Por Ana Clara Borga
El enojo es por definición una “reacción del ánimo que provoca ira, cólera contra otra persona”, un sentimiento que causa molestia y pesar. Todas las personas lo hemos experimentado, por lo menos una vez, a lo largo de nuestra vida. Como parte de las emociones humanas, en sí mismo no resulta riesgoso, siempre y cuando sea expresado de la manera correcta, sirva para resolver esas situaciones problemáticas y, por supuesto, guarde una relación directa con la fuente que lo originó.
A continuación les doy algunas claves para afrontar y resolver de la mejor manera el enojo:
RECONOCELO
El primer paso es reconocer qué es lo que causa el enojo y porqué lo hace, ésta es la manera más saludable de resolver el inconveniente: aceptando y reconociendo qué te afecta.
NO LO CONTENGAS
¡No guardes tus sentimientos! Expresá tu enojo ya que, en caso de no hacerlo, te puede generar frustraciones, amargura y ansiedad que afectarán tu vida anímica y social.
NO ENFRENTES A LA PERSONA ESTANDO ENOJADO
No dejés que el enojo te controle, tomate un tiempo para reflexionar sobre lo acontecido y analizarlo, no es necesario comenzar una pelea por algo que seguramente se puede solucionar hablando en buenos términos. Resulta más productivo tomar distancia en lugar de actuar en forma impulsiva.
LA VIOLENCIA NO ES LA SOLUCIÓN
Recordá que la violencia genera más violencia. Tanto la agresión física como la verbal no sirven para solucionar el problema ni hace sentir mejor a quien la inflinge (y mucho menos al que lo recibe).
EVITAR SER HIRIENTE
Muy posiblemente aprecies a la persona que provocó tu enojo, no seas sarcástico ni digas cosas de las cuales te puedas arrepentir, recordá siempre que los enojos no duran para siempre y que las palabras hirientes son difíciles de olvidar.
NO DRAMATICES
Escuchá y entendé lo que el otro quiere decir, no te pongas en una postura de “victima”, esto es una forma de culpar a los demás. Hacete responsable de tu parte del conflicto.
DECÍ LAS COSAS A SU TIEMPO
De nada sirve hacerse el “superado”, es mejor decir las cosas a su debido momento. La vida ya es en sí misma demasiado corta para malgastarla con el rencor; deshacerse de él, equivale a alargarla.
PROCURÁ ENCONTRAR LA SOLUCIÓN
Es imposible cambiar al otro, la búsqueda de la solución la debés encontrar junto a la otra persona: hablar y escuchar. No saqués conclusiones antes de tiempo ni busqués interpretar lo que el otro “quiere decir”, concentrate en lo concreto.
PERDONÁ
El paso final para mantener el estado de tranquilidad sin sentir enojo es perdonando de verdad a la persona que te hizo mal. No borrará lo sucedido pero te aseguro que te hará sentir mejor.
Este texto pertenece al trabajo práctico “Algo de lo que sabés hacer”