Laura ORIATO
Qué se propuso, qué se logró
Si nos remontamos a los orígenes de este nuevo espacio pedagógico de publicación, la plataforma Bligoo surgió ante la necesidad de posibilitarles a los estudiantes un espacio de producción y circulación de sus mensajes y fue planteada como un ambiente más, complementario del aula, del weblog de la cátedra y del correo electrónico.
Sumado a esto, con la implementación de la nueva plataforma pedagógica de publicación se intentó promover la interacción entre comisiones recuperando las búsquedas educativas de experiencias anteriores en la cátedra como fue la práctica de la redacción en blogs y wikis.
En este sentido, en EnRedacción se comenzaron a trabajar sobre esos objetivos y uno de sus mayores logros fue el hecho de democratizar las publicaciones a los estudiantes permitiéndoles hacer oír su “voz” no sólo en el espacio de comentarios, sino también, en las entradas del nuevo medio.
En lo que respecta a los chicos de la Comisión 4, las recepciones y prácticas que tuvieron lugar a partir de la incorporación de la red fueron de tipo variado: hubo estudiantes que preguntaron si era obligatorio participar, otros que sólo publicaron cuando se les pidió que lo hicieran, mientras que algunos se apropiaron satisfactoriamente de la plataforma haciendo un uso adecuado de las diferentes herramientas, como ser su perfil, el espacio de comentarios, el correo interno (sólo dos chicos lo usaban), la publicación en las distintas secciones, los contenidos y el estilo de las publicaciones, el uso de enlaces, etc. También hubo chicos a los que fue necesario marcarles que modificaran su perfil, que corrigieran las etiquetas, títulos, enlaces o la redacción misma de los textos. Estas correcciones no sólo fueron hechas al principio, sino durante todo el cuatrimestre y los medios utilizados para hacerlo fueron la comunicación cara a cara y el correo electrónico.
Desde mi lugar de auxiliar alumna intenté comenzar a promover los “buenos modales” de la escritura en internet a partir del primer cuatrimestre , y en lo que se refiere a las publicaciones de los chicos de la Comisión 4 en EnRedacción, creo que fui siguiéndolas de manera continua. Asimismo, traté de estar atenta a la aparición de alguna que otra entrada fuera de lugar, de la misma manera que me agradó seguirles los pasos a las otras comisiones y observar de qué modo interactuaban con los estudiantes de la Comisión 4.
Este año, con cada comisión transitando el camino con sus experiencias a cuestas y con la intención de hacer uso del espacio desde el primer cuatrimestre, EnRedacción puede llegar a resultar el lugar propicio para el aprendizaje y la puesta en funcionamiento de nuevas prácticas, habilidades y usos en torno al hipertexto, así como también, la oportunidad de aprender intercambiando saberes con otras comisiones.
Propuestas y aderezos
Después de leer las propuestas de Ever y Ramiro, auxiliares de la Comisión 5, puedo decir que estoy de acuerdo con la mayor parte de los puntos que ellos plantean por lo que voy a intentar ampliar algunos temas con el objetivo de darle mi apoyo a lo ya expuesto.
1- Si bien resulta pertinente la confección y publicación de un manual o presentación visual que incluya información sobre cómo publicar determinados contenidos (fotos, audio, video), también creo que es importante hacer la aclaración que Redacción 1 no es un taller de periodismo digital. Con esto no quiero decir que deben dejarse a un lado todos esos materiales, ya que no sólo sería negar algo que propuse en mi trabajo de concurso, sino también, desaprovechar las posibilidades narrativas e informativas que estas piezas de comunicación pueden llegar a brindar. Me parece que es importante no poner énfasis en elementos y operaciones que no son abordadas en el programa. Pensemos que la publicación de un audio o un video van más allá de hacerse una cuenta en youtube o vimeo y copiar y pegar el código de inserción de éstos. La publicación de un material audiovisual propio va de la mano con la edición del crudo de ese material y esos son aspectos que Redacción no aborda (y tampoco tiene que hacerlo). En este caso, la labor de quienes monitorearán las publicaciones –al igual que Ever, creo que podríamos ser los auxiliares los encargados de cumplir ese rol- debería estar guiada por aspectos de estilo y acuerdos que se hagan sobre las normas de publicación: tamaño de los videos, color del marco de cada video, plataformas de audio o video a usar, aplicaciones a usar. Por lo tanto, va a ser necesario ampliar las condiciones de publicación y pautar criterios de estilo que unifiquen la identidad de la red: desde cómo titular y etiquetar pasando por qué tipografías y qué tamaños de fuente utilizar para los diferentes elementos de los textos, así como el uso de negritas y cursivas, tamaño de las fotos, epígrafes, citas, uso de enlaces, todos ellos elementos inherentes a la redacción puesto que hacen a la inteligibilidad de los textos escritos.
2- Monitoreo: también encuentro como una necesidad básica arrancar este nuevo ciclo operando como editores reales de las publicaciones. Los docentes, adscriptos y auxiliares de cada comisión deberíamos ser los responsables del contenido que producen y publican los estudiantes de la comisión de la que somos parte, comprometiéndonos a “seguir de cerca” cada nueva entrada.
3- Limitar los permisos de publicación sólo a los estudiantes y miembros de la cátedra: Teniendo en cuenta que estamos en un período experimental o de prueba, y a los fines de facilitar la tarea de edición y monitoreo, comparto la propuesta del compañero Ever, especialmente, porque el año pasado no tuvimos buenas experiencias con la gente “ajena” a la cátedra que decidió usar el espacio como medio de publicación.
4- Participación y devolución de los docentes, adscriptos y auxiliares: Mi sensación sobre la experiencia del año pasado me dice que, en general, las participaciones de los docentes estuvieron mayoritariamente marcadas por la aprobación o desaprobación de las publicaciones, más no tanto por el intercambio real con los estudiantes. Con esto no quiero decir que considero que los profesores deban dejar de lado el aspecto evaluativo de las publicaciones sino que es necesario que promuevan el intercambio entre las distintas comisiones.
Los docentes, adscriptos y auxiliares tienen que “salir” de la comisión en la que cada uno participa y mirar qué pasa en las otras, qué tienen para decir los otros estudiantes, pero también, ver qué pasa en su comisión. De alguna manera, en EnRedacción se pueden “derribar los muros” del aula. Es cierto que esto implicaría un doble gasto de energía pero también puede resultar motivador para los estudiantes que los profesores, adscriptos o ayudantes les hagan una devolución de aquello que decidieron compartir con el resto.
Hay que pensar que la red sin “motivadores” no puede alcanzar a ser más que un reservorio de publicaciones hechas por algunos pocos entusiastas y algunos otros obligados a publicar trabajos prácticos. Para que EnRedacción se convierta en un verdadero medio de publicación todos tenemos que comprometernos con su contenido, sus reglas y con los intercambios que allí pueden llegar a ser posibles. Aunque suene a slogan, no está de más decir que EnRedacción somos todos.