Por Natalia Alvarez
Florencia tiene 15 años, va al colegio nº 435 “Dr. Luis María Drago” y fue la encargada de representarlo en el Concejo Deliberante de Rosario, a través de un proyecto de decreto y ordenanza que elaboró junto a otros compañeros de esa institución educativa. Así como este grupo de jóvenes, otros adolescentes presentaron proyectos que luego tuvieron que defender en el Concejo.
La estudiante contó cómo fue la experiencia qué sintió representado a su colegio y en qué consistió el proyecto.
Flor, ¿Qué te motivó a querer formar parte del equipo encargado del proyecto?
Lo que me motivó personalmente fue la importancia que yo le doy a todas las problemáticas ambientales, ya que nuestro futuro se refleja en nuestra naturaleza. Aparte formar parte de un proyecto que podía ayudar me pareció un buen comienzo para la concientización de la sociedad y para involucrarme aunque sea un poco en temas políticos.
¿Se te presentaron muchas dificultades en la investigación o en el desarrollo del tema?
Sí. Éramos un grupo muy grande y no nos poníamos de acuerdo, una vez que nos pusimos de acuerdo en el tema, nos dimos cuenta de que era algo difícil de desarrollar y de investigar. Las pilas y baterías están muy relacionadas con la química avanzada y científicos del más alto rango todavía están desarrollando formas de reciclarlas, pero nos pareció que era el tema indicado y que podíamos llevarlo a cabo.
¿Cómo lo sobrellevaste? ¿Con tranquilidad, o te desesperaste?
En un principio bastante bien, pero cuando me eligieron como representante me atacaron los nervios y estudiar no sólo mi proyecto sino el de 24 escuelas más me costó bastante. Mis compañeros me ayudaron muchísimo buscando información y buscando cuáles eran los proyectos adecuados, porque teníamos que aprobar o desaprobar los demás proyectos, además de presentar el nuestro.
¿Notaste interés por parte de los demás alumnos?
Siempre hay gente que se preocupa por el futuro del mundo, pero muchos lo tomaron como algo sin importancia o simplemente una razón más para estar fuera del salón. – (Risas) – Pero por suerte nuestra escuela fue una de las que más alumnos reunió.
¿Sentís que el colegio le dio la importancia que merece el proyecto?
No. Yo creo que de parte de las profesoras y los directivos no hubo tanta atención como la que debería darse a un proyecto de tal magnitud. No había una organización y no supervisaban nuestros encuentros, entonces eso hacía que nos desviáramos del tema central y no supiéramos como encararlo, o muchas veces nos dispersáramos. Más de una vez nos teníamos que movilizar por nuestros propios medios, cosa que nos dificultaba el trabajo.
¿Tuvieron alguna reunión informativa, auspiciada por los organizadores?
Sí, tuvimos. Antes de iniciar el proyecto y elegir el tema, vino Juan Marcos, que es el secretario del concejal Osvaldo Miatello, quien promovía esto, a darnos una charla informándonos cómo nos teníamos que manejar con respecto a dicho proyecto. Y luego, una vez que todas las escuelas tenían elegida la temática, tuvimos otra reunión que tenía como objetivo enseñarnos las formalidades dentro del Concejo al momento de presentar nuestros planes, cómo dirigirnos, cómo hablar…
¿Recibieron ayuda de alguien para elegir el tema o para buscar información?
No tanta como yo hubiese necesitado. El proyecto hubiese sido mucho más rico en contenido si las profesoras nos hubieran orientado de otra manera o ayudado al momento de buscar información. Como ya dije antes, nos costó mucho elegir el tema, ponernos de acuerdo y luego desarrollarlo.
¿Tuviste miedo o vergüenza de hablar frente a tanta gente?
Si, cuando entré y vi tanta gente me quería volver a mi casa, pero después de tanto trabajo no iba a abandonar ahí. Rogaba que no me llegara el momento de hablar, aparte veía un montón de chicos que se equivocaban o se trababan cuando hablaban y me daba miedo equivocarme también. Había gente filmando, o sea que si me equivocaba quedaba grabado en la historia. Jajaja!!-
Los decretos y ordenanzas expuestos por las demás escuelas, ¿qué te parecieron?
Algunos eran buenísimos, no solo el proyecto, sino la forma de exponerlo y defenderlo del alumno encargado, otros de los proyectos eran buenos, pero los exponían “horriblemente” y también estaban los que eran un desastre total. Pero en general cubrieron las expectativas que yo imaginaba.
Si se te presentara nuevamente una experiencia como ésta, ¿Aceptarías otra vez?
Sí, me encantó participar, fue una experiencia excelente. Me cambió mi pensamiento sobre que con la política no se podía solucionar nada y espero que no me decepcionen.
Este texto pertenece al trabajo práctico “Entrevista”