FICHAJE BIBLIOGRÁFICO
Por Micaela PEREYRA
ETNOMETODOLOGÍA Y EDUCACIÓN – Alain Coulon
ANÁLISIS SOCIOLÓGICO EN LA ESCUELA
La escuela interaccionista inglesa que se desarrolló a partir de los años setenta es la rama del interaccionismo simbólico que más aporta para abordar este trabajo, también sociológico, sobre educación.
Los interaccionistas ingleses se esforzaron en demostrar que “el análisis de una situación escolar requiere considerar previamente el modo en que los participantes la perciben”.
Adoptan la postura de “participar en la observación”, algunos están totalmente “inmersos en el terreno” y otros postulan un “rol más periférico para el investigador”.
Hargreaves se convirtió en profesor de un instituto para comprender el funcionamiento del centro, anuncia que esta posición otorga una ventaja decisiva al investigador: “Permite entrar sin dificultades en la situación social, reduciendo la resistencia de los miembros del grupo, presenta un riesgo menor de perturbación de la situación ‘natural’ y concede al investigador la oportunidad de descubrir por experiencia propia las normas del grupo, sus valores y sus conflictos”.
Peter Woods define la etnometodología en el lenguaje del interaccionismo simbólico, “se trata de descubrir el sentido que los miembros de un grupo social conceden a las situaciones a las que se enfrentan o que contribuyen a construir en su vida cotidiana. En el ámbito educativo, el interaccionismo se encargará de la tarea de mostrar cómo profesores y alumnos ‘definen la situación’.”
“La etnometodología se desmarca del enfoque interaccionista y se ‘radicaliza’ frente a éste, al romper con la actitud natural. Hay que adoptar una mentalidad, dejarse penetrar por la extrañeza de las cosas y los acontecimientos que nos rodean, y substraerse a la fuerza absorbente de la ‘actitud natural’.”
Es decir que el investigador está inmerso en la situación, es parte de la acción, está penetrado por lo que ocurre en la situación, pero esto no es tomado como algo natural, sino que hay que apartar todo esto que ocurrió para poder analizarlo. Es una doble función.
“El objetivo es conseguir que el mundo nos resulte antropológicamente extraño, procurando evitar la amenaza epistemológica que consiste en identificarse plenamente con los miembros. El etnógrafo es un agente doble”.
Aborda los problema educativos invocando cuatro tipos de razones:
teórica (la sociología clásica proyecta descubrir la estructura social que origina los problemas pero no explica el desarrollo de esos procesos, eso busca la etnometodología: desentrañar los procesos del fracaso escolar),
metodológica (se utiliza la observación participativa para acceder directamente a los fenómenos que pretende estudiar, no hay entrevistas, ni cuestionarios, ni tests estadísticos),
práctica (sólo un investigador puede hacer el trabajo, no necesita de equipos),
existencial (los individuos viven en ‘grupos sociales naturales’ y ahí es donde hay que observarlos y comprender cómo organizan su vida en común, la construcción interactiva del orden social y su perpetuación).
“Según Woods, los intereses del enfoque interaccionista en educación se han centrado en las siguientes nociones: el contexto, la perspectiva, la cultura, la estrategia, la negociación y la trayectoria.”
Estas nociones pueden ser utilizadas para realizar una especie de diagnóstico, de descripción de la cultura de la escuela y los modos de relacionarse entre los diferentes actores. Para definir la situación con la que se trabaja, para explicitar los contratos, las reglas y las estipulaciones que impone explícita e implícitamente, la escuela a los profesores y a los alumnos, los profesores a los alumnos y para entender y mostrar la sub-cultura de los alumnos, su manera de ‘medir’ la labor de los diferentes profesores y así planear sus objetivos, qué estrategias planean para conseguir o hacer creer que consiguen ser “alumnos para esta escuela”.
CONTEXTO. Es el marco de nuestras interpretaciones que, tanto en la escuela como fuera de ella, varían en función de las situaciones. Nuestra ‘definición de la situación’ es la que nos proporciona un marco de interpretación de nuestras acciones y de las acciones ajenas. 6
PERSPECTIVAS. Son los elementos que permiten definir la situación. Es un conjunto de ideas y acciones específicas que se activan para resolver un problema.
“Toda organización, cualquiera que sea su finalidad, se construye a partir de la interacción de las personas, de sus ideas, sus voluntades, sus energías, espíritus y objetivos”
“El término perspectiva, según Becker, denota el conjunto de ideas y acciones coordinadas que una persona utiliza para resolver un problema en una situación dada. Designa la forma habitual de pensar y sentir de una persona que se encuentra en esa situación. Nos sólo se designan las ideas y las creencias sino que se han añadido las acciones. Podríamos considerar que las ideas justifican la acción, de tal manera que las acciones nacen de las creencias y las creencias justifican las acciones.”
