COMPETENCIA LECTORA Y PERIODISMO EN INTERNET

Les dejamos material teórico para completar información sobre audiencias/públicos.

Adaptación

Sal Paz, Julio César: jsalpaz@hotmail.com

Resumen

El presente trabajo tiene como propósito el estudio de las competencias comunicativas utilizadas en el periodismo en Internet.

Creemos que esta nueva práctica periodística está transformando la forma de ofrecer y buscar información en el mundo actual.

En efecto, podemos observar modificaciones en el proceso de producción y recepción de la información, propiciadas por las características constitutivas del medio digital, fundamentalmente, por su capacidad de interacción que permite una mayor rapidez en la retroalimentación.

En consecuencia, sostenemos que los cambios introducidos por el periodismo electrónico obligan a actualizar, a enunciador y destinatario, sus competencias comunicativas para lograr un mejor aprovechamiento de los recursos que brinda la Red.

La posibilidad de interacción que ofrece Internet se ha convertido, entonces, en uno de los aspectos más relevantes de la relación que el lector establece con los medios virtuales de comunicación.

Siguiendo los lineamientos teóricos del Análisis del discurso, la Sociolingüística y la Pragmática, en esta investigación indagaremos algunas particularidades de este receptor, denominado usuario o navegante, que no sólo espera “informarse”, sino también “interactuar” en los periódicos de la Red.

No pretendemos arribar a conclusiones absolutas, sino avanzar en la reflexión y discusión sobre la problemática de la competencia lectora en este nuevo medio de comunicación.

La utilización de la Red propicia múltiples innovaciones, entre las que pueden mencionarse la interacción interpersonal a través del correo electrónico y las conversaciones en línea (salas de chat). En ambos servicios, los usuarios mantienen entre sí relaciones multimediáticas, puesto que a través del mismo soporte tienen la posibilidad de intercambiar conjuntos textuales compuestos por mensajes escritos, imágenes, sonidos y animaciones.

Estas interacciones operan siguiendo una lógica que difiere de las formas que adoptan los procesos de comunicación mediática conocidos y ampliamente abordados por distintas disciplinas sociales.

Es decir, creemos que pueden establecerse contrastes significativos entre la comunicación mediatizada por la tecnología digital y aquellos intercambios efectuados en presencia física (conversación cara a cara), o a través de los medios tradicionales.

Para el desarrollo de la investigación, nuestra metodología estuvo centrada en la observación, identificación y evaluación de los mecanismos que operan en los procesos de comunicación a través de Internet.

El estudio de la Red como sistema de comunicación requiere de aproximaciones teóricas que nos permitan comprender su dinámica interna y el lugar que ocupan emisor y destinatario en la interacción, concebida como intercambio y “negociación de sentido” entre dos o más participantes (O´Sullivan, 1995:196-197; Van Dijk, 1992:242).

Frente a este planteamiento, Internet se nos presenta como un medio que incluye, tanto las características de la comunicación masiva (periódicos virtuales), como aquellas de naturaleza interpersonal (correo electrónico y sala de chat).

Por estos motivos, adoptamos para el análisis de nuestro objeto de estudio un enfoque que se sustenta en los aportes de la sociolingüística y la pragmática.

Siguiendo a Labov (1983:15), podemos definir “sociolingüística” como la disciplina que estudia las relaciones entre lengua y sociedad, o mejor dicho, entre lengua y contexto sociocultural bajo una perspectiva diacrónica o sincrónica. Desde su nacimiento, se ha ocupado de explicar, en forma permanente, el lenguaje empleado

por los medios de comunicación, pues representa, según Bell (1991: 1), aquella situación en la que “la minoría habla a la mayoría”. Estudia el discurso de los medios de comunicación y revela, asistida por otros enfoques lingüísticos y por las ciencias de la información, el funcionamiento de éstos, qué parámetros determinan su/s norma/s, lo que el público piensa de este discurso y las funciones que intenta cumplir (Leitner: 187).

Por su parte, la pragmática es el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación, o sea, las condiciones que determinan tanto el empleo de un enunciado concreto por parte de un hablante concreto en una situación comunicativa concreta, como su interpretación por parte del destinatario. Es decir, partiendo de los datos ofrecidos por la gramática, toma luego en consideración los elementos extralingüísticos que condicionan el uso efectivo del lenguaje (Escandell Vidal: 14).

