A María de los Angeles Paris, bibliotecaria que ingresó a la comisaría décima en Rosario y salió sin vida.
Te imagino
contando un cuento de Elsa Bornemann
con una voz suave, pausada y atrapante:
“De inmediato los domadores aparecieron en su auxilio:-¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas!- y los latigazos silbadores ondularon amenazadoramente. -¡Ustedes a las jaulas!-gruñeron los orangutanes, y se lanzaron sobre ellos y los encerraron.”
Una multitud de ojitos sentados
sostienen esa melodía
que ingresa en sus mentes para siempre.
Te imagino
rebelándome la historia
de los que pasó esa noche
en la comisaría décima.
Imagino tu voz pausada
contándome una historia antes de dormirme
después de una larga jornada
de las que ya conoces.
Un cuento,
de un malvado silenciador de palabras
que no sabía que en realidad
ya estaban multiplicadas
en miles, miles de cabecitas soñadoras.
Inti Juarez, Profesora de Letras.