejor lo ayudemos para que baje la velocidad, no pase el semáforo en rojo o no pare a diez metros del cordón.
3. Marcar el boleto: tenga siempre en cuenta que es bueno tener el tarjetero a mano o las monedas justas para pagar, de lo contrario estaremos durante quién sabe cuánto tiempo buscando en el bolsillo/bolso/cartera/mochila haciendo que la gente detrás nuestro (esperando para pagar) empiece a sentirse un poco “irritada”. No está de más decir que la tarjeta debe estar del lado “correcto” (con la flecha hacia arriba) y si todavía cursa la escuela deberá decir “medio” al chofer para que este active ese sonido tan molesto que hace que la canceladora les cobre la mitad del boleto.
4. Ya está en el colectivo así que ahora viene el cuarto paso, buscar asiento. Existen dos posibilidades:
a) Si usted tiene suerte y el colectivo va vacío, elija el lugar que más le guste, pero eso sí, en invierno tenga en cuenta que deberá buscar uno cuya ventanilla pueda cerrarse bien (porque hay algunas que con el traqueteo del colectivo van deslizándose lentamente hasta abrirse por completo y tendrá que cerrarla una y otra vez), de lo contrario sentirá la brisa helada todo el camino. Y en verano, intente ubicarse del lado contrario al sol, pero no se deje engañar, porque el vehículo podría doblar y se daría cuenta de que el sol le está dando de vuelta a usted, así que verifique que el lado que eligió sea el correcto.
b) Ahora vamos a lo que es realmente una odisea: el colectivo va lleno. Si logró subir (y no quedó colgado de la puerta porque ya no había más lugar) y realizó los pasos anteriores, el cuarto paso será un poco más difícil (en especial cuando ya no quedan más asientos), pero para lograr el tan preciado asiento podríamos seguir estos consejos:
* Luego de haber pagado el boleto, busque la ubicación más cercana para tomarse del caño de algún asiento. Es conveniente que sea el de un asiento y no uno de los del techo, ya que no querrá quedar zarandeándose de un lado para el otro en el medio del colectivo y siendo apretado hasta la asfixia por la multitud.
* Si se da la oportunidad y ve que la gente va descendiendo del colectivo, puede intentar moverse hacia atrás a medida que vaya abriéndose el espacio. Le convendrá ir hacia atrás porque de esta manera, si consigue un asiento, será difícil que tenga que cedérselo a alguien, por lo general son cedidos los asientos de adelante, de los cuales no recomiendo quedarse cerca parado esperando que se desocupen, a no ser que quiera perderlo en menos de dos cuadras.
* Cómo reconocer un potencial asiento vacío, o en otras palabras, cómo saber cuando una persona está apunto de bajarse: no ha sido del todo comprobado ni aseguro un resultado efectivo, pero por experiencia para identificarlos podemos observar un movimiento rápido de manos que se toman del caño y observan expectantes hacia delante (como en un intento por saber si la cuadra que sigue es efectivamente en la que tienen que bajarse); otra señal pueden ser las madres que le dicen a sus hijos “quedate quieto que ya bajamos” o en el caso de las mujeres cuando se colocan la cartera en el hombro y se empiezan a acomodar para levantarse (en algunas ocasiones se desilusionará al darse cuenta de que la persona no se acomodaba para levantarse sino que simplemente “se acomodaba”). Le recomiendo que se tome unos minutos y podrá descubrir muchas más tendencias de la gente con sólo observar esos “signos” que nos van indicando un posible lugar libre.
5. Para bajar del colectivo: tenga en cuenta que si lleva mochila será conveniente que la tenga puesta para adelante (en el pecho), para evitar de esta manera un posible hurto mientras usted no lo nota. Vaya haciéndose lugar diciendo “permiso” y siempre tomado de algún caño (no persona, si no quiere caer junto con ella) al llegar a la puerta de descenso toque timbre, no desespere, con tocar una vez es suficiente o el chofer se irritará más de lo habitual e intentará alguna venganza parándole una o dos cuadras después. Una vez en su destino baje del colectivo escalón por escalón, solamente, como dicen los carteles “cuando el vehículo no se encuentre en movimiento” y no olvide antes “mirar hacia atrás” por si algún ciclista se escurrió y se dirige directo a atropellarlo.