Por Santiago Alzari
Reinicio de clases. Experiencia estremecedora, tanto por lo que tiene de agradable como por lo que la vuelve desalentadora. Y bueno, al fin y al cabo ahí reside el encanto de la facultad, en ese combo de maravillas y miserias, que es de donde se dispara también el encanto del universo todo.
Escribo este texto después de varios días agitados en Rosario y un viaje a Tecnópolis (SIC), peripecias tales que recién ahora, domingo por la tarde, me permiten volver a mi querido pueblo y sentarme frente a una computadora. A ver si puedo atravesar la bruma de esta semana exótica y ensoñadora y remitirme al momento que nos concierne, 5 de la tarde del miércoles.
La clase fue inaugurada con la pregunta que era de esperar, de cuánta y de cuál literatura nos habíamos estado nutriendo en estas largas vacaciones. Después de una hora amena en que cada compañero expuso tales vicisitudes, nos introducimos de lleno en la Unidad 4, discutiendo los diversos asuntos que habíamos leído (o habíamos de haber leído). Repasamos las nociones referentes a la estructuración de los textos, poniendo sobre la mesa cuestiones como la interposición de los códigos comunicativos, el formato periodístico denominado “crónica”, y el apoyo en autoridades discursivas para la validación de la información.
El análisis del rojo entre radical y comunista presente en los titulares del diario Crónica nos llevó a una entretenida disquisición sobre el fenómeno del amarillismo o sensacionalismo. Otra interesante conversación se disparó en torno a la total falta de pulido periodístico con que los grandes medios publican los datos aportados por las agencias informativas.
La profe nos adelantó algunas características de la unidad próxima, haciendo hincapié en que nos aportaría estrategias comunicativas que habrían de resultarnos sofisticadas y novedosas. Nos avisó además que tendremos que llevar a cabo un trabajo práctico en función de la asistencia a algún panel del Congreso de la Democracia, que se realizará esta semana en nuestra facultad.
A todos los compañeros, éxitos, y hasta la próxima clase.