Tras un breve repaso nos centramos en las Estrategias de producción semántica: suponen tomar decisiones en el nivel del sentido global del texto. Hablamos de estrategias respecto a planes que el escritor ejecuta para decidir qué quiero que mi texto sea, signifique.
El significado global de un texto se construye en dos aspectos del mismo:
– Macroestructura: responde al tema del texto, ¿de qué habla, qué significa? Es la representación lingüística del tema del texto.
– Superestructura: relacionada al formato del texto, al tipo de texto, a la función social que el texto cumple. Tiene que ver con el orden en el que doy la información. La superestructura son esquemas, estructuras estables vacías de contenidos que son llenadas por la macroestructura. Se repiten en todos los textos del mismo tipo, pero combinándose con distintas macroestructuras para construir el sentido global de cada texto.
Para ver cómo se ordena la información debemos diferenciar:
– Orden natural: en las narraciones es el orden cronológico. En la descripción de un ambiente, una casa, por ejemplo, se comienza por lo que está más cerca del ingreso. En la argumentación se va de lo general hacia lo particular.
– Reordenamiento: alteración del orden natural con la intención de generar algún efecto determinado en el lector.
Tipos de reordenamiento:
* Cognitivo: aquel que establezco en función de comenzar por aquello que me resulta más saliente. Tiene que ver con el efecto de punto de vista.
* Retórico: alteración del orden natural con el objetivo de establecer una especie de relación lúdica con mi audiencia; un juego de palabras. Las cuatro operaciones que realiza este reordenamiento son adjuntar, omitir, invertir, sustituir.
* Pragmático: alterar el orden natural porque el hablante considera que es más apropiado para la realización del acto de habla deseado.
* Interaccional: relacionado con el contexto y la situación comunicativa. Altero el orden natural para lograr aceptación de mi audiencia.
Estos reordenamientos pueden darse simultáneamente.
Trabajamos luego analizando el reordenamiento de una noticia.
Pasamos luego a ver luego las Estrategias para establecer coherencia local: son las que uso para relacionar semánticamente oraciones que están en una misma secuencia. Es la forma de rellenar superestructura y macroestructura, enlazando las oraciones que conforman el texto. Trabajan sobre lo semántico, al igual que las estrategias semánticas, pero a nivel micro.
Deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
1) Relación significado-referencia: estrategias para vincular las palabras a aquello a lo que refieren. Hay cuatro tipos de relaciones:
* causa – consecuencia: deben ser posibles, semánticamente coherentes, verosímiles. Una proposición es causa de la siguiente y consecuencia de la anterior.
* motivos – acciones: criterio más amplio porque los motivos de una acción pueden ser de lo más diversos.
* correferencia: relaciones de identidad que me indican que estoy hablando de lo mismo.(Ejemplo: texto sin correferencias en esta actividad)
* distribución de información: relación entre lo nuevo y lo conocido. Decidir qué información de la que ya conoce mi lector cito para conectarla con algo nuevo. Conexión entre lo implícito y lo explícito.
2) Marcos de conocimiento: conocimientos que están en el texto pero que también tenemos los usuarios de la lengua y los ponemos en juego a la hora de producir e interpretar textos. Incluye dos conceptos:
* Conocimiento de mundo: conjunto de conocimientos que tienen los participantes de un proceso de interpretación. Varía social y culturalmente. Información que tienen los usuarios de una lengua para la interpretación de un texto. Relacionado al conocimiento de contexto.
* Mundo posible: refiere a un conjunto de hechos particulares, una colección de circunstancias que hace que algunas cosas se presenten como posibles y otras no. Nos ayuda a pensar si un texto es o no coherente al nivel de su significado. Nos permite construir el concepto de lo verosímil.