Un modelo teórico para entender el mundo del escritor (T. Base 4)

UNIDAD 1
TEXTO BASE 4
El modelo de Hayes y Flower

Si ya tenemos en claro cuán complejo es el proceso de la escritura, podemos entender la necesidad de los investigadores de distintas disciplinas de estudiar la manera en que se produce esa actividad importante y complicada.

El modelo de producción de John Hayes y Linda Flower describe las diversas operaciones intelectuales que realiza un autor para escribir un texto.

Los autores realizaron diferentes experiencias que los llevaron a determinar la existencia de diversos procesos y subprocesos mentales básicos, que se organizan jerárquicamente y con determinadas reglas de funcionamiento.

Estos procesos no son etapas unitarias y rígidas del proceso de composición, ni se suceden linealmente siguiendo un orden determinado, sino que son usados cuando el escritor los necesita y más de una vez durante el proceso de composición. Al respecto, es importante destacar este aspecto recursivo que se produce entre el aprendizaje, la creatividad y los procesos de composición.

Reformulación Modelo de Hayes

Como vemos, el modelo de Hayes y Flowers establece tres grandes procesos:

1.- El entorno de la tarea o la situación de comunicación.

2.- La memoria a largo plazo del escritor.

3.- El proceso de escritura

1.- El entorno de la tarea

Este proceso, que podemos llamar entorno de la tarea o situación comunicativa, y cuyos elementos son externos al escritor, está determinado por el problema retórico y el texto mismo.

En el siguiente cuadro sintetizamos este proceso del modelo:

 

cuadro2

 

2.- La memoria a largo plazo del escritor

La memoria a largo plazo contiene los datos que hemos ido grabando sobre nuestros saberes y experiencias.
Cuando recurrimos a la memoria a largo plazo, una palabra o una idea se convierte en la contraseña para abrir el archivo donde se guardan conocimientos que tenemos almacenados en ella. La contraseña moviliza una larga cadena de informaciones que tienen una estructura propia según como fue grabada.

El escritor rescata la información de la memoria a largo plazo y luego la refunde y elabora según las características de la situación de comunicación en que se encuentre, la adecua a las necesidades del nuevo texto, a la intención por la que escribe y a la audiencia para quien se construye el texto.

3.- El proceso de escritura:

El proceso de escritura se divide, a su vez, en tres procesos: planificar, trasladar o traducir y revisar.

A) Planificar:

Es la representación mental de las informaciones que contendrá el texto. Como es muy abstracta, no es necesario un esquema completo y desarrollado. Puede ser una palabra clave que represente una cadena completa de ideas. Puede ser, incluso, no verbal, por ejemplo una imagen visual.

Sin embargo, para los escritores novatos se recomienda una buena planificación que sostenga con sus pasos el camino a recorrer en el texto. Por supuesto que habrá cambios, idas y vueltas, borrones y agregados, para eso tenemos a los borradores como complementos de una exhaustiva planificación.
La planificación tiene tres subprocesos: generar ideas, organizar ideas y fijar metas.

a) Generar ideas:

Se produce durante la búsqueda de informaciones de la memoria a largo plazo. A veces esa generación es muy estructurada, otras se da sólo con ideas sueltas.

Sobre este tema ampliaremos más adelante para que tengan un modelo de planificación que los ayude a redactar sus textos.

b) Organizar ideas:

Durante el período de la organización se estructuran los datos de las informaciones según las necesidades de la situación de comunicación. Las ideas generadas se ordenan y completan en una estructura global.

Es en este momento cuando se elabora la coherencia del texto por cuanto se separan las ideas principales de las secundarias y se define y decide en qué orden aparecerán en el texto.

De este subproceso dependen la elaboración de planes discursivos y la adecuación a las características de audiencia.

c) Fijar metas:

Es el momento de fijar los objetivos, se encarga de la elaboración de esos objetivos que dirigirán el proceso de composición.

No se produce siempre de la misma manera y en el mismo momento. Muchas veces se genera y desarrollan con otras ideas. Otras veces se determinan primero; en otros casos están fijados convencionalmente, por ejemplo, si tengo que escribir una noticia, el objetivo de redactar para informar ya está establecido de manera convencional.

B) Trasladar o traducir

Expresa, traduce y transforma las representaciones abstractas en una secuencia lineal de lenguaje escrito. Es el momento de redactar, es el momento de poner en secuencia lo planificado y organizado, es el momento de trasladar las ideas a la escritura.

C) Revisar

Es la instancia de examinar, en la que se decide conscientemente releer todo lo que se planificó y escribió. Se revisa todo, tanto las ideas y frases redactadas cuanto los planes y los objetivos.

Se valora lo realizado, se comprueba que responda, efectivamente, a lo pensado, a las necesidades planteadas por las características de la audiencia, a la intención que determinó la meta. Si se cree conveniente, se corrige, se modifican algunos aspectos, se efectúan cambios a partir de diferentes criterios.

D) Monitoreo

Su función consiste en controlar y regular las actuaciones de todos los procesos y subprocesos durante la composición.

Los criterios dependen de los objetivos y de los hábitos del escritor como de su estilo individual.
Determina cuánto tiempo es necesario para generar ideas y cuándo puede pasar al proceso de redacción, cuándo debe interrumpir la organización para revisar o generar nuevamente, cuándo debe interrumpir la escritura para revisar los objetivos…

Conclusiones:

– Este modelo muestra que los procesos mentales de la composición tiene una organización jerárquica y concatenada, según la cual cualquier proceso puede actuar encadenado a otro.

– Se advierte, gracias al modelo, que los procesos de pensamiento son como herramientas que el escritor utiliza para construir un objeto: el texto. Él decide cuándo las utiliza y en qué orden.

– Podemos considerar a la composición como un proceso de pensamiento dirigido por una red de objetivos, red creada y desarrollada por el escritor. De acuerdo con ello, los objetivos no se crean sólo en la etapa de pre-escritura sino que se pueden ir desarrollando durante el proceso de composición ya que la cadena de objetivos crece en la etapa de composición. Los objetivos locales se van planteando paso a paso gracias al monitoreo que produce la consulta permanente con los objetivos más globales que son los que dan coherencia a la composición.

– Durante la composición se deben aceptar e integrar las pautas que impone la situación de comunicación por cuanto los planes del texto, los conocimientos de la memoria a largo plazo y el texto mismo deben acotarse constantemente a esa situación determinada.

– El proceso de composición es, también, un proceso de aprendizaje ya que se aprenden cosas que luego serán utilizadas para regenerar objetivos y planes del texto.

En síntesis:

El modelo teórico para entender la producción de textos escritos es una teoría muy importante que da cuenta de los distintos procesos, conscientes o inconscientes, que se usan para componer el texto y de la estructura y funcionamiento que tienen esos procesos.

A partir de este estudio, se sostiene que es el escritor quien dirige la operación con objetivos de procedimiento y de contenido que él mismo fija.

Su desarrollo apunta a descubrir el papel que desempeñan el aprendizaje y la creatividad en el marco de todo el proceso de composición.

Una reformulación

Algunos años después de la publicación del modelo que acabamos de estudiar, uno de sus autores, John Hayes, elaboró una reformulación del mismo que da cuenta con mayor precisión la complejidad de los procesos de escritura. Si bien esto no implica que el modelo anterior haya quedado caduco, revisar su reformulación nos servirá para seguir comprendiendo el complejo proceso de redactar.