Lecturas: Hipertexto (I)

El siguiente es un resumen de fragmentos del libro:
HIPERTEXTO. Seis Propuestas para este milenio.
Patricia San Martín
La Crujía, Buenos Aires, 2003


Introducción
El texto virtual, cuya apariencia y forma pueden ser modificadas según convenga al lector, también tiene el potencial de añadir un elemento completamente nuevo: el nexo electrónico o virtual que reconfigura el texto tal y como lo conocemos. Es la facultad de conexión electrónica lo que crea el hipertexto o hipermedio al que nos vamos a referir en este trabajo: una textualidad compuesta de bloques y nexos electrónicos que, casi instantáneamente, implican y dan la posibilidad de descubrir la multiplicidad de nuevas formas de lectura y escritura.
Será nuestra tarea plantearnos, al menos inicialmente, cómo impactan estos desarrollos en nuestra capacidad expresiva y comunicativa, en la comprensión lectora y el desarrollo de escrituras en interacción con diversos lenguajes, y qué relaciones se establecen con los contextos socioculturales.
Nos preguntaremos, entonces, básicamente:
• ¿Qué implica saber leer y escribir hipertextualmente en el
contexto actual?
• ¿Cómo construimos sentido en la multiplicidad y fragmentación?
1. Una mirada sobre la complejidad multimedial
Velocidad y fragmentación son rasgos significativos de nuestra contemporaneidad. El acceso a cualquier información, la anulación del peso de las cosas, la diversificación, la presencia virtual aquí y ahora es el imperativo; sin embargo, en esta complejidad de tecnologías asociadas donde somos conscientes de que todo es posible ¿nos preocupa preguntamos quiénes somos y qué deseamos realmente?
Utilizamos las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), con sumisa aceptación o, a veces, con crítica, pero a menudo sin observar que cada extensión tecnológica que adoptamos nunca es ajena a nuestro aparato psicológico.
Levedad, rapidez, multiplicidad, visibilidad… términos tantas veces usados, deteriorados, casi “gastados” ¿pueden resignificarse para enriquecer un marco teórico crítico y compositivo de la producción hipermedial?
En principio explicitaremos qué implica lo “multimedial”. Actualmente podemos decir que dicho término puede ser utilizado para designar:
1) La actividad de grupos empresariales (empresas multimediáticas) que administran diferentes medios de comunicación (prensa, radío, televisión, etc.).
2) Sistemas y productos que pueden ser instalados o reproducidos por equipos interactivos que contienen textos visuales, sonoros, animaciones, videos, realidad virtual, etc.
3) Soportes como la computadora, consolas de juego, reproductores DVD.
4) Instalaciones artísticas, publicitarias, científicas, que integran diferentes lenguajes y posibilidades perceptivas a través de los distintos sentidos y acciones diversas.
Lo multimedial, en su diversidad, se configura en un contexto tecnológico global que integra la tecnología en tres niveles:
Interior: hiperconcentración y aceleración del poder de los ordenadores
Exterior: estandarización de las redes de telecomunicaciones internacionales.
Interactivo: interactividad biológica entre humanos y las máquinas de la Realidad Virtual.
Lectura y escritura hipermedial
El hipertexto o hipermedio electrónico es una forma de comunicación propia de nuestra sociedad “multimedial”. Si bien se pone énfasis en el recorrido de lectura no lineal, quizás lo más original (que a la vez incluye esa no linealidad) sea la construcción de sentido a partir de la interacción profunda de los diversos lenguajes que lo componen. Así, como toda síntesis interdisciplinar, la “escritura hipermedial” se puede configurar de muy diversas formas, dando lugar a la composición de nuevas modalidades discursivas posibles de ser analizadas y teorizadas.
La noción de discurso
En un primer nivel, donde se trata de identificar objetos empícos, podemos hablar de textos. En el contexto social actual nos encontramos frecuentemente con “paquetes” textuales, conjuntos compuestos en su mayor parte de una pluralidad de materias significantes escritura-imagen-sonido; imagen-palabra, imagen-sonido, palabra-sonido, etc. Ellos son textos, término que, en nuestro enfoque, se extiende más allá de la escritura alfabética tradicional (Verón, E: 1987).
