Malvinas: la guerra continúa

Por Mayra Britez
Juan Carlos Arias es un ex combatiente de Malvinas de 47 años, casado y con 3 hijos. Actualmente está encargado del Centro de ex combatientes ubicado en Ayacucho 1477, en la cuidad de Rosario. Entre las actividades que realiza, destaca la solidaridad de los veteranos con los que menos tienen para devolverle al pueblo lo que ellos recibieron. Sentado en su oficina con el celular en la mano, cuenta cómo fue su experiencia en Malvinas.


¿Como fue la llegada a Malvinas?
Bueno, yo estaba haciendo el servicio militar en el año 1981, me tocó Infantería Marina. Nosotros estabamos haciendo instrucción, salimos a hacer campañas como comúnmente se conocen y donde te enseñan a manejar el armamento que tenes asignado, yo tenia asignado el armamento mortero 106,6 era un arma de apoyo. Estuvimos haciendo instrucción hasta que el día 2 de abril nos levantan temprano y nos comunican que Argentina había tomado las Islas. De ahí en adelante quedamos a la espera de lo que iba a hacer nuestro batallón. Entonces, todos los que estabamos formados decidimos ir a Malvinas, porque teníamos dos opciones: quedarnos a custodiar la frontera (por los problemas que hubo con Chile) o ir a Malvinas.
Decidimos ir a Malvinas, juntamos todo nuestro armamento y nos fuimos al batallón, de ahí se nos dio toda la información acerca del comandante de la fuerza, el contaminante Bruzar quien tomó las Malvinas el 2 de abril. Recién el 9 de abril embarcamos con todo nuestro mortero y llegamos a Malvinas el mismo día.
¿Cual fue el peor momento que vivió en Malvinas?
En ese tiempo que duró la guerra, uno siempre estaba a la expectativa de lo que podía suceder. Tanto a la mañana como a la tarde había ataques aéreos, vos sentías un ruido y no sabias a quien tirarle una bomba, porque podía ser un enemigo o un avión argentino. Los ingleses estaban en los barcos toda la madrugada encañonando, yo estaba cerca del campo y podía sentir el silbido de las bombas y no sabía donde podían caer. Siempre tenía que estar en constante alerta.
¿Fue por obligación?
No, yo creo que no. La mayoría de nosotros habíamos decidido ir a Malvinas. Muchos de nuestros compañeros se enteraron que iban a ir a Malvinas porque estaban dados de baja del servicio militar, otros que estaban con sus familias y recibieron un telegrama que debían presentarse en el batallón sin saber el motivo y menos de que iban a ir a Malvinas. Por lo menos nosotros pudimos decidir que íbamos a ir. En ese momento el Servicio Militar era obligatorio, no podías negarte, si no ibas preso.
Entonces, por ahí uno piensa que habiendo gente experimentada que estudiaba carreras militares, podían haber ido pero nos tocó a nosotros. Hubo personas que no estaban para ir, que se anotaron como voluntarios y fueron igual y otros que fueron obligados por miedo a ir presos.
¿Temió por su vida?
Uno no puede decir que no tuvo miedo, para poder vivir tenés que defenderte del enemigo, uno no sabe que puede pasarle en el destino. Durante los 73 días a muchos de nuestros compañeros no les sucedió nada pero en el último día sí, cuando ya se iban replegando para el pueblo mientras que los ingleses seguían atacando.
¿Qué sucedió cuando regresó de Malvinas?
Bueno, cuando regresé estuve dos meses más en el batallón incorporado. Y luego, ya me dieron la baja en el año1982. Nosotros esperábamos el recibimiento por parte de intendentes y funcionarios y fue todo lo contrario, sólo nuestros familiares nos estaban esperando.
¿Pudo regresar a Malvinas?
No, es decir, hay muchos de nuestros compañeros que fueron a Malvinas, respetamos las decisiones de cada uno. Pero, en este momento, si yo quiero ir a Malvinas tengo que ir con un pasaporte. Entonces si estoy reclamando la soberanía de las islas, si nuestros maestros nos enseñaron que las Malvinas son argentinas, no puedo ir a un lugar que nos pertenece con un pasaporte. Es más, si todos vamos a Malvinas con pasaporte les estamos dando el derecho de soberanía a ellos.
¿Qué siente cuando llega el 2 de abril?
Por lógica, la mayoría de nosotros una gran tristeza porque fuimos con el objetivo de recuperar nuestras islas y lamentablemente nos encontramos con una derrota, la lucha continúa día a día. Perdimos la batalla pero la guerra la seguimos luchando para que esto no sea sólo de guerra, sino que por vía diplomática podamos recuperarlas pronto.
Una reflexión final
Que no se olviden que Malvinas es Argentina y que uno se tiene que acordar de esta historia siempre y no sólo el 2 de abril y el 10 de junio que los veteranos de guerra existen, hay que recordarlos los 365 días del año. Cuando volvimos de Malvinas trataron de ocultar lo que realmente pasó y con el transcurso del tiempo nosotros fuimos sacando a la luz lo que realmente ocurrió porque no todos sabían lo que había sucedido. En fin, no tienen que olvidarse que las Malvinas son parte del territorio argentino.
Este texto pertenece al trabajo práctico “Entrevista”