“Becker dedica una especial atención a las perspectivas compartidas por un grupo. Son las formas de pensar y actuar que los miembros del grupo entienden como naturales y legítimas. Surgen cuando los individuos se enfrentan a los mismo problemas, en situaciones que todos valoran del mismo modo. Tales perspectivas de grupo poseen la validez de las cosas ‘que todo el mundo conoce’ y ‘que todo el mundo hace’.” “La noción de perspectiva no debe ser confundida con las de valor y actitud. Las perspectivas son específicas de una situación, y nacen como respuesta a una ‘presión institucional’. Por el contrario, los valores son generales y abstractos, y aplicables a numerosas situaciones. Además, las perspectivas contienen una ‘definición de la situación’ cosa que no ocurre con los valores.” “En cuanto a la noción de actitud, difiere de la de perspectiva en la medida en que ésta incorpora las acciones, las ideas y la disposición a actuar, sin olvidar el carácter colectivo de las perspectiva frente a la actitud, que entra dentro del orden de lo individual.”
CULTURA. No se refiere únicamente a la ‘cultura de la escuela’, sino también a los diferentes subgrupos culturales presentes en la institución, en los profesores y en los alumnos. Así, hablaremos de una ’cultura de clase’ de los alumnos, de antagonismos culturales y, en su caso, de ‘nueva cultura’, para aquellos alumnos que inician un nuevo ciclo educativo. Estos deberán descubrir qué es lo que rige la vida escolar cotidiana, sus jerarquías y sus prohibiciones.
ESTRATEGIA. Constituye el punto de encuentro entre las obligaciones sociales y las intenciones individuales, y ayuda a alcanzarlos objetivos fijados. La escuela es el lugar de elaboración o ejecución de complejas estrategias que ponen en juego las subculturas sociales y culturales, los ideales y los proyectos profesionales. De este modo, la estrategia de los niños de clase obrera difiere de la que siguen los hijos de la burguesía.
NEGOCIACIÓN. La vida escolar es una negociación permanente entre intereses diferentes, entre relaciones personales conflictivas.
“Waller describe la escuela como una institución en la que los profesores y los alumnos desarrollan conductas rutinarias y ‘definen juntos la situación’, caracterizada por la dominación del profesorado y la subordinación de los alumnos. En la relación pedagógica, se da una gran dosis de distancia y frialdad, que Waller llama etiqueta: ‘es un conjunto de normas y reglamentos que establecen definitivamente los derechos y privilegios de las personas implicadas en la situación. La etiqueta previene la fricción e impide los contactos entre personalidades. La cortesía es un medio para eludir a las personas que no nos gustan.’ El profesor, es el adulto, y también quién impone los deberes, inflige los castigos y representa el orden social establecido de la escuela. En contrapartida, el alumno se vuelca en su propio mundo, y vive el orden escolar como una ‘superestructura feudal’.”
“El concepto de definición de la situación es de una gran importancia opina Waller. Designa un proceso en el que el individuo explora sus posibilidades de acción en una situacióndada. En todas las situaciones los actores deben fijar su conducta en función de los límites que los demás imponen. En la escuela, las definiciones de las situaciones sociales se basan en elementos de orden cultural transmitidos por los adultos. Los conflictos surgen en la escuela desde el momento en que grupos diferentes pueden definir las situaciones de diferentes maneras, e incluso de manera contradictoria.”
TRAYECTORIA. Es, objetivamente, una serie de categorías y funciones claramente definidas, secuencias típicas de trabajo, ejecución, responsabilidad e incluso de aventura; subjetivamente, una trayectoria es la perspectiva móvil desde la cuál el individuo valora su vida como un todo e interpreta el sentido de sus símbolos, sus acciones y de lo que le acontece. Los interaccionistas prestan mayor atención a la trayectoria ‘subjetiva’ del individuo, esto es, a su forma de describirla, así se puede obtener, por un lado, una visión de cómo conciben su propia identidad y, por el otro, de su compromiso institucional.
RELACIÓN PROFESOR – ALUMNO
Explica como algo determinante el primer día de clase, donde se determinan las perspectivas de los alumnos y del profesor, y se revelan abiertamente las negociaciones en el seno de la clase, que más adelante no serán verbalizadas. A pesar de que es una situación que se repite año tras año, los alumnos aprenden en esta situación cuáles son las conductas prohibidas, las toleradas y las permitidas, que varían en función de cada profesor, al que hay que interpretar en cada gesto o palabra, con el fin de obtener información acerca de la conducta a seguir. Los alumnos testean a los profesores. El primer día es una auténtica reyerta, en la que cada uno mide al contrincante: la resistencia y la tolerancia en el profesor, la obediencia y la plasticidad en los alumnos.
