Por Julia Capoduro*
Esta entrevista fue realizada a Ana Paula Gutiérrez, encargada de la biblioteca de nuestra facultad. Aquí nos comenta sobre la situación presupuestaria, y las herramientas y material que podemos encontrar en este espacio.
Día nublado. Entro a la biblioteca. Silencio. Ana Paula está en el escritorio, otro señor por ahí leyendo un diario. Más atrás, alguien entre las estanterías de libros, cajas y fotocopias. Hay olor a papel.
– Hola Ana Paula, contanos un poco sobre los elementos que podemos encontrar en la biblioteca de la facultad.
Esta es la biblioteca de las cuatro carreras que se dan en la facultad y podes encontrar material bibliográfico referido a todas ellas. No hay demasiadas cosas, ni libros muy específicos. Sólo el material básico.
¿De dónde vienen los fondos para la compra de material? ¿Existe algún presupuesto dedicado a la biblioteca?
La biblioteca no tiene ningún presupuesto. Los libros y el material que hay son por donación o por intercambio con algunas universidades o instituciones. Este es el motivo fundamental por el que no hay una cantidad equilibrada de material para las cuatro carreras de la facultad.
Las computadoras, la fotocopiadora, las puertas de seguridad y todo lo que sea referido a nuevas tecnologías entró en la biblioteca por el proyecto FOMEC (Fondo para el Mejoramiento de la Calidad Educativa), que es un fondo internacional destinado a la optimización del desarrollo educativo mediante el mejoramiento del soporte tecnológico.
¿Hay alguna iniciativa por parte de ustedes o de algún directivo de la facultad para mejorar las condiciones y que la biblioteca pueda brindar un mejor servicio a los alumnos?
Nosotros presentamos recientemente un proyecto a uno de los directores de una de las escuelas y bueno, se esta charlando. Todavía no sabemos que va a pasar con eso, pero por lo pronto no hay nada. Lo único que compra la facultad son los diarios.
¿Las agrupaciones de estudiantes hacen algo al respecto?
No demasiado. Por ahí traen alguna donación, pero es algo irregular y esporádico. Las escuelas también bajan material, pero no es que la biblioteca disponga por año o por mes de un fondo permanente para invertir en las cosas que nos hacen falta.
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*Julia Capoduro es estudiante de la licenciatura en Comunicación Social