En lo sustancial, el taller tiene como modalidad pedagógica el aprender haciendo: los conocimientos se adquieren en una práctica concreta que implica la inserción en la realidad que constituye el futuro campo de acción profesional de los estudiantes.
Se procura integrar la teoría y la práctica, la reflexión y la acción, a través del trabajo individual y grupal, en los dos momentos esenciales del aprendizaje: el taller de lectura y el trabajo de escritura.
Cada tema que se aborda en el grupo propicia la discusión y la reflexión y este diálogo plural permite compartir el conocimiento que cada uno tiene y enriquecerlo.
En cuanto al texto producido por cada participante, al ser comunicado a otros se transforma en un producto que circula socialmente.
Escuchar y ser escuchado, discutir puntos de vista propios y ajenos, preguntar y buscar respuestas, hacer observaciones sobre lo que se lee y lo que se escribe, comparar un texto con otro anterior, son acciones que conforman el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos.
Durante este proceso, la evaluación permanente tiene el sentido de comprobar cómo, de qué manera y para qué se realizan las actividades para ir corrigiendo y mejorando en el transcurrir de las clases.
El error es tomado como un elemento importante para la construcción del aprendizaje, no como algo censurable sino como indagación para el crecimiento.
La evaluación es siempre individual, con independencia de que el trabajo práctico o la actividad se haya planteado por grupos o en forma individual. Cada práctico se califica con nota, conforme a la escala de calificaciones vigente en la Universidad Nacional de Rosario: Insuficiente, 1,2,3,4 y 5; Aprobado, 6; Bueno, 7; Muy Bueno, 8; Distinguido,9; Sobresaliente, 10.
A los fines de la evaluación los trabajos tendrán dos categorías:
1) 1) Ordinarios:
Son aquellos pautados en la planificación de contenidos y organización de las actividades detallados en el punto 1.6. que aparecen bajo los subtítulos:
Trabajos prácticos de lectura
Trabajos prácticos de redacción
La cátedra presupone un promedio de 30 trabajos ordinarios por año.
2) Integradores:
Son aquellos mediante los cuales se procura evaluar la lectura de los textos base y fuente del material didáctico organizado por la cátedra, conocer el interés despertado en la lectura de los textos complementarios, determinar el grado de reflexión sobre los nuevos conceptos y evaluar la articulación de los nuevos conocimientos con los trabajos prácticos de lectura y redacción.
Apuntan a obtener la constatación de las capacidades del alumno para relacionar, comparar, sintetizar, conceptualizar, es decir, elaborar los conocimientos para su posterior aplicación en nuevas circunstancias comunicativas.
Los habrá de dos tipos:
Trabajos integradores parciales: Durante la cursada se realizarán tres trabajos integradores parciales, a saber:
1. Al finalizar la Unidad 1.
2. Al finalizar la Unidad 4.
3. Al finalizar la Unidad 6.
Trabajo final presentado al cierre del cursado de la materia. Se trata de un trabajo individual e inédito, integrado por un texto informativo y un texto de opinión sobre un tema a elección del alumno. El objetivo específico es lograr integrar y condensar en un trabajo de creación los conocimientos adquiridos durante el cursado del taller. El trabajo será monitoreado por el profesor en consultas durante los meses de octubre, noviembre y diciembre.