Este año fue especial por varias razones. Se cumplen 40 años de la creación de la carrera de Comunicación Social y 20 que estoy dando clases en la cátedra de Redacción.
Me uní primero como ayudante alumna cuando ya estaba por terminar la licenciatura y lo hice porque la lectura, la escritura y la docencia están en mi constitución y porque quería seguir viniendo a la Facultad, un lugar que me dejó ser y crear. Cuando me di vuelta, estaba frente a un curso, tratando de dar lo mejor y seguir aprendiendo, siempre.
Entre los profesores de esta materia todas las opiniones son consideradas valiosas, nos escuchamos, disentimos, acordamos criterios y finalmente actuamos en bloque. Y si bien cada uno tenemos nuestro propio estilo para enseñar, nos guiamos por los mismos objetivos. Lo mejor es que compartimos todo: materiales de lectura, consignas de trabajos prácticos, dudas diversas, reflexiones y críticas.
Al comienzo de cada año nos preguntamos sobre la nueva “camada”. ¿Son muchos o pocos? ¿Leen? ¿Les gusta escribir? ¿Participan? Y enseguida planeamos estrategias para que el tránsito por la materia no sea sólo un trámite que cumplir, sino una experiencia significativa. Pero como casi todo lo que se hace en conjunto depende del interés de las partes, a veces lo logramos y otras no.
Particularmente este 2014 siento que se creó un buen clima en la materia. Percibí un espíritu de camaradería entre ustedes y muchas ansias por expresar sus opiniones, lo que me hizo acordar a mi propio grupo cuando cursaba la carrera y con el que todavía mantengo una linda amistad. Me pude ver a mí misma en ustedes, fueron un espejo atravesando el tiempo.
Vi lo más importante para emprender un proyecto como lo es una carrera universitaria: ganas, interés, predisposición y también vi la transformación desde el primer día hasta este último. Leer sus textos a lo largo del año me permitió conocerlos más y también ser testigo de un crecimiento, no sólo referido a la escritura. Un crecimiento personal que se relaciona con superar los miedos iniciales y afrontar los desafíos con responsabilidad.
Quiero felicitarlos por el recorrido de este año y les deseo que disfruten intensamente esta etapa de sus vidas. Nos cruzaremos en los pasillos de la Facultad, en el bar o en algún trabajo. Seguramente yo estaré pensando en nuevas estrategias de enseñanza, junto a mis compañeros de Redacción, expectante ante los estudiantes que llegan.