Desconcierto por la desaparición de un cerrajero

UNIDAD 6
TEXTO COMPLEMENTARIO

LA MAÑANA DE CÓRDOBA – Viernes 11 de Noviembre de 2005
Los investigadores no tienen aún una hipótesis firme en el misterioso caso, rodeado de extrañezas e incógnitas
Miguel Ángel Márquez, cerrajero desde hace 20 años, festejó su cumpleaños número 39 en el departamento de un amigo, junto a su madre, su hermano, su primo y otras personas. Cerca de las dos de la mañana se fue con su pareja y volvió a su casa horas después. A las 9 bajó para ir a trabajar, pero nunca terminó de recorrer los 50 metros que lo separaban del local de la cerrajería. Desde ese primero de noviembre nadie volvió a verlo y Márquez lleva doce días desaparecido.
Márquez usaba la misma remera que en la foto el día que desapareció.
De las últimas desapariciones que tuvieron gran repercusión social, ésta parece ser la que -por lo menos por el momento- encierra el mayor misterio para los investigadores. En el caso del cerrajero Márquez no hay ninguna pista firme que indique al fiscal y a la Policía un camino a seguir entre las muchas hipótesis que existen: ¿una mujer, deudas, un simple robo por 600 pesos? ¿Lo confundieron con el primo, dueño de la cerrajería y lo secuestraron; lo raptaron para obligarlo a abrir una caja fuerte en un asalto? Son preguntas que nadie se anima a responder.
Márquez compartía un departamento con cuatro personas que le alquilaban a su primo Gastón Madina, quien es además dueño de la cerrajería donde trabaja. El local queda en Belgrano 157, y hacia allí se dirigía Márquez el día que se lo tragó la tierra.
En todo este tiempo su familia recibió sólo un llamado extraño, aunque no creen que tenga relación con el caso. “El martes pasado a la noche una mujer desconocida llamó cuatro veces al número de celular que figura en la camioneta de la cerrajería. Se expresaba con monosílabos y decía palabras incoherentes. Yo le corté y nunca más volvió a llamar”, contó Paulo Madina.
Su primo asegura que Miguel Ángel “fue siempre un tipo muy profundo, de pensar mucho las cosas”, y descartó que fuera depresivo. Sus salidas eran mayormente a tomar un café, y su grupo de amigos pertenecía a su antiguo trabajo en un hipermercado. Además, era muy apegado a su madre: “Hace unos años perdieron a un hermano, así que no creo que se haya ido causándole tanto dolor a mi tía”.
Para Madina, su primo pudo ser víctima de un asalto: «Yo le tenía que mandar cerca de 60 mil pesos a mi ex mujer y mi primo se los iba a llevar. A lo mejor lo comentó y alguien que se enteró quiso robarle pensando que tenía la plata».
En la casa de Márquez se encontró su DNI, y su celular había quedado en la casa de su primo la noche de la fiesta, cargando la batería. Sus tarjetas de crédito, de débito y su cuenta bancaria no tuvieron movimiento en los días posteriores a su desaparición.
Deudas
Miguel Ángel Márquez no tenía seguro de vida, por lo tanto se descarta también un homicidio de parte de un beneficiario así como un posible auto ocultamiento para cobrar ese dinero y empezar una nueva vida.
Lo que sí se sabe es que el cerrajero tenía graves problemas con sus deudas; esto fue confirmado por fuentes policiales y su propio primo: “No tenía capital propio, es más, tuvo dramas con una mujer que le sacó hasta el último peso. Ahora estaba saliendo de esas deudas, sobre todo con tarjetas de crédito. Incluso yo le presté 7.000 pesos porque prefería que me deba a mí, y me estaba devolviendo porque ganaba buena plata”.
Esto dio una punta a los investigadores para sospechar de Paulo Madina, el primo, o posibles acreedores de Márquez. Pero por otro lado se abre un nuevo interrogante: ¿Márquez se vinculó con delincuentes para pagar sus deudas? Si ese fuera el caso, ahora podría encontrarse prófugo o, en el más terrible de los extremos, asesinado por un ajuste de cuentas.
En este sentido resulta llamativo que el sábado pasado -a cinco días de la desaparición- dos ladrones fueran detenidos cuando realizaban un boquete en una pared de una playa de estacionamiento ubicada sobre calle Tucumán 185. La abertura desembocaba directamente a una gran caja fuerte de una joyería de avenida Colón.
Según Madina -también cerrajero- Márquez “era especialista en todo, desde llaves de autos con códigos hasta todo tipo de caja fuerte, que son muy parecidas”.
Al ser consultado por LA MAÑANA, el comisario Fabían Chirichián, quien investiga el intento de robo a la joyería, dijo que aunque los hechos aún no han sido relacionados “no hay que descartar nada”, pero que no se sabe qué pensaban hacer los asaltantes con la caja fuerte. “¿La iban a sopletear; tenían a alguien para abrirla? Todavía no lo sabemos”, dijo el comisario. Lo que sí se pudo determinar es que los delincuentes iban preparados, con un elaborado plan de inteligencia y las herramientas necesarias.
“No hay motivo”
Pero Márquez no tiene antecedentes penales, y fuentes de Protección de las Personas señalaron que por el momento se encuentran trabajando en la búsqueda de testigos en la zona donde vivía el cerrajero, y en la toma de testimonios de sus allegados. Una de las personas que ayer fueron interrogadas fue la ex pareja de Miguel Ángel, de la cual se habría separado seis meses atrás y de la que “estaba muy enamorado”.
“No hay motivo”, es la frase que se escucha de boca de los pesquisas, perdidos aún ante la misteriosa desaparición. “Hay que evaluar todas las posibilidades”, dicen, sin tratar de tapar su desconcierto.
El caso estará hasta el lunes en manos del fiscal José Mana y luego pasará a la órbita del fiscal Alejandro Moyano. Ayer estuvieron declarando en Tribunales las cuatro personas que conviven con Márquez -entre ellas una joven misionera que sería su actual pareja-, su primo Paulo Madina y otros familiares.
El abogado de Madina, Alejandro Zeverín, indicó que la búsqueda de Márquez ya se ha nacionalizado, por lo que se esperan novedades de otras provincias.