Por Carla Otero
Hoy en día, transcurriendo el siglo XXI existen disciplinas que se han desarrollado enormemente y han alcanzado una importancia que antes no tenían. Tal es el caso de la Cosmetología. Algunos de ustedes se preguntarán ¿qué es?. De hecho yo también me lo preguntaba hasta hace un tiempo atrás, pero el año pasado me recibí de Cosmetóloga y ahora puedo contarles qué es y cómo pueden realizar un tratamiento básico para que la piel luzca bella y radiante.
Antes de empezar a detallarles los pasos a seguir y los materiales para el tratamiento, me parece oportuno puntualizarles algunas cosas básicas para que quienes no conozcan de esto, puedan también realizarlo.
La Cosmetología es una disciplina que se ocupa de cuidar y mejorar las características estéticas de la piel sana recurriendo al empleo de cosméticos. Pero… ¿qué es un cosmético?. Un Cosmético es un producto de aplicación local formulado con bases científicas que tiene como objetivo proteger y resaltar la belleza de la piel sin alterar sus funciones básicas, sin irritarla y sin provocar ningún tipo de reacción desagradable. Es importante saber que la cosmetología no intervendrá nunca:
• frente a alteraciones cutáneas de origen infeccioso, microbiano o parasitario
• ni cuando las alteraciones de la piel estén asociadas a afecciones internas, funcionales u orgánicas.
La misión específica del cosmetólogo es optimizar la apariencia de la piel sana, cuidándose esmeradamente de no incurrir en el ejercicio ilegal de la medicina. Hago hincapié en esto porque es fundamental saber que los cosmetólogos “no somos médicos” y solo nos ocupamos de embellecer la piel, de modo que podemos trabajar conjuntamente con los médicos, ya que si que alguna persona presenta alguna enfermedad en su piel, nuestro deber es derivarlo, por ejemplo a un dermatólogo.
Habiéndolos interiorizado brevemente de qué es lo que hago, ahora si puedo pasar a contarles como pueden realizar ustedes mismos un tratamiento básico para cuidar su piel o bien para enseñárselo a alguien.
Es fundamental la higiene personal antes de tomar contacto con la piel, nunca introducir las manos en los recipientes de los productos (para eso siempre utilizar espátulas) y colocarse una vincha para no ensuciar el cabello. Debemos tener en cuenta también si somos alérgicos a algún producto. Si todo esto está en orden podemos comenzar.
Primero deben observar que tipo de piel tienen, un cosmetólogo hace un ”diagnóstico” de la piel de manera profesional y compleja, pero para este tratamiento solo necesitan ver si tienen piel normal, grasa o alípica (seca), ya que no van a realizar un tratamiento para algo específico y eso es fácil de percibir.
Para comenzar el procedimiento deben seguir los siguientes pasos:
1º Desmaquillar: con una crema de limpieza quitamos el maquillaje (en caso de que haya) con maniobras de “efluragge” (afloramiento, como la abertura de un abanico) y retiramos con esponjas embebidas en agua.
2º Limpiar: nuevamente con crema de limpieza, pero esta vez realizamos maniobras de remoción (presionando y haciendo fricción, no tan fuerte por supuesto) con la yema de los dedos y retiramos de igual manera que en el paso anterior.
3º Pulir: con gel pulidor y lo realizamos y retiramos exactamente igual que en el paso 2.
4º Desincrustar: pincelamos en el rostro un fango (mezcla de fango mineral con loción hidrotermal de manera que quede con una consistencia capaz de deslizarse por la piel) y después de 20 minutos, una vez seco, retiramos con esponjas embebidas en agua.
5º Emulsionar: colocamos una emulsión descongestiva a base de manzanilla y lechuga.
Este tratamiento lo pueden realizar una vez cada quince días aproximadamente y los materiales que necesitan son: dos esponjas cosmetológicas, un recipiente para colocar el agua (tibia), una espátula, un recipiente para mezclar el fango, toallas, un pincel abanico, crema de limpieza, gel pulidor, fango mineral, loción hidrotermal y emulsión descongestiva. Los productos los pueden comprar en cualquier farmacia, perfumería, o local que se dedique a la cosmetología, aunque les recomiendo que utilicen la línea AnnaCara, que es confiable y muy eficiente y es la que uso yo.
También les voy a contar otro secreto, que pueden hacerlo a diario (día y noche) para mantener la piel siempre saludable. Deben realizar lo siguiente:
Para el Día:
Limpiar: con crema de limpieza realizando maniobras de remoción con nuestras manos y retirando con esponja y agua.
Hidratar: con loción hidratante, embebiendo con muy poquito producto un algodón y colocando en forma de arrastre.
Humectar: con un poco de crema humectante.
Para la Noche:
Repetimos los dos primeros pasos que hacemos para el día pero humectamos con una crema a base de AHA`S (Alfahidroxiácidos: conjunto de ácido orgánicos que afinan nuestra piel).
Y listo. Así quedan divinos. Por supuesto, un tratamiento realizado por un cosmetólogo consta de otros pasos y técnicas que solo puede realizar un profesional, pero estos que les acabo de enseñar son básicos y sirven para cualquier persona y tipo de piel, además cualquiera puede y debe realizarlos con continuidad.
Espero que les sirvan mis consejos y los pongan en práctica. De todas maneras, se pueden comunicar conmigo a mi e-mail: carla_rc919@hotmail.com, ante cualquier consulta o sugerencia, o bien solicitar mis servicios.
Este texto pertenece al trabajo práctico “Algo de lo que sabés hacer”