¡Qué ronda de lectura se armó para el final! La querida 209 explotó de corazones ávidos por abrirse a escuchar las crónicas que, cada uno desde su lugar, durante el año vieron amasar por las estudiantes de comunicación que tienen cerca. Así dijimos que íbamos a trabajar en el año: amasar con bronca, con entusiasmo, con esperanza, con tristeza, con cansancio, con alegría… Amasamos sin parar, y llegó el banquete para compartir.
Abrimos la FCPolit, la escuela de Comunicación, el aula de Redacción, a la personas que son parte de nuestra universidad pública. Armamos la gran ronda, esa primera y esencial forma de encontrarnos en comunidad, y cada una tomó la palabra para relatar su trabajo sensible, comprometido, profundo, para leer textos que queríamos hacer: que hablen de la las historias de las que no se habla; que interpelen a lectores apurados, distraídos, apático; que dejen huella.
A la ronda se sumaron Néstor y Clarisa, las autoridades de la Escuela de Comunicación que acompañaron con escucha y reconocimiento. Se sentaron hasta en el piso abuelos y abuelas, padres y madres, hermanos y hermanas, novios y novias, amigos y amigas, protagonistas de las noticias que contamos. ¡Y Cande Parnisari, exalumna de Redacción y talentosísima música, que nos regaló su arte!
Un encuentro que fortaleció el sentido de tanto esfuerzo, y que labra un aprendizaje colectivo, de esos que “entran en el corazón, se quedan y no se van más”.
¡Felicitaciones, chicas! Son orgullo y esperanza. Que donde vayan escriban y armen rondas para compartir la lectura.