Por Vivian Pasch
La presentación de un libro es una cosa seria que debe organizarse seriamente.
Se recomienda comenzar por escribir un libro porque así se tendrán en claro algunas cuestiones como su título, su género y a qué precio se lo quiere vender.
Después habrá que elegir una fecha, lo que puede complicarse en el caso de que los autores sean más de uno y ni que hablar si se trata mayoritariamente de mujeres, ya que habrá que coincidir en un día y horario en que ninguna trabaje, tenga previsto un viaje a Córdoba para acompañar a la hija o tenga que asistir a la obra de teatro que dirige la nuera.
Una vez elegida la fecha deberá ajustarse de manera tal que resulte compatible con la disponibilidad del salón en que se hará la presentación; es decir, con un día y horario en que no haya taller de mandala, meditación de la luna llena o ensayo de coro.
En el caso eventual de que se consiga finalmente una coincidencia se intentará recordar esta fecha a fin de cumplimentar el objetivo previsto de la presentación. Está probado que dicha memorización no suele ocurrir por lo que al año siguiente se volverá repetir todo el proceso detallado hasta aquí. Y lo mismo al año siguiente, y al otro, y al otro.
Es factible que mientras tanto se publiquen otros libros de los mismos autores. O de otros autores, los que se irán sumando a la organización.
Sólo cuando la impaciencia sea más fuerte que el pudor se concretará contra viento y marea.
Se cursarán las invitaciones a talleres literarios, a escritores conocidos y a editoriales locales para que finalmente asistan los maridos, hijos y amigos sin que hayan sido formalmente convocados. Los yernos y nueras, presentes o futuros, dispondrán de una oportunidad excelente para conseguir una mirada benévola de la suegra presente o futura. Serán también invitados los autores de los libros más antiguos, los que a esa altura es probable que tengan residencia en Mar del Plata o detesten fervorosamente los textos publicados alguna vez.
Para que el evento resulte más ameno se recomienda agregar algún espacio musical cubierto por algún amigo o por un jefe siempre dispuesto. Con la intención de que los asistentes permanezcan sentados y no comiencen a retirarse luego de la lectura de los dos primeros autores es oportuno mencionar que luego se servirá vino y comida. Y gratis.
Finalizado el evento o la comida y luego de que el amigo cantante y el jefe pianista sean aplaudidos con entusiasmo, cada cual se irá camino a su casa con el alma llena de palabras y si es posible, con un libro bajo el brazo.
Esto último nunca me pasó.
Vivian Pasch
Octubre 2014
Humilde homenaje al genial Cortázar
en el centenario de su nacimiento