Los postulados de ambas perspectivas constituyen, en consecuencia, el punto de partida desde el que concebimos los procesos de comunicación en Internet.

A continuación, definimos algunos de los conceptos operativos en los que se asienta nuestro trabajo.

 

2. Conceptos operativos

Periodismo en Internet

 

Los géneros periodísticos han ajustado sus formas estilísticas y sus estructuras conceptuales a cada uno de los Medios de Comunicación desarrollando, a lo largo del tiempo, maneras particulares de presentar la información, adecuada a sus características constitutivas. Hay una forma de dar las noticias en radio, en televisión y en prensa. Debe existir, en consecuencia, una manera de hacerlo en la red.

Hablar de periodismo en línea implica, entonces, adentrarse en los conceptos, características y potencialidades que forman parte de las ediciones de noticias e informaciones que se encuentran en Internet. Bajo esta denominación incluimos todos aquellos sitios web de publicaciones periodísticas que circulan en la red.

Siguiendo a Landow, podemos decir que en combinación con las redes informáticas, la información digitalizada produce un nuevo medio de comunicación en el que la lectura, la escritura y la edición adquieren nuevas características. (1997; 28)

 

Usuario / lector

Creemos que el interés del hombre por informarse no se ha alterado, sí, en cambio, la forma en que satisface esta necesidad. El receptor es denominado lector, en los medios escritos, televidente o espectador en las producciones televisivas y radioescucha en las emisiones radiales. En Internet, se hace referencia a él con el nombre de usuario.

Como veremos más adelante, el término abarca toda la “experiencia” del receptor en los medios digitales. La lectura de información, entonces, será sólo una de las tantas “prácticas” o actividades que desarrolle.

 

Competencia Comunicativa

Para el estudio de las características del usuario/lector partimos de la noción de competencia comunicativa propuesta por Hymes quien la define como el conjunto de habilidades y aptitudes que permiten a un sujeto comunicarse eficazmente en situaciones culturales específicas.

Cabe agregar que esas habilidades comunicativas forman parte de patrimonios históricos, de memoria, de saberes, de prácticas discursivas, de sentidos diversos que se adquieren por la convivencia y las acciones éticas y pragmáticas cotidianas (Piccini: 1991).

Es decir, podemos concebirla como un saber estratégico que apela a la actualización constante de conocimientos, procedimientos y valores adecuados a un contexto determinado. Recubre, en consecuencia, lo que un usuario miembro de una comunidad y dotado de ciertos roles sociales debe alcanzar para establecer una verdadera comunicación en situaciones culturalmente significantes.

En este sentido, coincidimos con Pérez Tornero para quien la idea de competencia comunicativa referida únicamente a lo verbal resulta insuficiente para explicar la comunicación y el lenguaje de una sociedad de la información dominada por los nuevos medios. Es decir, las competencias ligadas a las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) resultan fundamentales para comprender cómo se genera, almacena, transforma y transmite la información en Internet.

 

Proceso de Lectura y Competencia Lectora

 

Definimos lectura como un proceso cognitivo y comunicativo, que dinamiza interacciones entre autor, lector y texto, poniendo simultáneamente en juego actividades intelectuales, afectividad, operaciones de la memoria y tareas del pensamiento, todos factores estratégicos para alcanzar la comprensión. (León, 1999) Padilla de Zerdán (1999) señala la búsqueda de sentido como la base generadora del acto de lectura, tanto en lectores competentes como en principiantes.

Esta construcción de sentido estará, entonces, determinada por esquemas cognitivos, que se activan durante el acto de lectura, y por factores situacionales, afectivos, etc.

Los esquemas cognitivos son representaciones organizadas de experiencias previas. Reúnen conocimientos y estrategias que le permiten al lector dar un significado a su entorno. Favorecen, además, la realización de inferencias sobre aspectos y relaciones ausentes, guían el proceso de interpretación con su capacidad para anticipar, crean horizontes de expectativas, concentran la atención y organizan el recuerdo.

En consecuencia, existe una constante interacción entre competencia lectora y competencia cognitiva, pues a mayor competencia lectora, mayor conocimiento; a mayor competencia cognitiva, mayor comprensión.

El desarrollo de la competencia lectora es, por tanto, fruto de la necesidad propia del lector de encontrar sentido a una página impresa; de alcanzar la comprensión, entendida como un proceso creador e integrador del significado.

