UNIDAD 8
TEXTO FUENTE
DE FONTCUBERTA, Mar, La noticia. Pistas para percibir el mundo , Editorial Paidós, Barcelona, 1993, Pág. 69.
CAPÍTULO 4
CONCEPTO Y ESTRUCTURA DE LA NOTICIA
La estructura de la noticia directa ha sido concebida para suministrar la máxima información en el menor tiempo o espacio posible. A lo largo del lid y el cuerpo responde a las preguntas: ¿Qué ha sucedido? ¿Quiénes son sus protagonistas? ¿Dónde, cuándo y por qué ha sucedido? La noticia de creación no sigue estas pautas, porque incorpora nuevas formas de narración y lenguaje en periodismo.
Es muy difícil empezar a redactar una noticia sin tener un cierto esquema mental de la misma, un guión que quizá se modifique a lo largo de la redacción pero que, en cualquier caso, será siempre necesario. Hay dos preguntas importantes al iniciar la redacción de cualquier noticia:¿qué quiero decir? Y ¿a quién?
La mayoría de los acontecimientos son complejos, se producen dentro de un determinado contexto y pueden enfocarse de muchas formas diferentes. Además, no es lo mismo informar sobre el descubrimiento de un satélite artificial a un público masivo que a un sector especializado, ni se describe un accidente ferroviario del mismo modo para una agencia de noticias internacional (donde la noticia ocupará pocas líneas) que para el diario de la localidad en que se ha producido (donde posiblemente merecerá los titulares de portada y un amplio despliegue informativo).
Apuntes para una historia
Si se preguntase a más de un periodista sobre la estructura que emplea al confeccionar sus noticias posiblemente se quedaría sin contestar o respondería con generalidades. Según Fox: “Se da por sobrentendido que los periodistas dominan el arte de escribir noticias. Pero cuando lo hacen adoptan más o menos un cliché fijo que solo procuran innovar algunos. La mayoría, sin embargo, suele ignorar las formas que han configurado y están continuamente configurando las noticias”. (Fox, 1977,pag. 10)
Las fuerzas que han modificado sustancialmente la estructura de las noticias han sido, por una parte, el desarrollo tecnológico y, por la otra, la interacción de las formas con los distintos medios de comunicación. “Si el teléfono acortó la frase-dice Marshall Mc Luhan-, la radio acortó la noticia y la televisión introdujo una nueva forma de hacer periodismo”.
Los avances tecnológicos han sido uno de los principales factores que han modificado la estructura de la noticia. En los comienzos de la prensa escrita, no existía el concepto de información tal como se entiende actualmente. Se consideraba que el lector leía todo el periódico y por lo tanto no era necesario ordenar las informaciones para acrecentar su interés.
Posteriormente, ya iniciado el siglo XIX, la introducción de mejoras técnicas en la imprenta consiguió una mejor impresión y los periódicos tuvieron un aspecto más atractivo. Sin embargo, el material que publicaban estaba constituido por artículos y comentarios cuyo fin era más doctrinario que informativo. En 1840, con la aparición del telégrafo, las noticias sufren el primer cambio profundo en su estructura.
La importancia de la aparición del telégrafo, en un principio, pasó inadvertida para los periodistas. El nuevo medio no representó ningún problema para la prensa mientras sus mensajes se transmitieron en clave. Los problemas empezaron cuando el material transmitido por el telégrafo pudo decodificarse e interpretarse.
En un principio, el boletín de noticias telegráficas se publicaba en una columna fija en los diarios. Los telegramas no se redactaban, y aparecían tal y como se transmitían por el nuevo medio. Pero, poco a poco, se produjeron dos variantes. En un primer momento, la acumulación de material informativo hizo necesario ordenar los datos a la hora de escribirlos para conseguir redactar en el mínimo espacio el máximo de acontecimientos. Posteriormente, se vio la necesidad de ordenar ese material por orden de importancia.
Nace la pirámide invertida
Durante algún tiempo, coexistieron las informaciones que provenían del telégrafo y las que se recogían por métodos más tradicionales (reporteros, articulistas, etc.). Sin embargo, la guerra de Secesión norteamericana iba a modificar sustancialmente la estructura de los periódicos. Los corresponsales en los campos de batalla iniciaron una nueva forma de escribir y de enviar noticias. Después de una contienda importante, los corresponsales pedían preferencia al encontrarse en las oficinas del telégrafo. Para ganar tiempo no daban su opinión ni suministraban excesivos detalles al transmitir las noticias; intentaban informar de los acontecimientos más importantes.
