Análisis integral – María Elena SÁNCHEZ

UNIDAD 3
TEXTO FUENTE
/ Ir a Aproximación a una tipología de textos
Veamos un ejemplo donde podemos aplicar diferentes clasificaciones:

 

mundial 78
“El Mundial 78” de Mabel Pagano. (Material seleccionado por Oliver Galak)

Estaban ahí aquel día en que nosotros nos pegamos al televisor portátil llevado por el gerente, ya que el acontecimiento, muchachos, justifica el abandono del trabajo por un rato, imagínese, hace casi cuarenta años que los argentinos esperamos algo así. Vengan, chicas, que esto no se lo pueden perder y nosotras que ni locas, porque una cosa es un partido cualquiera y otra muy distinta, un Mundial. Pero la Flaca dijo yo tengo que hacer ese trámite de la importadora y se fue. Volvió cuando ya estábamos en los escritorios, todos emocionados porque todo salió perfecto, según Javier, y qué bárbaros los gimnastas, para el cadete y para nosotras, con la banda y el desfile y los papelitos, una maravilla, no sabés lo que te perdiste, pero la Flaca sin interesarse, ahí parada, con los ojos fijos en ninguna parte y diciendo que a la misma hora del festejo, ellas estaban ahí, en la Plaza, como cien, dando vueltas a la Pirámide, algunas llorando y otras diciéndoles a los periodistas extranjeros que no tenían noticias de hijos, hermanos y padres. Y los tipos seguro que los filmaban para hacernos quedar como la mierda en el exterior. Javier interrumpió golpeando el escritorio y el cadete asegurando que no importa porque, total, quién les va a dar bolilla a cuatro chifladas y nosotras diciéndole terminala con eso, Flaca, que por ahí, andá a saber cuál es la verdad y el gerente rematando con que me gustaría saber quién les paga para que saboteen la imagen del país.

ronda madres
Los días siguieron: la República era una gran cancha de fútbol.
Empatamos, ganamos, perdimos, pero no importa, porque la Copa se la van a llevar si son brujos y el televisor ya fijo en la oficina, mirá, mirá que remate, cómo se perdió el gol ese boludo y aquél hoy no pega ni una. Las mujeres, ya bien al tanto de lo que significa un córner, cuál es el área chica y qué es lo que debe hacer el puntero derecho. Pero Goyito, el de Expedición, desapareció hace cuatro días y nada, dale Flaca, vos siempre la misma amargada, el cadete con sonrisa de costado y Javier que por algo habrá sido, che, porque a mí todavía nadie me vino a buscar. Y ellas siguen ahí, dando vueltas a la Pirámide, ma sí, ya se van a ir, cortala, parecés la piedra en el zapato, pero tienen que darles una explicación, lo que tienen que darles es una paliza y listo, así se dejan de decir macanas cuando el país está de fiesta.
Hay que embromarse con alguna gente, la patria no les importa, el gerente opinando desde la primera fila frente a la pantalla y la Flaca como para sí misma, el fútbol no es la patria. Gol. Gooooolllll. Golazo. ¡Ar-gen-ti-na! ¡Ar-gen-ti-na!
¿Hacen falta seis para pasar a la final? Se hacen los seis, pero a la hermana de Carrasco la secuestraron anoche a dos cuadras de la facultad, que se embrome, por meterse donde no debe, dijiste vos y Javier yo siempre le vi algo raro a esa chica, enganchando enseguida con que después de los seis pepinos a los peruanos, concierto de cacerolas en los balcones de su edificio, en pleno Barrio Norte, nunca visto, el delirio, la locura y nosotras, contando de la caravana de coches y el novio y el marido, con las banderas, los gorritos y las cornetas, nos acostamos como a las cuatro y hasta la chica aquella, Mariana, la de Libertador, con la vincha y subiéndose a un camión que pasaba para el centro, no se puede creer, ¿viste?
Por un anónimo, nada más que por una denuncia sin fundamento y al otro porque ayudaba al cura y a las monjas en la villa del Bajo Flores. Te digo que no me quedó uña por comerme y la hora maldita no pasaba nunca, tocando el techo con cada gol y mirando el reloj, hasta que al fin se dio. Se me cayeron las lágrimas, ¡qué final! ¡El que no salta es un holandés! Y los que desaparecen son argentinos, dale Flaca, no empecés, ¿no te dije, pibe, que la Copa se quedaba aquí? Todos con las banderas y los pitos, a gritar y a cantar, dale con el tachín- tachín, juntos, en aquella fiesta que parecía que no iba a terminar nunca, porque ganamos, salimos campeones y fue como una borrachera de la que nos despertamos con este dolor de cabeza que nos martillea las sienes y un revoltijo de estómago que aumenta a medida que la tapa de la olla se va corriendo. Las cuentas finales no aparecen y la lata está rota de tantas manos que se le metieron adentro. Pero lo peor es lo otro, ellas que siguen ahí, ellas, que ya estaban pidiendo por los que no estaban mientras nosotros saltábamos, sordos a lo que decían algunos como la Flaca, ustedes no se dan cuenta de lo que está pasando y cuando comprendan, ya va a ser tarde. Aseguraba que éramos como los alemanes, que veían el humo saliendo de las chimeneas de los campos de concentración y miraban para otra parte, se callaban, como callamos nosotros, entonces y después, tapándonos hasta las orejas cuando las sirenas nos interrumpían las noches, o escuchábamos algún grito, o se llevaban a alguien del piso de abajo. Nos dieron un pirulín para matar el hambre. Flaca, tenías razón y una entrada al circo para comprarnos la conciencia.

