La complejidad de la memoria – Mabel MARRO y Amalia DELLAMEA

UNIDAD 1
TEXTO FUENTE | ir a Un modelo téorico para comprender el mundo del escritor
MARRO, Mabel y DELLAMEA, Amalia, Producción de textos, Fundación Universidad a Distancia Hernandarias, Editorial Docencia, Buenos Aires, 1993, pág. 26.
Las teorías sobre la memoria humana reconocen la memoria como un importante componente de un modelo de procesamiento del lenguaje. Baddeley (1989) realiza una revisión de las hipótesis actuales sobre cómo trabaja la memoria humana. El autor explica que, en general, se está de acuerdo en distinguir dos tipos de memoria: Memoria a largo plazo y Memoria a corto plazo.
La diferencia está relacionada con el tipo de informaciones que deben ser almacenadas. Algunas informaciones deben estar disponibles sólo por un momento; otras, en cambio, son necesarias para más tiempo, o incluso para siempre.


La información de “poca vida” se almacena en la memoria a corto plazo durante cierto tiempo y mientras queda espacio en esa memoria. Una parte de esas informaciones se transporta a la memoria a largo plazo. Por esta razón, también se la denomina memoria semántica o conceptual, que permite la adquisición y el uso de los conocimientos.
Van Dijk (1978) presentó la analogía de este trabajo como un “taller” en el que las informaciones que ingresan reciben un primer tratamiento en la memoria a corto plazo, que tiene una capacidad limitada de almacenamiento, y luego se las “guarda” en la memoria semántica. Estas operaciones, aunque válidas también para la percepción y elaboración no verbal, resultan cruciales durante la comprensión y elaboración de textos ya que traducen conceptos o relaciones entre conceptos a proposiciones ( o a redes conceptuales).
Con relación a la memoria a corto plazo, Baddeley y Hitch (1974) exploraron el concepto de memoria operativa, como sistema que actúa de almacén temporario y desempeña un papel crucial en tareas cognitivas como el aprendizaje, el razonamiento y el entendimiento. Datos aportados por investigaciones recientes permiten postular que la memoria a largo plazo no es un sistema unitario, sino que está compuesto además por otra memoria encargada de recolectar los sucesos de la experiencia personal, denominada memoria episódica. Sin embargo, los investigadores no han llegado todavía a un acuerdo respecto a si la memoria episódica utiliza el mismo sistema que la memoria semántica; o si ambas memorias utilizan de manera diferente.
La característica particular de la memoria episódica estriba en el registro especial de una serie de rasgos de ingreso de la información: dónde, cuándo y cómo se percibió y comprendió una experiencia. Esto implicaría que el resto de la memoria a largo plazo sirve principalmente como almacén de conocimientos de circunstancias más generales y que, a través de la memoria episódica, se recuerdan más bien sucesos concretos vividos.
Resulta entonces muy probable que la breve información semántica que se requiere para la comprensión de una oración o de un texto se almacene de manera característica en esta memoria episódica.