Ante esta situación, los operadores de telégrafos idearon un método para lograr dar preferencia a todos los corresponsales a la vez. El sistema consistió en hacer una rueda de informadores en la cual cada uno podía dictar un párrafo, el más importante, de su información. Al acabar el turno se iniciaba el dictado del segundo párrafo, y así hasta el final.
Había nacido la pirámide invertida de la noticia, método que sigue vigente hoy en día. En ella el núcleo de la información, lo más importante, se pone al principio, en el denominado lid, y los detalles que completan la noticia se explican a continuación en orden de mayor o menor importancia hasta el final. La pirámide invertida sirve para ayudar al lector a seleccionar los datos más importantes de cada noticia.
Posteriormente al invento del teléfono (que puso en contacto a los periodistas con todo el mundo sin moverse de la redacción) y de la máquina de escribir que conseguía textos perfectamente legibles, uno de los pasos más importantes en la historia de la estructura interna de las noticias lo supuso la invención del teletipo. El teletipo fue un invento, suma del telégrafo y la máquina de escribir, que a partir de 1913, fecha de su aparición, enviaba a los periódicos las noticias perfectamente impresas y estructuradas, dispuestas para la titulación si era necesario. La noticia del teletipo, desde un principio, fue redactada con la técnica de pirámide invertida.
El mundo en seis respuestas
Cuando se produce un acontecimiento, el periodista se encuentra ante los siguientes elementos: un hecho que implica que ha ocurrido algo, generalmente a alguien, en un determinado lugar, en un espacio de tiempo, con unas características y debido a unas causas. La respuesta a todos esos elementos en un texto elaborado para ser difundido por los medios convierte el acontecimiento en noticia.
Para dar forma periodística a un hecho-acontecimiento, el informador formula cinco preguntas clásicas en el mundo periodístico, denominadas las cinco W por su raíz anglosajona: Qué (what) ha sucedido; quiénes (who) son sus protagonistas; dónde (where) ha sucedido; cuándo (when) ha sucedido; y por qué (why) ha sucedido. Una última pregunta, el cómo ha sucedido, puede responderse en el qué o el por qué, aunque a veces tiene entidad por sí misma.
La actualidad periodística existe en relación a la respuesta que el periodista obtiene de las seis preguntas, cuya explicación es la siguiente:
– Qué: implica los acontecimientos, las acciones e ideas de las que va a informar la noticia.
– Quiénes: son los protagonistas, sus antagonistas y, en definitiva, todos aquellos personajes que aparecen en la noticia.
– Cuándo: sitúa la acción en un tiempo concreto, señala su inicio, su duración y su final.
– Dónde: delimita el espacio del desarrollo de los hechos.
– Por qué: explica al receptor las razones que han motivado el acontecimiento, sus antecedentes, etc. Además, introduce en muchos casos elementos de valoración que superan la simple descripción de los acontecimientos.
– Cómo: describe las circunstancias y las modalidades que han revestido los hechos.
A pesar de que las W pertenecen a la más tradicional escuela norteamericana de periodismo, su verdadero origen se encuentra en la retórica clásica. En sus Institutiones Oratorieae, Quintiliano se plantea las mismas preguntas que el periodista actual como método para responder a toda causa posible de un discurso.
Según la retórica, las fases de elaboración, producción y representación en público del discurso comprenden: la inventio (o proceso productivo – creador); dispositio (el orden de las ideas y pensamientos que hemos encontrado gracias a la inventio); elocutio (traslada al lenguaje las ideas halladas en la inventio); memoria (memorizar el discurso); y pronuntiatio (ejercitarse en la oratoria). Las tres primeras son las que se desarrollan a través de las seis preguntas. La respuesta a estas preguntas debe hacerse a lo largo de la noticia, a través de una determinada estructura.
