Mientras tanto……

Por Facundo Gonzalez.
Siete. Esa es la cantidad de semanas en las que no asistí a la facultad. En realidad, no asistí a clases, ya que fui varias veces pero por otros motivos. Vacaciones y luego, paro docente. Motivos de esta larga inactividad. Recordar qué hice todos los miércoles que no tuve clase de Redacción, es casi imposible. Creo que el primero, fui al cine. El origen, la película, nos reunió con amigos en ese lugar. Después, no habrán sido muy relevantes las tareas realizadas (aquí irían las risas), porque no las recuerdo.


Pero, el penúltimo miércoles sin clases (eso creo, si no hay nuevos cambios) fue realmente atípico. Cerca de las 19.30 horas, momento en que comienza Redacción, me encontraba caminando, bajo la lluvia, por Avenida Corrientes. Si, la de Buenos Aires. Luego de 13 años pisé nuevamente la ciudad capital del país. La última vez había sido un viaje relámpago para conocer, junto a mis compañeros de 5º grado, los sitios más característicos de la Capital Federal. Pero, esa experiencia casi ni contaba para mí. Quería, desde hace meses, visitar la ciudad, conocerla, caminarla…
¡Y vaya que lo hice! Desde las 15 horas hasta las 22, caminando de aquí para allá. 9 de Julio, Av. del Libertador, el Obelisco, los teatros, bares. La lista incluye algunos lugares más, pero no vienen al caso. Lo importante, para mí, era el hecho, simplemente, de estar allí. Por lo menos, esto es lo que me pasa cuando estoy de visita. Se respira otro aire, se corre a otro ritmo. Esa sensación que aparece cuando el lugar no es cotidiano.
Habría sido cómica una fotografía de mi cara ese momento. Tenía la sonrisa pintada. Todas las condiciones se presentaban para que lo disfrutase; así lo hice. Seguramente, la experiencia idéntica, no se repita jamás. Pero el recuerdo es imborrable.
Siete. Esas fueron las horas que caminé Baires.