por Marcela Rosales
El objetivo de este trabajo es que se hagan observadores de las escenas de la cotidianeidad, y encuentren maneras atractivas y singulares de hacerlas visibles a través de las palabras.
Para eso, les proponemos que se tomen un buen rato del día para detenerse a observar, con los cinco sentidos del periodista que propone Kapuscinski:
1. Estar…
Elijan un lugar de la ciudad (puede ser la ciudad que quieran), vayan hasta allí y decidan en qué punto de ese lugar deterse a observar lo que sucede. Recuerden que el lugar desde donde se paren, la perspectiva, hace que todo lo que miren sea único. Vayan sin apuros, dispuestos, desinhibidos, desafiantes… pero no alteren lo que sucede “naturalmente”.
2. Ver
Miren lo que hay, lo que falta, lo que pasa, lo que queda, lo nuevo, lo asombroso, lo que parece insignificante. Cuenten cómo es: qué forma, qué colores, qué texturas, qué movimiento, qué ritmos se perciben. Detecten las estructuras, la gente, los objetos, etc.
3. Oir
Sientan, escuchen lo que sucede. Qué sonidos, qué voces se destacan, cuáles se hacen percibir con esfuerzos, ¿hay silencio? Qué dicen quienes hablan cerca… (gente que pasa hablando por teléfono, que está cerca, que murmura sola…)
No lo dice Kapuscinski, pero lo agregamos nosotros: además, qué huelen, qué sabores se pueden intuir, qué sensaciones táctiles se despiertan…
Habiendo observado, tomado nota, disfrutado… dispongánse a escribir: vayan al lugar donde se sientan cómodos para hacerlo. Y continúen aplicando los sentidos del buen periodista.
4. Compartir
Llegó el momento de contar lo que percibieron, de describir lo observado de un modo creativo, original que interpele directamente a una audiencia que decidan.
5. Pensar
Anímensé a hacerse preguntas sobre lo observado, a reflexionar, a poner sobre el tapete lo que les llame la atención o, aunque parezca paradójico, lo que no parece cautivar a nadie, pero es digno de ser observado, destacado…
Finalmente, editen su texto descriptivo.
Entregar por mail hasta 12 de octubre.