Estructura de la noticia: lid y cuerpo
Cuando se tiene claro qué se quiere decir y a quién, se puede empezar a hablar de la estructura interna de la noticia propiamente dicha. Consta de dos elementos básicos:
* El lid, o núcleo fundamental de la noticia
* El cuerpo, que explica la noticia.
El lid es el primer párrafo de la noticia y su parte fundamental. En él deben hallarse los datos más importantes que la configuran. Todo lid necesita dos requisitos: a) explicar la esencia del acontecimiento, y b) captar la atención del receptor. Toda noticia puede tener muchos elementos, muchas facetas, pero en el lid sólo puede aparecer lo más importante, el resto constituirá el cuerpo. Es importante tener esto en cuenta porque muchos periodistas consideran erróneamente que el lid debe ser un resumen de las W, con lo que convierten el primer párrafo de la noticia en un texto farragoso y difícil de leer.
A partir del lid, que contiene el núcleo fundamental de la noticia, el cuerpo de la noticia se desarrolla con el resto de datos del acontecimiento. Debe contener los siguientes elementos:
– Los datos se explican y amplían el lid
– La explicación de datos que ayudan a situar la noticia dentro de un determinado contexto (si es necesario).
– Un material secundario o de menor importancia (si es necesario).
Una de las posibilidades más corrientes que pueden ocurrir al redactar una noticia es que deba cortarse. La escasez de espacio (en la prensa escrita) y de tiempo (en la radio y la televisión) obligan a ello en muchas ocasiones. Si cada vez que debe cortarse una noticia hay que reescribirla, el proceso informativo no acabaría nunca. Para solucionar este problema, se adoptó la estructura de la pirámide invertida, mencionada anteriormente, que es el sistema de redactar una noticia situando los datos más importantes al principio y los menos importantes al final. El método tiene dos objetivos: por una parte informar al receptor desde el principio del núcleo fundamental de la noticia. Por otra, si es necesario abreviarla, la pirámide invertida facilita la supresión de los últimos párrafos, que son los que contienen la información menos importante.
Noticias simples: con un solo elemento
Una noticia simple es la que tiene una sola idea básica contenida en el lid. En caso de las declaraciones de un personaje público, de un accidente aéreo, de la victoria de un equipo de fútbol determinado, la noticia es sencilla: tiene un solo elemento como protagonista.
En una noticia simple, los hechos generalmente se ordenan según su importancia en relación a la idea básica. Melvin Mencher, de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, considera que la noticia debe contar con la siguiente estructura (Mencher, 1983, pag. 201):
– Lid o primer párrafo de la noticia (idea A)
– Cuerpo:
· Material explicativo (elaboración de la idea A)
· Material secundario (subtemas b,c,d,e..)
· Información contextual (background)
· Más elaboración de la idea A.
El lid suministra la información fundamental sobre la idea A pero no la agota. Por lo tanto, el primer párrafo del cuerpo (y, en su caso, el segundo y el tercero) deberán completarla. Sin embargo, la información sobre un hecho suele estar rodeada de otros hechos, conectados de alguna forma con el primero, pero de menor relevancia. Estos hechos constituirán el material secundario dividido en subtemas (uno por hecho), que se irán ordenando a lo largo del cuerpo de la noticia.
Por otra parte, un acontecimiento se produce en un contexto determinado (geográfico, histórico, etc.) que ayuda a explicarlo. Un terremoto de la misma intensidad provoca mucho más muertos y daños en un país subdesarrollado que en otro preparado para este tipo de siniestros. La información no puede ignorarlo, como también debe tener en cuenta si el terremoto se ha producido en una zona geográfica donde los movimientos sísmicos suelen ser frecuentes, y por lo tanto previsibles, o en un lugar donde este tipo de accidentes son inhabituales. Por otra parte, no es lo mismo el estallido de un conflicto entre países con un largo historial de enfrentamientos, que el brote de violencia inesperado en una ciudad donde, aparentemente, reinaba la tranquilidad social. En todos estos casos, es necesario recurrir a la contextualización para explicar mejor la noticia. La contextualización suele ser de dos tipos: diacrónica (explica la sucesión de hechos anteriores a la noticia, relacionados con ella) y sincrónica (explica las circunstancias geográficas, políticas, sociales, etc., en las que se produce la noticia). Una noticia puede contener varias contextualizaciones.