En nuestro segundo encuentro del mes de Junio, iniciamos la clase como normalmente lo hacemos desde hace ya seis clases atrás: la lectura “por placer” siempre tiene un lugar muy importante.
Un autor que resaltó mucho en esta sección el día de hoy fue el escritor argentino Alejandro Dolina. Dos de nuestros compañeros hablaron sobre él. Sus textos más mencionados fueron “Crónica del ángel gris” y “El bar del infierno” que, además, nos sirvió de ayuda para recapitular más aún en el tema que dimos en clase. Otra compañera comentó sobre la lectura obligatoria que, me incluyo, debimos leer para el parcial de Cultura y Subjetividad que tuvimos el mismo día, entre los que se encontraban “Los argonautas del pacífico occidental” de Malinowski y “Conferencias de Introducción al Psicoanálisis” de Sigmund Freud.
Luego de estas lecturas comentadas comenzamos a desarrollar los temas académicos: la unidad número dos, y sus textos bases y fuentes uno y dos.
En esta unidad nos enfocaremos más en el lector y su lectura. Bien sabemos que todos somos lectores, y por lo tanto, tenemos una lectura activa. A lo que hicimos hincapié en el texto base número uno fue, por un lado, que la lectura es un proceso cognitivo y comunicativo, y por eso es que debemos comprender, interpretar para poder otorgarle un sentido a aquello que estamos leyendo y que, muchas veces, cuando no logramos esa comprensión, significa que contamos con imposibilidades (ya sea de construir nuestro sentido o de derribar lo que la macroestructura nos propone), problemáticas operativas y una lectura lineal, entre otras. Por otro lado, y centrándonos en el lector y su “mundo”, damos cuenta de dos aspectos importantes (lo que el lector ES y lo que el lector HACE), sus influencias (los conocimientos previos y la situación comunicativa) y sus esquemas (que es todo aquello que nos permite como lectores construir nuestras propias ideas a partir de la información con la que ya contamos).
En el texto base número dos, nos metimos de lleno en “las tareas del lector”, que se dividen en dos niveles importantes que son: como primera instancia, la decodificación de signos, y en un nivel más profundo, la diferencia entre las ideas principales y los detalles y la diferencia entre lo nuevo y lo conocido. Dentro también de estas tareas que el lector, inconscientemente, realiza, podemos destacar: Parafrasear; asociar; las ideas principales y los detalles, como antes mencionaba; la comparación; el lenguaje figurativo y literal; la ambigüedad; las relaciones causales; las secuencias y, por último, las relaciones anafóricas. Al reconocer cada una de estas “tareas”, comentábamos que, todos como lectores activos que somos, las realizamos casi sin conciencia; por lo que nos resultaban enteramente conocidas en todos sus aspectos.
Para finalizar, la profesora nos dio un trabajo práctico a realizar:“Los chicos de la calle”, y pongamos muchas ganas de estudiar para el parcial que se aproxima.