MDL: "La lectura como una forma de hacer catarsis" por Ramiro Arguello*

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Mi primer acercamiento a la lectura se remonta a la época en que cursaba la escuela primaria, todavía no sabía lo que realmente era leer un libro. En ese entonces no leía porque era un vago, sólo lo hacía por tareas escolares, pensaba que leer y estudiar era sólo de buenos alumnos y yo no me sentía como uno, pero al poco tiempo dejé de pensar así y empecé a leer.
Los primeros libros que leí salían en revistas, la mayoría eran cuentos para chicos, entre ellos estaban “El Principito” y otros cuentos clásicos como “Peter Pan” y “Robin Hood”.
A la edad de 13 años toda la felicidad que sentía se vió destrozada al morir mi mejor amigo de toda la vida, con quien había compartido todas mis horas de diversión. Esta tragedia, sumada a la separación de mis padres, me llevó a encerrarme y dejar de salir. Marcó mucho mi forma de vida, ya no era aquel chico a quien le gustaba salir a jugar al fútbol con mis compañeros, sólo me quedaba encerrado escuchando música y leyendo.
Pese a que no tenía ganas de hacer nada, leía porque era mi única forma de dejar de pensar en lo que estaba pasando. Los cuentos para chicos que antes me encantaban ya no eran de mi agrado. Lo que hice fue buscar algo para acompañar los ratos de soledad por los que transitaba mi vida. Al poco tiempo empecé a leer historias de suspenso y terror.
El primer escritor que me fascinó fue Edgar Allan Poe con sus historias como “El Cuervo”, “La caída de la casa Usher” o “El gato negro”, esta historia en particular fue la que me marcó, trata acerca de un gato que por causa desconocida hace que su dueño se vuelva perverso y asesino. Esa literatura mezcla de suspenso y terror que sólo Poe tenía era lo que necesitaba.
Con el tiempo fui descubriendo a otros autores tan extraños como desconocidos, el poeta Howard Lovecraft con su genial obra “La bestia en la cueva” o Sheridan Le Fanu con sus historias sobre vampiros y fantasmas como “Carmilla” o “Té Verde”. Otros escritores que me fascinaron fueron: el llamado “poeta maldito” Charles Boudelaire con “Las flores del mal”, Mervyn Peake con “Titus Groan” y Stephen King y su famosa novela “Carrie”. Además de otros clásicos como “Drácula” de Bram Stoker y “El extraño caso de Dr. Jekyl y Mr. Hyde” de Robert Stevenson.
Tras un largo tiempo de soledad, en los que apenas salía para ir al colegio, empecé a estar bien nuevamente. Esa oscuridad que reinaba en mí fue gradualmente desapareciendo, comencé a ser el que era antes, pero siempre llevaré en mis ratos de liberación esos textos y relatos tan intrigantes como los de Poe, Le Fanu y los grandes clásicos como Drácula y Frankestein.
*Ramiro Arguello es alumno en la carrera de Comunicación Social. El presente texto pertenece al trabajo práctico “Memorias de lectura” (MDL)