“Woods considera que la negociación es la estrategia principal que ponen en práctica profesores y alumnos en el curso de las interacciones. No se trata de una actividad ‘natural’, obedece a una serie de reglas y procedimientos que el alumno debe aprender. Dichas negociaciones tienen casi siempre un carácter implícito. Afectan a las ‘leyes’ generales de comportamiento en el aula, pero sobre todo a la forma en que se evalúa la tarea escolar. Existe un consenso de las reglas de trabajo, es un cuerpo de comprensiones tácitas a partir de las cuales se define el orden social de la clase.” “Bourdieu ya había mostrado cómo los profesores y los alumnos construyen juntos una comprensión tácita de su relación, basada en la ausencia mutua de evaluación de su comunicación, y cuya función consiste en establecer una ‘definición mínima de la situación’.” “El tipo y la cantidad de trabajo que distribuye el profesor, así como sus métodos pedagógicos, son también objeto de una negociación.”
“Se podría considerar que cuando se malogra una negociación, se llega al incumplimiento de la tarea escolar, es un primer paso hacia el fracaso escolar, qué podría explicarse como el fracaso de una negociación en la definición de la situación.”
TEORÍA DEL ETIQUETADO
La teoría del etiquetado no centra su preocupación en la naturaleza psicológica de los actos de desviación, sino que se centra en descifrar quién recibe la etiqueta y por qué. La desviación deja de ser entendida como una cualidad o una característica propia del individuo. Por el contrario, se considera la desviación como el resultado de un conjunto de definiciones institucionales.
Definición de Becker: “El hecho central de la desviación reside en que es la sociedad quien la crea. Con esto no quiero decir, como se suele interpretar, que las causas de la desviación están en la situación social del desviado, y que esos factores sociales son los que le impulsan a actuar. Me refiero a que los grupos sociales crean a los desviados a través de la institución de reglas cuya transgresión constituye la desviación, y de la aplicación de esas reglas a determinados individuos, que les designan como desviados. Desde este punto de vista, la desviación no es la cualidad del acto cometido por alguien, sino, en todo caso, la consecuencia de la aplicación de reglas y sanciones de un ‘ofensor’. El desviado es aquel a quien se le adjudica con éxito esta etiqueta. El comportamiento desviado es el comportamiento designado como tal.” “Dicho de otro modo, un individuo no se desvía por la simple comisión de un acto. La desviación no es inherente al comportamiento.” “Para esta teoría del etiquetado, no existe un consenso que defina claramente qué es la violación de una norma. De hecho, la designación de un individuo como desviado resulta de una gran variedad de contingencias sociales, influidas por aquellos que tienen el poder de imponer esa designación. Es más, muchas personas violan la norma, sin recibir por ello la etiqueta de desviados. El término sólo se aplica a un sector de aquellos que transgreden las normas. La desviación es un dato subjetivo, como subraya Kitsuse en uno de sus trabajos: ‘en la sociedad moderna, la distinción social significativa entre desviados y no desviados depende cada vez en mayor medida de las circunstancias, de la biografía personal y social y de las actividades burocráticas de las agencias de control social’.”
“El desviado es aquél a quien se atrapa, define, aísla, designa y estigmatiza. Una de las ideas más sólidas de la teoría d la designación consiste en pensar que, al designar a ciertas personas como desviados, las fuerzas del control social consiguen confirmarles como tales debido a la estigmatización que va unida a esa designación.”
El etiquetado en la escuela
El fracaso escolar no debe buscarse fuera de la escuela sino dentro de ella.
“Los profesores disponen de varias fuentes de información para evaluar las capacidades académicas de un alumno: tenemos, por un lado, las observaciones directas (notas, comportamiento oral del alumno, conversaciones con el profesor) y, por el otro, la información de segunda mano, que incluye la opinión de otros profesores, los boletines de notas de años anteriores, antecedentes escolares en general, comentarios de la administración, de los consejeros y psicólogos escolares y los datos facilitados por los padres.”
