La problemática de la argumentación, hoy – Roberto MARAFIOTI

UNIDAD 7
TEXTO FUENTE/ Ir a La argumentación: otra de las dos grandes tendencias en la elaboración de los textos
Marafioti, Roberto; Zamudio de Molina, Bertha y Rubione, Alfredo, en Temas de Argumentación, Editorial Biblos, Buenos Aires, 1995, pág. 33. Adaptación de la cátedra.
Abordar la argumentación es una tarea harto complicada por las complejidades que presenta, al punto que resulta difícil encontrar una definición que dé cuenta de ella en forma exhaustiva.
La mayoría de los estudiosos del tema prefieren definirla por su intencionalidad. En este sentido, convencer o persuadir resultan las metas más usuales. Algunos autores hablan de “…provocar o aumentar la adhesión de los espíritus a las tesis presentadas para su asentimiento”; otros más sencillamente se limitan a afirmar que la argumentación intenta al menos obtener que el destinatario adhiera no a las tesis sino al menos a las razones que se invocan en la elaboración de algunos argumentos.
En la línea de “persuadir y convencer” están quienes conciben al destinatario como un auditorio ideal y universal. Tal perspectiva asimila la argumentación a la retórica, definida desde Aristóteles como la disciplina que estudia las técnicas que se utilizan en la persuasión.
Otros, en cambio,2 consideran la argumentación como una actividad esencialmente dialógica, modulada por las réplicas explícitas o implícitas de un oponente que puede contraargumentar, negociar y aun hacer fracasar con un contradiscurso el que le ha sido dirigido.
Esta visión de la argumentación como actividad de intercambio la asimila a la dialéctica por su aspecto confrontativo. El proceso discursivo está regulado aquí en forma de una división cooperativa del trabajo entre proponentes y oponentes, que se lleva a cabo mediante la tematización de un objeto de discurso, y las razones que fundamentan un punto de vista que se pretende válido.
Finalmente la argumentación puede ser considerada desde el punto de vista de la estructura interna de los argumentos. Aquí se busca producir argumentos pertinentes que convenzan en virtud de sus propiedades intrínsecas, perspectiva que la identifica con la lógica.
Diferentes abordajes
Otro aspecto complejo de la argumentación aparece cuando se consideran los múltiples enfoques con los que puede ser encarada.
Es cosa sabida que todo discurso se inscribe necesariamente en el seno de una sociedad. Surge entonces el problema de establecer la influencia de las instituciones sociales en los discursos argumentativos. Éstos varían según los contextos de acción y tales contextos pueden caracterizarse en relación con las instituciones correspondientes: tribunales de justicia, congresos, universidad, etc. Tal pluralidad puede reducirse a algunos campos sociales en cuyo seno se producen distintos tipos de argumentación y argumentos con diferente fuerza. Se trata de estudios que conducen a una sociología de la argumentación.
También se puede abordar la argumentación desde una perspectiva psicolingüística y ocuparse del estudio de la psicogénesis y del desarrollo de la competencia argumentativa. En esta perspectiva interesan aspectos relativos a la relación entre argumentación y cognición tales como los saberes y presupuestos compartidos y las inferencias que, según el contexto cognitivo, se desencadenan en cada situación.
También la argumentación puede estudiarse en el marco de la teoría de la enunciación. La tarea del investigador se encaminará , a partir de los datos lingüísticos, a establecer la manera cómo se inscribe el sujeto en la argumentación, cómo maneja la información implícita y de qué recursos se vale para apelar, convocar, desafiar, interpelar, convencer a su auditorio. También en esta perspectiva interesa el papel que juegan en la argumentación las denominadas “formaciones discursivas”, 3discursos sociales sin sujeto identificable que con su poder de interpelación de índole argumentativa se apoderan del lugar de los sujetos y los convierten en centros de emisión de premisas y conclusiones cuya responsabilidad no siempre es asumida por los locutores.
Para la retórica tradicional el texto argumentativo debía ajustarse a un esquema rígido: el exordio, la narratio, la confirmatio y el epílogo. Sin embargo, con el correr del tiempo y frente a otras demandas sociales se proponen otros esquemas más adecuados a campos ajenos a la oratoria.
En la actualidad se consideran también argumentaciones, discursos que carecen de esquemas fijos o aquellos en los cuales tales esquemas deben ser reconstruidos por estar implícitas una o más de sus partes, tal es el caso de la argumentación indirecta, en la que el interpretante se ve compelido a completar según sus propias representaciones la información encubierta. Cada actividad de reconstrucción del interpretante puede originar estructuras que le son propias, es decir, que no son comunes para todos.
También pueden ser objeto de estudio las superestructuras del texto argumentativo. El autor que despliega esta posición es Teun van Dijk. Denomina “superestructura” a las estructuras globales que caracterizan el tipo de un texto. Expresado de otro modo, una superestructura es un tipo de forma del texto, cuyo objeto, el tema, es el contenido del texto.
Finalmente, un objeto cultural como la conversación proyectará su estructura básica de turnos4 a un discurso argumentativo como en los casos de las discusiones, debates, polémicas, etcétera.
Resumiendo: de lo visto hasta ahora puede concluirse que la argumentación puede estudiarse, en sus aspectos retórico, dialéctico y lógico, desde puntos de vista que van de la sociología y la psicología hasta aspectos más cercanos a la lingüística como las estrategias de enunciación y las estructuras textuales.
Otro enfoque que en los últimos tiempos ha despertado el interés de ciertos estudiosos es la lógica de la argumentación. Es decir, en el estudio de la argumentación pueden abordarse aspectos textuales o contextuales pero el discurso argumentativo procede por razonamientos; motivo por el cual muchos autores se interesan actualmente en el estudio de las relaciones entre lógica y argumentación.