Algo que sabés hacer: mirar fútbol con hombres

¿Cómo mirar un partido de fútbol con hombres?
Por Irene Parlante Garzia*
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Si usted es uno de esos raros especimenes femeninos que disfruta de un buen partido de fútbol, o simplemente no puede dejar de ver la final del mundial donde juega la selección de su país, aquí van unos útiles consejos para mirar la transmisión sin originar una pelea conyugal o, en el peor de los casos, una separación violenta.


En primer lugar, si tiene dos televisores en su hogar, haga uso de ellos y no mire el partido en la misma habitación que su novio, marido, padre, hermano, primo o cualquier persona del sexo masculino. En caso de que en su tierno hogar haya una sola TV, invite cordialmente al hombre (o a los hombres) de la casa a mirarlo en algún bar.
Si ninguna de las anteriores fuera posible, aquí van unos consejos prácticos para evitar disturbios en su normalmente tranquila morada.
1- Si es el primer partido que ve, debe saber que no es una buena ocasión para acurrucarse en el sillón para mirarlo juntos, mientras más lejos se encuentre uno del otro mejor. Este tipo de eventos puede suscitar en su amorcito niveles extremos de violencia y pesadez de espíritu (es decir, esa criatura que usted cree tener amaestrada se puede tornar bastante insoportable durante los 90 minutos que dura el juego)
2- Si su hombre es de aquellos que creen que saben más que el mismísimo Bielsa, Pekerman, o quien quiera que sea el DT de la selección, sepa que lo más probable es que intente dirigir el partido, ordenar los cambios y dar indicaciones a los jugadores, lo que puede resultar realmente molesto cuando una está tratando de descifrar lo que dice el relator del canal. En este caso usted tiene dos opciones:
a. Si ha hecho yoga, meditación, o alguna de esas yerbas orientales y posee la suficiente fuerza de espíritu, lo más recomendable es que “haga oídos sordos” a los comentarios del hombre que la acompaña.
b. Si usted no ha tenido preparación en estas áreas y su fuerza espiritual está flaqueando, lo mejor es que simplemente confíe en sus reflejos condicionados y conteste cosas como: “Sí”, “Tenés toda la razón del mundo”, “Sí mi amorcito”, “Claro que vos serías mejor DT que…”
3- En caso de que la final la gane su selección y el hombre de la casa siga quejándose del árbitro, el director técnico o los jugadores, note que al final del partido probablemente se empiece a escuchar desde el televisor el himno nacional o algún tipo de canción o
marcha patria. Lo mejor en estos casos es cantarlo lo más fuerte posible para tapar las quejas de su conyugue. Y darle a entender que el partido ya terminó, y lo hecho hecho está.
Si el canal se pusiera por alguna razón en su contra y no pasara ninguno de los anteriores audios, puede intentar con alguna canción típica de la cancha, por ejemplo, la más común es “Vamos vamos, Argentina, vamos vamos a ganar…” o cualquiera que dirija burlas o insultos hacia el contrincante. Le recomendamos que en los días previos al encuentro futbolístico se haga conocedora de todas estas canciones para estar preparada ante cualquier inconveniente.
4- En caso de que su selección pierda la final, ni se le ocurra decir cosas como “Lo importante es competir” “Salimos segundos, no está tan mal” o tratar de consolar a su acompañante con un abrazo o un beso. Sepa que está de terrible humor y esto lo pondrá aún peor. Lo mejor que puede hacer es insultar al unísono con él o simplemente quedarse callada. Si está dentro de sus posibilidades tome un curso de actuación para poner la mejor cara de tristeza y desilusión que le salga. Lo peor en estos casos es esbozar una sonrisa o actuar como si nada hubiese pasado. Sepa que su hombre, y probablemente todos los de la nación están de luto.
5- Haga lo que haga durante el partido, jamás haga preguntas tontas como “¿Por qué ahora corren para el otro lado?” (cuando empieza el segundo tiempo) o “¿Qué es un off side?” ni nada que implique que le van a tener que explicar las reglas de juego. Si no sabe, no pregunte. Podría tener consecuencias fatales.
6- Por favor, evite tomar cerveza o cualquier líquido que la haga usar el baño muy seguido. Si esto sucediera deberá preguntar qué pasó cuando vuelva del toilette, y esto, en una final de fútbol, es pecado capital.
7- Por último, no trate de ridículo a su familiar si han ganado el partido y quiere salir a tocar bocina para festejar. Únase y verá que divertido es.
Y si cree que todo esto es demasiado sacrificio y prefiere abstenerse de las grandes finales, recuerde que la euforia de haber ganado una puede hacer maravillas para usted. No hay mejor momento para pedirle algo a su novio, padre o amigo que cuando está experimentando la mayor alegría de su vida. Aunque a usted le parezca patético es cierto, para el 90% de los hombres argentinos no hay alegría más grande que ganar una Copa del Mundo.
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*Irene Parlante Garzia es alumna de la carrera de Comunicación Social