“Factores como el sexo, la raza, la presencia, la forma de vestir, el aspecto físico o las visitas de los padres al colegio son indicadores importantes de la evaluación escolar. Del mismo modo se ha demostrado que los profesores esperan menos de los alumnos procedentes de clases sociales bajas que de los alumnos de clase media, o también que los alumnos limpios y bien vestidos, hijos de ‘buena familia’ según los profesores, tienden a ser sobrestimados en su capacidad escolar real. Así, tampoco debe extrañarnos el hecho de que los profesores basen sus juicios en lo que vagamente perciben durante los primeros días del curso, sin mediar en ello ningún tipo de evaluación formal. Las interacciones entre profesores y alumnos en el aula y las que se producen entre los propios alumnos, unido a la impresión que causa el aspecto físico, son los datos que baraja un profesor para especular acerca de la procedencia social de sus alumnos, y que intervienen en la formación de clasificaciones espontáneas.”
“En el marco del aula, los profesores también configuran modelos de interacción de clase, que constituyen el soporte que autoriza al profesor a adjudicar etiquetas para ‘bautizar’ a los alumnos: éste será ‘brillante’, este otro un ‘lento’, aquel un chico ‘aplicado’, o un ‘cretino’, o un ‘payaso’. La mayoría de las veces el alumnos se amolda progresivamente a la etiqueta que la institución intenta colocarle.”
“Aquí un proceso:
a. El profesor espera de ciertos estudiantes un comportamiento y un rendimiento específicos.
b. La diversidad de expectativas condiciona al profesor a adoptar un comportamiento diferente hacia los diferentes alumnos.
c. El comportamiento del profesor revela a cada alumno el comportamiento y los resultados que se esperan de él, influye en la imagen que tiene de sí mismo, en su motivación y en sus aspiraciones.
d. Si ese comportamiento del profesor es constante, y si el alumno no se resiste de una forma activa o no se produce algún tipo de alteración en su conducta, tenderá a ajustar sus resultados y su comportamiento. Aquéllos de quienes se espera un alto rendimiento alcanzarán niveles elevados, mientras que las producciones de los estudiantes a los que se les concede potencialmente un margen escaso de probabilidades terminan declinando.
e. Con el tiempo, los resultados y las actitudes del alumno irán encajando cada día más con lo que en un principio se esperaba de él.”
METODOLOGÍA ETNOMETODOLÓGICA
“El método propuesto es la etnografía: ‘es el intento de describir la metodología de un grupo, esto es los procedimientos que utilizan los miembros de un grupo para comunicarse de un modo culturalmente razonable’. Analizar los etnométodos significa comprender cómo llegan profesores y alumnos a ‘dar sentido’ a la tarea educativa.”
“El análisis de las condiciones precisas bajo las cuales se desarrolla día a día el proceso educativo se hace indispensable para quienes aspiran a comprender el ascendente de la escuela sobre la vida futura del individuo. Para ser más exactos, los pasos deben ir encaminados a mostrar de qué modo ‘operan en situaciones educativas prácticas’ factores tales como el número de alumnos por clase, los métodos pedagógicos o incluso las dimensiones de las aulas, y a detectar sobre el terreno la influencia de factores tales como la clase social, la raza o la actitud del educador.”
La descripción etnográfica
“Los mecanismos de recogida de datos que utilizan los etnometodólogos en el ámbito de la educación son de una gran diversidad: observación directa en las aulas, observación participativa, entrevistas, estudios de expedientes administrativos y escolares, resultados de los tests, filmaciones de las sesiones de clase.”
“Otro rasgo de la práctica de la etnometodología es la descripción, ya que se propone mostrar los medios a través de los cuales los miembros organizan su vida social en común, la primera tarea de una estrategia de investigación etnometodológica debe consistir en describir lo que hacen los miembros.”
“Según Zimmerman, adoptar la posición de un individuo de la colectividad exige responsabilizarse de sus propias implicaciones en la estrategia de investigación. Adquirir ‘una visión íntima de un determinado mundo social’ supone que hay que compartir con los miembros un lenguaje común con objeto de evitar los errores de interpretación. Captar el punto de vista de los miembros no consiste solamente en escuchar lo que dicen ni en pedir explicaciones de lo que hacen; implica ubicar sus descripciones en el contexto que le es propio y considerarlas como instrucciones de investigación.”
MARCADORES ESCOLARES DE LA COMPETENCIA SOCIAL: LA INTERACCIÓN EN LA CLASE
“Tanto los profesores como los estudiantes establecen los límites de las secuencias de interacción, de los intercambios temáticos, de las fases e incluso de las propias lecciones, introduciendo modificaciones en su comportamiento gestual, paralinguístico o verbal. Estos cambios de comportamiento tiene la función de indicar a los interlocutores en qué estadio se encuentran en cada momento del intercambio. Son los que estructuran la situación de intercambio y colaboran a que cada individuo se oriente en la temporalidad de la clase. Son marcadores o delimitadores de las situaciones.”