Las condiciones productivas de los discursos tienen que ver ya sea con las determinaciones que dan cuenta de las restricciones de generación de un discurso o de un tipo de discurso, ya sea con las determinaciones que definen las restricciones de su recepción. Llamamos a las primeras condiciones de producción y a las segundas, condiciones de reconocimiento. Generados bajo condiciones determinadas que producen sus efectos bajo condiciones también determinadas, es entre estos dos conjuntos de condiciones que circulan los discursos sociales.
Levedad
En el discurso hipermedial, evitar el exceso de peso, de sobrecarga de imágenes, sonidos, textos verbales que se suman redundantemente no es sólo un problema de peso de archivo para transmisión de datos, que, en definitiva, gracias a los avances tecnológicos de ancho de banda y los siempre más veloces procesadores deja de serlo, sino que se trata de la composición del sentido en el contenido: de la elaboración del pensamiento puesto en discurso, de lo efectivo de dicha composición que entrama los diversos lenguajes sugiriendo otros niveles de percepción.
En lo hipermedial convergen dos grandes líneas: por un lado, nuestra tradición alfabética y, por el otro, la presencia de la oralidad presente en nuestra capacidad de lectura audiovisual. Necesitamos deslizamientos, navegaciones, modulaciones entre las distintas formas de expresión. No sólo pensamos con palabras, hay posibilidades de construcción de sentido pluridimensionales que nos involucran sensiblemente y que permiten diversos acercamientos al “paquete textual” enriqueciéndolo en su intertextualidad.
Rapidez
Navegar hipermedialmente quizás tenga que ver con esta forma de divagación que permite acercarse al argumento alejándose aparentemente del mismo. Esto es propio del pensamiento “aspectal” al que ya habíamos definido como la reflexión que distingue y vincula los varios aspectos de un asunto deteniéndose morosamente en cada detalle conceptual o empírico, integrándolo con algunos otros.
Las tensiones entre lo particular y lo general se suscitan en las “d¡vagaciones” del pensamiento. El conocimiento nunca es estático en sus relaciones: recordemos que todo texto discursivo da cuenta de la infinidad de huellas que lo conforman.
Multiplicidad
El sentido en la hipermedialidad se construye desde el concepto de multiplicidad:
• multiplicidad de recorridos y secuencias posibles de lectura
• multiplicidad de autores, de voces
• multiplicidad de lenguajes
• totalidad conjetural, múltiple
• multiplicidad de posibles comienzos y finales
• entrecruzamientos
La opción de lo múltiple nos enfrenta a la imposibilidad de la completud. La completud es la no verdad, la suma de lo fragmentario.
Lo múltiple parecería indisolublemente ligado a lo fragmentario. Lo intertextual se conforma de fragmentos de textos, nuestro conocimiento es intertextual. Lo fragmentario es válido si se configura como unidad de sentido entramado en otras unidades de sentido que permiten el desarrollo de un pensamiento ético que atiende a la complejidad de variables. La complejidad es lo múltiple pero no siempre es posible reconstruir lo fragmentario.
2. El contexto educativo actual
Hemos definido básicamente las características relevantes de un texto hipermedial:
1. Virtual
2. Orden abierto, no linealidad
3. Interacción de lenguajes verbales y no verbales para la construcción de sentido.
4. El lector puede ser también coautor.
5. Intertextual, múltiple
De la información hacia el conocimiento
Cómo entretejer saberes, dotar de sentido, transmitir conocimientos a partir de múltiples lenguajes y/o formas de expresión son preguntas básicas para el enseñar y el aprender.
En el caso de los sistemas hipertextuales, un buen diseño, que abordara el dominio complejo desde esta perspectiva, colaboraría eficazmente en el aprendizaje, ya que en sí los supuestos de la escritura hipertextual contienen esta posibilidad.
Refiriéndonos a un nivel macro, se debería analizar didácticamente:
1) Los conocimientos previos del sujeto sobre el tema a explorar.
2) El diseño de la interface del sistema.
3) La hipótesis de navegación que puede construir el alumno en interacción con el docente.
En un nivel específico sobre el diseño del sistema es deseable observar los enlaces que permiten la búsqueda, exploración, conectividad del contenido. O sea, qué estructuras de control disponemos para realizar la navegación.
