Por Paula Turina
¿Cuántas de nosotras dijo miles de veces “hoy empiezo el gimnasio” y no empezó nunca o simplemente después de una semana no volvió más? Damos vueltas y más vueltas, ponemos excusas como “tengo que estudiar”, “mejor veo a las chicas que hace mucho que no las veo”, “se me cortó una uña”, “hace calor, frío, llueve, nieva, hay un tornado”, etc, etc. Típico de nosotras… Pero, en algún momento hay que decir ¡BASTA! Nuestra salud y nuestra silueta son importantes, aunque pataleemos y nos quejemos, es necesario.
A continuación las instrucciones para perseverar:
1) Elegí una clase que en lo posible te guste o algún ejercicio que no te aburra del todo ya que si haces algo que no te gusta, no vas a durar ni una hora. Por ejemplo, el spinning es hacer ejercicio en una bici por lo tanto, es un ejercicio dinámico, donde hay música divertida y alegre; además de tonificar, bajas de peso y ¡te divertís!
2) Después de haber elegido una clase, buscá un horario que sepas que cumplirás, es decir, no pongas horarios extremos, ni a las 8 de la mañana ni a las 10 de la noche porque en esos horarios es más factible que pongas excusas y que finalmente termines no yendo.
3) Como tercer paso, es bueno que durante la clase te olvides de todas las personas del gimnasio porque muchas de nosotras nos intimidamos con hombres que están allí o simplemente con tu compañera, que está al lado tuyo. Hacé lo mejor que puedas sin compararte con nadie.
4) Si te pesa ir sola o necesitas de alguien que te aliente, conseguí una amiga que te acompañe. Es una forma de obligarte a ir, si vos no querías, vas a terminar yendo para acompañar a tu amiga. Cuidado con este punto, ya que a veces se pueden cambiar los roles y termina siendo ella la que no quiere ir, así que en lo posible, buscá una amiga con buena predisposición.
5) Ir al gimnasio implica gastar alrededor de 50 pesos por mes, por lo tanto en el momento que tengas que hacerlo, si no pensas en tu cuerpo, ¡pensá en tu bolsillo! O en el bolsillo de quien sea la plata (madre/padre/abuelos…)
6) Finalmente, si después de todos estos pasos seguís poniendo excusas y seguís faltando, no te olvides nunca que hacer ejercicio es salud, que tu cuerpo lo necesita y en un futuro vas a agradecer haber ido. ¡¡Animate y pensá en positivo!!
Mujeres, pongan en práctica estas instrucciones y demostremos que nosotras podemos