(De Fútbol a puro cuento, Ediciones del Faro Verde, Argentina, 1986. Compilador: Rodolfo Cuenca.)

pañuelos

ANÁLISIS

Desde la teoría de Jakobson, nos preguntamos ¿qué función predomina en este texto?
Está escrito en primera persona. ¿Hay predominio de función emotiva o expresiva?
Hay relato de hechos ocurridos durante el período que trata el contenido. ¿Es, entonces, función referencial o informativa?
Sin embargo, hay utilización de segunda persona cuando se hace mención a la Flaca, personaje que encarna la actitud consciente y reveladora de la época del mal llamado Proceso de Reorganización Nacional ocurrido entre los años 1976 y 1983 en nuestro país. ¿Es, entonces, función conativa o apelativa?
Debemos realizar el análisis sin perder de vista el orden jerárquico, entonces, si nos remitimos a la teoría de Jacobson y observamos su uso de las personas podemos establecer el siguiente orden jeráquico:
-función apelativa, por cuanto a partir de la segunda persona el autor intenta concientizar a la audiencia sobre lo ocurrido en tiempos recientemente pasados en nuestro país;
-función referencial porque usa el relato de los acontecimientos para hacer conocer lo ocurrido y
-función expresiva, por el uso de la primera persona desde donde el personaje muestra lo que opina un gran sector de nuestra sociedad acerca del suceso.
Además, debemos agregar que hay
-función poética por que, necesariamente, hay una preocupación en el manejo del lenguaje para poder llegar hasta los lectores. Algunos autores posteriores, han llamado a esta función poética, literaria.
Debemos tener en cuenta la intencionalidad manifiesta en el texto pero no debemos olvidar que la percepción de esa intencionalidad depende en gran medida de las competencias puestas en juego por el lector.
Si tenemos en cuenta la reformulación de Kerbrat-Orecchioni, en este caso, por ejemplo, son fundamentales las competencias ideológicas y culturales que posee el que lee.
Supongamos que estamos frente a un lector holandés que conoce el español y por lo tanto posee una competencia lingüística adecuada para interpretar el texto, pero, sin embargo, no sabe nada de nuestra historia reciente. Entenderá el código pero, ¿podrá entender la intencionalidad del autor? ¿Podrá dar al texto la dimensión dramática que surge de su lectura?
Sin ir tan lejos. Muchos de Uds. que no tienen edad de haber vivido aquella época, aún cuando tengan competencia cultural al respecto, comprenderán de manera diferente el relato a la comprensión de una persona que ha estado vinculada a los acontecimientos. Las determinaciones “psi” influyen fuertemente para ello.
Usando el concepto de trama, que vimos en Serafini, vemos que estamos ante una narración en la cual se insertan diálogos y descripciones.
Esta narración, por sus características específicas, constituye un cuento. Recuerden el cuadro que aportan Kaufman y Rodríguez. Efectivamente, en el cruce entre función literaria y trama narrativa, encontramos: cuento.
Dentro de los géneros literarios es un cuento. De acuerdo con Bajtín, es un género secundario, por cuanto está dentro de una publicación y en él se “absorbe” un género primario, familiar y conversacional, dado a través de los diálogos.
Con respecto a la clasificación que presenta Adam, podemos incluir a nuestro ejemplo en la tipología Conversación y, por supuesto, Narración. Si observan el cuadro presentado por Adam, podrán constatar que características del orden de la morfología y la sintaxis y de los aspectos textuales resaltados en él son usados en el cuento de Pagano.