MICAELA PEREYRA
Qué es comprender
Decimos que hay comprensión cuando se utiliza lo aprendido para resolver problemas, para discernir nuevas situaciones, cuando los alumnos pueden cuestionar lo que otros dicen, lo que leen, lo que interpretan. Hay comprensión cuando se puede utilizar la información ya conocida para interpretar nuevos contenidos, es decir cuando se relaciona la información anterior con la nueva. Para esto es necesario manejar estrategias tales como elaborar, analizar, organizar, cuestionar, examinar y evaluar.
Entonces, está claro que el conocimiento de los contenidos de una materia no determina al alumno competente. Hay otros tipos de conocimiento que tienen que manejar los alumnos, Gaskins y Elliot, en “Cómo enseñar estrategias cognitivas en la escuela” desarrollan los tres cuerpos de conocimiento que los alumnos deben operar para comprender:
En primer lugar, el conocimiento del mundo real. Recordar los antecedentes del tema que se estudia ya que muchas veces la falta de comprensión no se debe a que los alumnos ignoran cómo aplicar las estrategias adecuadas, sino más bien a la falta de conocimientos anteriores sobre el tema que se lee.
En segundo lugar, el conocimiento de estrategias. Numerosas veces la falta de éxito puede deberse a no saber cómo procesar la información. Muchos alumnos tienen dificultades para escribir el resumen de un libro o encontrar una idea principal porque no se les ha enseñado el conocimiento estratégico necesario para cumplimentar estas tareas.
En tercer lugar, el conocimiento metacognitivo. Manejar el criterio, la motivación, la conciencia y el control relativo a como utilizar las estrategias y los contenidos, esto quiere decir, manejar las variables que determinan el aprendizaje.
Entonces, para comprender es esencial que el conocimiento se utilice para interpretar nuevas situaciones, resolver problemas, pensar, razonar y aprender, “los alumnos deben elaborar y cuestionar lo que se les dice, examinar la nueva información en relación con otra información y construir nuevas estructuras de conocimiento.”
En este sentido, el procesamiento profundo se produce cuando los alumnos transforman o cambian el conocimiento traduciéndolo a su propio lenguaje y lo incluyen en su esquema preexistente o marco de conocimiento para ese tópico.
Este procesamiento profundo y comprensión real son el resultado de usar estrategias tales como la elaboración, el cuestionamiento, la examinación y la construcción de estructuras de conocimiento. Éstos son los procesos que debemos fomentar.
Estrategias del lector para la comprensión
Para ilustrar la utilización de las estrategias en busca de la comprensión, vamos a tomar las estrategias que aplican los buenos lectores para entender un texto. José Antonio León en “El aprendizaje estratégico” especifica que el lector modelo suele empezar el proceso de lectura revisando superficialmente ciertas características del texto, tales como el título, subtítulo, gráficos y breves segmentos del texto coma la introducción o el resumen. Esto activa esquemas de contenido y quizás también esquemas de los patrones de organización textual.
Las estrategias de los buenos lectores sugieren que se muestran más activos que los lectores con menor capacidad de comprensión cuando procesan la información del texto, así, las estrategias están encaminadas a generar o activar los conocimientos que el sujeto posee, a relacionar la nueva información leída con la que ya posee, permitiéndole inferir información no descrita en el texto, además de habilidad para identificar las principales relaciones lógicas del pasaje, que permitan conectar las diferentes proposiciones del texto dentro de una secuencia coherente. La estrategias estructural requiere que el lector experto posea un conocimiento sobre cómo están organizados convencionalmente los textos y una estrategia que le permita buscar y utilizar la estructura de alto nivel en un texto en particular.
Podemos detectar en las actividades de este lector el manejo del conocimiento real, cognitivo y metacognitivo.
Enseñar contenidos y estrategias
Que los alumnos sean reflexivos es un objetivo al que la mayoría de los docentes quiere llegar, algunos no saben cómo lograrlo y otros se dejan vencer por las urgencias de cumplir a tiempo con el plan de estudios determinado para ese año.
Reflexionar sobre el pensamiento no le quita tiempo al aprendizaje de las asignaturas porque aprender no consiste en acumular hechos. “Buscamos que los alumnos aprendan a aprender por sí mismos, que se conviertan en sus propios críticos intelectuales en vez de depender de otros que les digan qué pensar y cómo hacerlo, entonces no hay mejor inversión que el tiempo utilizado en supervisar nuestro pensamiento.”
Los docentes tienen que combinar las enseñanzas de los contenidos con los procesos de pensamiento, para esto tienen que, si es necesario, “cubrir menos contenido y hacerlo de una forma que enseñara a los alumnos cómo usar el contenido para pensar sobre temas y problemas, de esta forma los alumnos aprenden estrategias para generar conocimiento a partir de lo que ya saben y dejan, así, de confiar absolutamente en la memorización que, a veces, los traiciona. Es importante que los docentes sean muy selectivos en los conceptos que utilizan para que el aprendizaje sea más provechoso para los alumnos.”
De la Tesina de Grado: