Lucas Trivisono
Después de unas largas vacaciones (no me pregunten cuanto tiempo por que ya perdí la cuenta) logré darme cuenta del fin de estos lindos, pero cansadores días extras, ¿por qué cansadores preguntaran ustedes?. Aunque muchas personas lo nieguen y no estén de acuerdo con esto, llega un momento en que te cansas de estar libre sin hacer nada, y eso fue exactamente lo que me paso a mi ( aunque parezca raro que salga de mi persona, necesitaba hacer algo, además de mirar el ranking de Much Music y los Simpson).
Estos miércoles que no asistí a redacción tuve tiempo para volver a Correa con mi familia y mis amigos, sentir después de mucho tiempo lo que es un día de semana fuera de rosario: realizar siestas interminables, el pucho en la terraza con los chicos, los mates y demás cosas que me gusta compartir cuando estoy libre.
El ultimo miércoles antes del reencuentro me encontraba en rosario, aproveche el día (ya que tuve que ir el martes a la facu para la clase de pensamiento) para ultimar detalles en el departamento, ya que hacia mucho que no iba, como buscar toda la ropa que me olvide y lo vital que me encargo la “mama”: los tappers (indispensables en mi vida). Así que luego de hacer un par de cosas tuve tiempo de comprarme una “coquita” y unos puchos en el kiosco y sentarme en el balcón a esperar a un amigo para volverme a mi pueblo querido y aprovechar al máximo los últimos días de estas vacaciones que se prolongaron más de la cuenta.