 

3. La Comunicación Digital

Un primer acercamiento a la comunicación mediatizada por herramientas tecnológicas hace emerger la inquietud respecto a si tal interacción conserva la lógica de los intercambios textuales cara a cara y cuál es la diferencia entre éstos y los sistemas de comunicación interpersonal a través de los medios tradicionales, como el intercambio epistolar o telefónico, sólo por citar los más convencionales.

En este sentido, José Luis Orihuela (2002) hace un interesante análisis de la comunicación digital. Postula siete cambios que de modo relevante caracterizan el “paisaje mediático” que surge con la Red: hipertextualidad, abundancia, mediación, actualización, personalización, multimedialidad e interacción. Estos elementos constituyen la esencia de todo intercambio virtual (Sal Paz: 2003).

 

Hipertextualidad

Podemos asegurar que no se lee un libro convencional como se lee un hipertexto, ya que “la navegación” en la Web aporta una experiencia diferente de lo que llamamos lectura.

El investigador español José Manuel Pérez Tornero define el término hipertexto de la siguiente manera:

 

Los textos tradicionales eran secuenciales y lineales, postulaban una dirección y

recorridos de lecturas. Marcaban además una dinámica temporal y específica, y

establecían una distancia determinada entre emisor y receptor. Los hipertextos son como

el reverso de la moneda. No permiten un recorrido, sino muchos. Su estructura

difícilmente reconocen un solo sentido que permita establecer un principio y un fin; más

bien es laberíntica y probabilística. El contacto entre emisor y receptor que, aunque

distanciado, permitía el texto, queda ahora a expensas de una interactividad poliédrica

que se establece no solo en el eje de la enunciación, sino en relación con el mensaje y

su entorno intertextual. No hay predominio de lo escrito sino convergencia de muchos

lenguajes y signos, hibridación y mixtura.

Texto hipermedia son dos estadios de una evolución. Marcan dos soportes

privilegiados de fases culturales diversas y señalan dos tipos de competencias

diferentes. Una que podemos llamar textual, la otra que deberíamos denominar

hipermedia. (2000: 80)

 

Es decir, el concepto de hipertexto surge con la aparición de las nuevas tecnologías. Frente al modo lineal o secuencial que ordena la estructura del discurso en los medios tradicionales, los soportes digitales permiten un modelo de construcción narrativa caracterizado por la distribución de la información en unidades discretas y fragmentadas y su articulación mediante órdenes de programación (enlaces o links).

La aparición de Internet hizo posible crear narrativas no lineales donde pueden existir varias historias simultáneas o donde los diferentes sucesos narrados no poseen una disposición preestablecida.

En consecuencia, el hipertexto exige al lector nuevas destrezas comunicativas y un mayor esfuerzo de lectura.

La abundancia de información, la desarticulación del texto, su fragmentación y la posibilidad de enlazarlo con cualquier otro texto disponible en la Red, rompe el paradigma lineal de lectura, y con él desaparece la unidad, la autonomía y a veces hasta la coherencia y el sentido propios de los textos escritos y audiovisuales.

 

Abundancia y Mediación

Uno de los principales problemas que afronta la actual sociedad de la información es la sobre-información.

La cantidad de datos que confluye en Internet es innumerable, por lo que acceder a ellos es cada vez más complejo. Con la intención de organizarlos, surgieron los motores de búsqueda –llamados también metabuscadores o índices temáticos–, herramientas de programación capaces de analizar y organizar información para mostrarla de acuerdo a su contenido conceptual. Su función es ayudar a los usuarios a encontrar información y, en el mejor de los casos, a darle sentido.

Muchos motores de búsqueda son también directorios porque emplean no sólo un programa computacional, sino también personas para catalogar la calidad de la información. Otros son a la vez portales, sitios que combinan índices temáticos de los contenidos que hay en la Red con espacios dedicados a la información periodística actualizada. Su nombre obedece a la intención de convertirse en “la puerta de acceso” al espacio virtual.

Es decir, Internet es el medio perfecto para asegurar el acceso público a la información, sin importar cuán extensa sea. Sin embargo, la enorme facilidad con la que se “cuelgan” páginas en este medio exige al lector desarrollar competencias que le permitan descubrir conexiones adecuadas, establecer relaciones pertinentes, recomponer textos fragmentados y evaluar la calidad y veracidad de la información difundida.

 

Actualización

La actualización de la información es una de las mayores ventajas que Internet posee respecto de otros medios. La inmediatez comunicativa exige actualizar, a las publicaciones virtuales, los sitios casi en forma simultánea al desarrollo de los acontecimientos.

