Conclusiones sobre Círculo de lectores 2004

Ana Laura LIBERATORE
Conclusiones sobre el Taller de Lectura Círculo de Lectores realizado en el 2004
Marzo 2005
En un intento por reflejar las ideas, inquietudes y posiciones de los ingresantes de Comunicación Social hacia la lectura, este informe presenta los resultados de las encuestas realizadas a los alumnos previstas al inicio del proyecto, y una propuesta adicional hacia el final del curso académico. También se incluyen las apreciaciones de la docente a cargo y las ayudantes alumnas, fruto de sus cuadernos paralelos y anotaciones durante el proceso.
Partiendo de la premisa presentada en el Taller de Redacción 1en la que acordamos como base del recorrido académico la importancia de la lectura para la producción escrita, se previeron actividades en el aula durante el ciclo académico 2004, cuyas consecuencias se reflejan en éste trabajo.


Las propuesta para el espacio de lectura en las comisiones de los miércoles de 17 a 20 y de 20 a 22.50, tenía como objetivo motivar a los alumnos a construir un hábito lector desde el lugar del placer, y con la presunción de que la opinión y propuestas de sus compañeros de clase fuera un valor agregado para promover o incentivar la conducta lectora.
Desde el inicio de clases, en ambos grupos/ comisiones, se manifestó un bajo porcentaje (10 %) de lectores que se acercaban a variados autores (desde la literatura) con motivaciones personales.
Esta muestra de “lectores” fue relevante para la sorpresa, inquietud y también preocupación de los compañeros cuyos intereses estaban muy alejados de ésta práctica, ya que la noticia de que muchos de sus compañeros estaban “adelantados” en la lectura puso de manifiesto una diferencia personal importante y poco reconocida o conciente hasta el momento.
Escuchar a sus pares sobre recorridos lectores, autores, gustos e intereses literarios e informativos generó “alarma” en aquellos alumnos que desconsideraban o estaban desinteresados en ésta cuestión. Éste dato es importante reconocerlo como un elemento positivo de la puesta oral de los recorridos lectores y responde a uno de los objetivos específicos fijados para el proyecto.
A diferencia de otros años, en 2004 los grupos no estaban compuestos por edades muy dispares; por el contrario, salvo algunas excepciones, la mayoría de los ingresantes en estas comisiones promediaba los 19 años. También éste es un dato que consideramos importante, ya que en el curso anterior la diferencia etaria fue relevante para la aproximación de grupos extraños a los textos informativos o literarios mas tradicionales, de la mano de su compañeros “más experimentados”.
Las lecturas elegidas por alumnos recién egresados del nivel polimodal elijan autores como Pablo Coelho o Jorge Bucay. Es interesante considerar si ésta elección se debe a que son autores presentes en los medios masivos de comunicación audiovisuales con una insistencia importante, o si efectivamente la decisión está ligada a la propuesta de contenidos. Ningún alumno dedicó su lectura a textos de contenidos políticos o filosóficos, tampoco científicos.
El compromiso con lo leído fue una consigna propuesta desde el primer día, y de un costo muy alto para los estudiantes. Leer comprometidamente generó un esfuerzo importante por parte de los alumnos y también de las coordinadoras del taller. El compromiso es una actitud hacia la lectura que permite relevar cuestiones de comprensión, variable básica en el proceso de aprendizaje.
En el comienzo de este espacio de la clase, leer no generaba compromiso en la práctica y el resultado era escaso e improductivo para los objetivos propuestos. Por lo tanto, durante el tiempo dedicado al Taller de Lectura, las consignas cobraron insistencia en cuestiones como el reconocimiento de intenciones, estilos, características narrativas, particularidades del texto, aspectos diferenciales y comparativos con otras experiencias lectoras.
Cargar de sentido a los textos periodísticos, así como también la apropiación de los mismos, fue el resultado inesperado de éste Círculo de lectores. A diferencia de otros años la atención no estuvo puesta en diarios y revistas, sin embargo sobre el final del Taller de Lectura, un importante grupo de estudiantes declaró que se acercaban con más frecuencia a éstos textos y decididamente por placer e interés personal. Habían encontrado un “valor” desconocido hasta el momento.
Los alumnos se ven a si mismos como lectores con pocas características importantes. No manifiestan prácticas metódicas (horarios, lugares, etc.), conductas o hábitos que los definan, aunque reconocen y valoran “el despertar lector” motivado por gustos personales pero poco estimulado hasta el momento. Ahora son lectores “prácticos”. Leen lo que les gusta, sin presión y sin un marco diferencial o propio para ésta práctica.
En relación a los textos académicos y obligatorios, es costoso el acercamiento y existe un escaso reconocimiento de valores. La distancia entre lo nuevo y lo conocido es muy amplia, y los alumnos también manifiestan poca voluntad para el acercamiento. Aquí se reconoce un problema muy grave para el recorrido académico. El gusto antes que la necesidad. Este es un tópico para ahondar en el próximo ciclo de trabajo.
Algunos ejemplos
“Yo leo en cualquier lado, a cualquier hora. No soy muy exigente a la hora de leer. “
“Las características que me definen como lectora son que leo generalmente de noche, sola, libros de ficción, no me interesan los de política, economía, etc.”
“Me considero un lector comprometido si el texto me gusta”.
“Mis características personales como lectora son básicamente, la de apertura nuevos autores siempre y cuando vengan tengan una buena crítica por parte de terceros que admiro. No soy rutinaria con la lectura, no leo siempre a la misma hora, ni en la misma posición. Suelo comentar pasajes de lo que leo a personas que pueden disfrutar como yo.”
“Siempre aprovecho cualquier espacio libre para leer. He incorporado el hábito este año, a partir de la facultad.”
A modo de cierre
Tanto el placer por la lectura como la necesidad de leer, se manifiestan en éstos grupos de manera separada y discontinúa, en algunos casos como acciones o variables opuestas.
Si bien se estima que los alumnos lograron un corrimiento positivo e integrador de competencias en las actitudes hacia la lectura, no fueron cambios cognoscitivos sino conductuales. Es decir, modificaron hábitos para el acercamiento comprometido hacia los textos pero, consideramos que el reconocimiento y la comprensión lectora necesitan refuerzos.
Las preguntas que dedicamos a cada alumno-lector en el Taller dirigidas a “consolidar” “anclar” o “recuperar” la información textual y paratextual, son un ejercicio que no fue asimilado e integrado a la práctica por el 70% de los integrantes del grupo; en cada encuentro era necesaria la marca, la pregunta, la insistencia desde el exterior (docente- ayudantes), es decir la guía o coordinador de la lectura. Esta fue una consecuencia que no teníamos prevista, por el contrario, el objetivo original fue comenzar como guías pero a la vez trabajar para generar la posibilidad de que los estudiantes pudieran “tomar el timón”.
Por lo expuesto y analizados entendemos que la propuesta fue interesante y motivadora para los alumnos que no tenían un recorrido comprometido con la lectura, pero es necesario implementar estrategias para potenciar el trabajo individual y personal y que permita incorporar la dinámica de la comprensión lectora desde el momento del abordaje al texto.


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