Dibujo de Federico García Lorca
A medida que nos fuimos reuniendo, hicimos consultas y orientaciones sobre los primeros proyectos de trabajos finales, así como puesta en limpio de trabajos adeudados y corregidos.
Esta clase sobre La ciudad como texto la dio la adscripta Laura Oriato, tal como estaba pautado y postergado desde la semana pasada.
Los puntos principales que abordó se relacionan con el lenguaje de la ciudad, sus códigos simbólicos y culturales, el juego de permanencia y cambios de los escenarios urbanos y como consecuencia, los múltiples significados que conlleva este devenir.
Propuso que conversemos acerca de cómo intentamos leer la ciudad, hacerla inteligible para nosotros, en tanto nos vinculamos con los lugares, sus habitantes y las acciones que la ciudad “nos hace” o “nos dice”.
Explicó y ejemplificó los cinco sentidos del periodista que propone Kapuscinski y la actitud del vagabundeo como una posición de observación interesada y curiosa que debe necesariamente apuntar a desentrañar el sentido de lo observado.
Abordó también las características principales de la crónica, como un género cruzado por otros, aunque como relato propiamente dicho y como una clase de texto apropiado para reflejar la mirada sobre la ciudad.
Leímos y comentamos la crónica de Julián Gorodischer Bailando en el templo gay.
Finalmente dio orientaciones para realizar la actividad Vagabundos grises que queda de tarea para entregar esta semana. Agregué que es necesario abordar con dedicación todas las lecturas de este tema, todas, pero en especial los textos de Duplatt y Margulis, para poder realizar esa actividad y las que vienen.