Resumen de la clase del 3 de abril

* Por Ramiro Palma Nigro
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Cuentan que tras el comienzo de la dictadura cívico-militar del ‘73, en Uruguay, Mario Benedetti se vio obligado a tener que abandonar su país. Escapó hacia Buenos Aires, pero continuó siendo perseguido, amenazado, amartillado. Esta vez –una más- por la Triple A. Luego debió refugiarse en Perú. Aquí lo detuvieron, lo deportaron y terminaron absolviéndolo. Entonces fue Cuba, en 1976, quien lo recibió. Y España, o Madrid, donde finalmente recaló. Fueron más de diez los años que Mario Benedetti fue obligado –quien pudiera negarlo- a vivir lejos de su tierra, su esposa, sus amigos.


Esteban Leguizamón, o Edgardo Estaban Leguizamón, era un pibe de apenas 18 años cuando un otoño del ‘82 debió dejar su casa, empuñar un arma y defender su patria, la que supuestamente lo demandaba junto con Dios. Leyendo la contratapa de Juan Sasturain, resulta difícil olvidar la escena en la cual Gastón Pauls, interpretando a Esteban, llama por teléfono a su madre:
-¡Hola, má! …Esteban.
-…En Comodoro. Estoy bien, estoy bien.
-¿Me escuchás? …Me voy a Malvinas.
Pues, entonces, ¿qué tan compleja puede ser la escritura? Aquí la relación entre estas dos historias, los cuatro relatos. El proceso de escritura puede ser tan espinoso que puede llevarnos al exilio, a la trinchera o al sofá. Dependerá de la voluntad, la decisión y el compromiso de la persona que emprenda la tarea de escribir: la potencialidad del lenguaje.
Como comprendimos la clase del martes pasado, la escritura estructura al pensamiento, principalmente, porque lo organiza. Tanto para nosotros mismos y como para alguien más. Pero los pensamientos nacen de las personas, no de las plumas ni de la tinta. Por tanto, la escritura también debe ser entendida como un proceso consciente, estratégico y comunicativo que comprende a Otros, a uno mismo y a Todos a la vez.
En efecto, lo que ahora debemos comenzar a resolver es por qué la escritura es, además de espinosa, un proceso cognitivo y comunicativo. Es decir, plantearse qué es lo que coexiste en medio de Mario Benedetti, Juan Sasturain, Esteban y su madre, los lectores y nosotros.
Por su parte, “Lecturas Lindas” es un espacio de aprendizaje e intercambio que la cátedra de Redacción propone para que podamos ir más allá, a otra dimensión o hacia otra instancia, del placer estético que conlleva toda lectura. De aquí surgieron las lecturas del poema de Mario Benedetti y la contratapa de Juan Sasturain. Que hurguemos por otros relatos será, a partir del martes que viene, tarea de Ignacio Anatelli y Fernando Cabral. No obstante, los compañeros que comandemos este esta sección iremos cambiando con el correr de las semanas. Todo dependerá de nosotros mismos.
Como siempre digo, ¡Bienvenidos a Redacción I! La cátedra más linda del mundo, con todo respeto.
Hasta la clase que viene.