La interacción de los distintos lenguajes y sus resultantes narrativas nos permiten nuevas formas de interpretar y reinterpretar el sentido. Podemos hoy interactuar tanto con la linealidad secuencial de la literatura tradicional como con los procesos en trama de la hipermedialidad.
Sabemos que la comprensión profunda que posibilita, entre otras cosas, la transferencia de conocimientos se consolida a través de un proceso de metalectura, donde los distintos textos y vivencias se potencian mutuamente.
La red hipertextual se manifiesta en la pluralidad de los mundos de documentación y expresión, pero el sentido de esa pluralidad no se descubre si el sujeto interpretante que la construye no tiene conciencia de los campos de conocimiento complementarios. Y aquí radica la verdadera diferencia entre la acumulación de información y la construcción válida de conocimiento.
La depuración del torrente de “información”
Es importante comprender que la cognición es social: la cognición es el proceso por medio del cual los seres humanos construyen, desarrollan sus capacidades cognoscitivas en la medida en que van construyendo el contexto donde las aplican. El uso de la tecnología desarrollada permite la construcción de conceptos y la implementación de inferencias preceptúales que posibilitan el desarrollo cognitivo y de nuevas capacidades. Cultura y tecnología son parte integral del proceso cognitivo.
3. Gestación y reconocimiento
El análisis de la producción de hipertextos -como propuesta interdisciplinaria- incluiría, siguiendo a Verón (1987), un análisis de las condiciones de producción y, también, de recepción de ese discurso social, propio de la contemporaneidad. Posicionándonos en un enfoque pragmático, intentaremos leer las dimensiones sintácticas y semánticas de los signos y enunciados. Tan compleja red sólo puede ser comprendida, a nuestro criterio, a través de la deconstrucción, que permite con su estrategia de lectura sobrepasar “las intenciones de quien produjo el texto en cuestión o las intenciones que pretende manifestar el texto mismo” tratando de dar con el desliz textual en el que se insinúa otro significado del texto diferente, quizás opuesto, al que en un primer momento se creyó que proponía y que es producto del anclaje cultural del lector.
Pensar el hipertexto como un texto es posicionarse en la dirección planteada por M. Bajtín, posteriormente por Lotman y la Escuela de Tartu. Con la afirmación texto es un conjunto sígnico coherente se rebalsa lo lingüístico para atravesar otros campos y permite el abordaje de obras que, como el hipertexto, combinan a través de links, a veces, lo plástico, lo literario y lo sonoro, amalgamando en su seno distintas disciplinas enhebradas por la coherencia, propiedad semántica, y la cohesión de las partes entre sí.
Los ejes decisivos que atraviesan tanto la gestación como la materialización de toda creación artística son la selección (del concepto a trabajar, de materiales, técnicas, soporte, publico al que va dirigida, espacio de exhibición) y la posterior combinación de los mismos en busca de la contundencia de la obra. Elegidos los signos esperarán en la urdimbre ser atravesados por el hilo de la trama que transformará lo anterior en tejido, en malla, en red. La textura de este encuentro de signos es el texto.
El hipertexto, como todo un texto, pasa así a formar parte del circuito autor-obra-lector, que se retroalimenta en cada lectura, porque cada lector decodifica según:
. las restricciones de su universo discursivo;
. las determinaciones psicológicas;
. pero, por sobre todo, por sus competencias ideológicas, lingüísticas, paralingüísticas y pragmáticas.
El complejo sistema de transformaciones de la imagen abarca una gran variedad de operaciones productivas basadas, por un lado, en convenciones y, por el otro, en precisas operaciones de transformación. Éstas pueden describirse a partir de operadores lógicos fundamentales en: adjunción, supresión, sustitución y permutación.
El contexto en el que se produce un hipertexto es sumamente importante porque enriquece las lecturas, amplía el horizonte cultural en el que se inserta el producto artístico y desfonda el límite de las interpretaciones.
La deconstrucción como estrategia de lectura
En el hipertexto, la página central ¿es el portal? ¿O es sólo una excusa para acceder a lo relevante que estoy buscando? El paralelismo entre portal en el hipertexto e índice en el texto impreso en papel es latente: orientan al lector en la búsqueda. En la web, se nos permite, a través de la operación retórica de la adjunción, agregar, durante nuestro periplo, información que se intuye relevante; de no ser así, mediante la supresión de esa elección y una nueva adjunción, se estará en un nuevo sitio.


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