Un periódico electrónico desactualizado no tiene posibilidades de subsistir en la red, puesto que lo que el usuario espera es dinamismo, renovación de contenidos, búsqueda y acceso a datos en tiempo real.

 

Personalización

Un usuario tiene la posibilidad de elegir el tipo de información que desea recibir, de acuerdo a intereses y motivaciones personales, ya que existen muchos sitios que brindan servicios informativos a través del correo electrónico.

 

Multimedialidad

Cuando las computadoras empezaron a coordinar imágenes, sonido, video y texto escrito surgió el concepto de multimedia.

Internet, en contraste con otros medios, aprovecha esta multimedialidad para ofrecer a sus usuarios algo fundamentalmente nuevo: interacción.

 

4. Comunicación Interpersonal en Internet: opciones de interacción

4.1. Primer nivel de interacción: el usuario en “diálogo” con las TICS

El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación no sólo ha tenido como resultado el aumento del tráfico de datos en el ámbito mundial, sino que, además, la alteración en el proceso de acumulación, procesamiento y recuperación de la información ha significado un cambio en la relación que el destinatario establece con las herramientas o medios tecnológicos de transmisión.

De esta manera, de ocupar el papel de “receptor” de mensajes de la industria mediática, se transforma en usuario, “en el sentido que participa en el proceso de selección –de interacción- para recuperar la información previamente acumulada” (Moragas, 1993:18).

Este cambio en la función, de destinatario a protagonista del proceso, compromete, paralelamente, una reestructuración en la relación que establece con la tecnología.

Para los investigadores que centran el desarrollo de las comunicaciones en la variable tecnológica (Bettetini, 1995), los usuarios establecen un vínculo directo con las redes de computación y, en general, con los sistemas de comunicación digital,

pues se relacionan con el medio según posibilidades predifinidas, de tal manera que “se puede hablar de interacción comunicativa también en los casos de las relaciones de uno o más sujetos con un texto y de las relaciones de uno o más sujetos con una máquina” (Bettetini, 1995:16-17). Para el autor las potencialidades del sistema, entonces, constituyen una de las condiciones necesarias, pero no suficientes, para la realización del texto o del intercambio comunicativo, pues también forman parte del proceso la voluntad del individuo y el conocimiento previo que tenga sobre el funcionamiento del sistema computacional, es decir, las “competencias tecnológicas” o capacidad para manejar un lenguaje especializado.

En el caso de la comunicación interpersonal a través de Internet, el intercambio de textos entre usuarios es mediatizado por la tecnología, “por lo que se interactúa, primeramente, con el sistema, gestionando la transmisión y la recepción de los mensajes. Gracias a este diálogo se produce luego el intercambio de mensajes entre usuarios” (Bettetini, 1985:134).

Es decir, a diferencia de los medios de comunicación tradicionales, el uso interactivo de Internet admite que los receptores, además de transformarse en usuarios, construyan una interacción en dos direcciones: por una parte, una relación comunicativa con la máquina que les permite ingresar al sistema para comunicarse con otros usuarios y, por otra, la interacción con otros interlocutores.

 

(….)

 

El lector hipertextual: ¿detective o intérprete libre?

 

Los conceptos de hipertextualidad e interacción, desarrollados en los apartados anteriores, resultan de fundamental importancia para el entendimiento de este nuevo tipo de lector que surge con el advenimiento de Internet.

Creemos que la escritura hipertextual y la interacción son elementos indisociables de la modalidad de lectura planteada en la Red.

Por eso, coincidimos con Wirth cuando dice que el lector virtual tiene dos opciones:

“o se convierte en un detective del sentido del autor, o bien construye su propio orden del discurso de acuerdo a su experiencia intelectual y vivencial” (1998: 67).

El proceso de lectura hipertextual se encuentra, entonces, entre la capacidad de descubrir el sentido de la intertextualidad a partir de una actividad detectivesca, o entre la autodeterminación del lector.

 

5. Conclusiones

A lo largo de este trabajo hemos intentado caracterizar la comunicación interpersonal en Internet a partir de los aportes de la Sociolingüística y la Pragmática.

Muchos aspectos quedaron fuera de nuestro análisis. Sin embargo, entendemos que se abordaron sus rasgos constituyentes más específicos, es decir aquellos que la sitúan entre la dimensión oral y la esfera escrita.

 

 

Bibliografía

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