Macrorreglas de la elaboración del texto

UNIDAD 4

TEXTO FUENTE/Ir a Coherencia

Síntesis sobre macrorreglas de Teun van Dijk para los procesos de comprensión y producción de textos.

Por Mauricio MAYOL

 

MACRORREGLAS DE COMPRENSIÓN DEL TEXTO

1. OMITIR. Se omiten todas las proposiciones que el usuario no considera importantes.

2. GENERALIZAR. Una proposición que contiene un superconcepto sustituye las proposiciones que contienen conceptos que quedan englobados en el superconcepto.

3. CONSTRUIR. Una secuencia de proposiciones que indique requisitos normales, componentes, consecuencias, propiedades, etc., de una circunstancia más global, se sustituye por una proposición que designe esa circunstancia.

MACRORREGLAS DE PRODUCCIÓN DEL TEXTO

1. ADJUNTAR. Se añaden las proposiciones de detalle que no representan proposiciones importantes en el texto.

2. PARTICULARIZAR. Si se dispone de un concepto general, se pueden construir los conceptos parciales más plausibles.

3. ESPECIFICAR. Es el caso más simple de reconstrucción de informaciones, ya que estas se pueden deducir del marco correspondiente con el que se hizo la construcción.

Extraído de “Describir el escribir” de Daniel Cassany (Bacelona: Paidós, 1989)

 

En el proceso de comprensión, por este orden, seleccionamos la información que consideramos relevante, omitiendo lo que como receptores no consideramos importante; generalizamos, esto es, relacionamos los conceptos seleccionados con conceptos más amplios, que quedan englobados en el superconcepto; y finalmente construimos, ordenamos lógicamente los materiales seleccionados y con la secuencia de conceptos, proposiciones y superconceptos, reconstruimos una nueva estructura y un nuevo texto: nuestro texto. El conjunto es un proceso semasiológico (1) en el que procedemos de la palabra, del signo, para llegar al significado.

En la producción, a partir de las macroestructuras memorizadas (leídas), adjuntamos, ampliamos y completamos una idea básica con detalles, ejemplos, etc.; particularizamos, vamos construyendo los conceptos parciales más oportunos, concretamos ideas generales; y especificamos, es decir, reconstruimos las informaciones que se pueden deducir del marco correspondiente con el que se hizo la construcción, seleccionamos las palabras, las expresiones adecuadas para la verbalización del contenido que queremos manifestar, en un proceso onomasiológico (de la idea a la palabra). Estos procesos cognitivos revelan el carácter recursivo de la escritura, además de su complejidad.

(1) La semasiología es una rama de la lexicología que estudia la relación que va desde la cosa a la palabra; en el diálogo esta función la cumple el receptor, que recibe la palabra del emisor y atribuye a esta la cosa o significado que le corresponde. 

Extraído de: “La Evaluación por claves como parte del proceso de aprendizaje de la expresión escrita” de María Luisa Regueiro Rodriguez (Univ. Complutense de Madrid)