“Por ejemplo, cuando un alumno no sabe responder a una pregunta, el profesor modifica la estrategia planteando una nueva pregunta, solicitando la respuesta de otro alumno o bien insistiendo. En este tipo de interacciones, podemos descubrir cierto tipo de comportamientos que revelan las preferencias de clase de los profesores. Consciente o inconscientemente, el profesor puede así favorecer a determinados alumnos en detrimento de otros.” “Si este análisis es correcto, implica que el orden social se origina en las interacciones concretas del aula y en el curso de las actividades concertadas de la vida cotidiana.
Mehan y Parsons consideran en aula como una microcomunidad. Los instrumentos y las aptitudes que los miembros efectivos de esta comunidad deben poner en práctica constituyen lo que podríamos llamar ‘su competencia social’. Competencia que debe ser entendida en un sentido interactivo como ‘la capacidad necesaria para la producción y la interpretación de las conductas y los discursos socialmente pertinentes. De ello se deduce que los valores, las normas y las convenciones se negocian durante la interacción, y no se deciden unilateralmente. Para lograr su propósito en clase, no basta con que los alumnos dominen las materias académicas, tienen que aprender al mismo tiempo la forma adecuada para expresar sus conocimientos académicos. De este modo, la competencia escolar atañe tanto a la forma como al contenido’.”
Comparación con el concepto de afiliación: “Las normas que rigen el funcionamiento de la clase, tales como la toma de la palabra, no son descifrables de entrada, porque no son transferidas a los alumnos de una forma directa, sino que son tácitas. Por lo tanto, los alumnos tiene que ‘deducir del contexto que les informa el modo apropiado de introducirse en la interacción de la clase’. Tiene que ser capaces de descubrir las reglas implícitas que rigen los intercambios: ‘La participación competente en la comunidad de la clase exige que los alumnos sepan interpretar sus reglas implícitas, que instruyen acerca de cuándo, con quién y de qué modo tienen derecho a hablar, y de cuándo, con quién y de qué manera pueden actuar’.”
“Podemos enfocar los fracasos como la consecuencia del malogro de las relaciones entre los profesores y los alumnos.”
Clasificación de los alumnos: ¿por aptitudes o por procedencia social?
“¿Cómo se selecciona y clasifica a los alumnos? ¿Las clasificaciones responden a la aptitud de los alumnos o a su procedencia social?” “La división de los alumnos en grupos de nivel no es imparcial. Depende, en última instancia, no de lo que realmente han producido los alumnos o de las notas obtenidas en los diferentes tests, sino de la clase social a la que pertenecen. En líneas generales, aquellos que están menos necesitados de ayuda son los que reciben más, y los alumnos que necesitarían más asistencia por parte del profesor son los que menos reciben. Tales diferencias de trato se imputan a las restricciones organizativas de la clase.” “Un alumno competente será aquel que sepa llevar a cabo la síntesis entre el contenido académico y las formas de interacción necesarias para el cumplimiento de una tarea. Cualquier separación de la forma y el contenido será interpretada por el profesor como un signo de incompetencia.”
La desigualdad de oportunidades
“Según James Rosenbaum, la igualdad de oportunidades no se mide en función de las estadísticas de abandonos o de resultados escolares, sino que se define en el interior de los centros. Es preciso investigar los motivos de la desigualdad ‘a nivel local, ahí donde los ciudadanos tienen ocasión de observar este fenómeno y contribuir a su erradicación’.”
“El contexto institucional, o dicho de otro modo, los mecanismos ocultos que rigen la dinámica de los centros escolares, es determinante no sólo en el ámbito del aprendizaje, sino también en la vida social del niño. La organización pedagógica responde a los intereses burocráticos de la escuela antes que a los intereses de desarrollo cognitivo de los alumnos. Por ello, las prácticas institucionales de los centros deben ser examinadas minuciosamente, con objeto de esclarecer la importante contribución del equipo educativo a la creación de la desigualdad. El estatus social es el resultado de complejas y continuas interacciones entre la capacidad individual, las primeras relaciones sociales del niño, el capital cultural de la familia y su competencia para transformarlo en conductas escolares operativas.”
AFILIACIÓN INSTITUCIONAL: UN ALUMNO COMPETENTE
“Distinguimos dos tipos de afiliación: la institucional y la intelectual. En ambas operan los mismos procesos de adquisición de la capacidad de manipular lo que denominamos la practicidad de las reglas, esto es las condiciones bajo las cuales es posible transformar las consignas, tanto institucionales como intelectuales, en acciones prácticas. Si la entrada en una nueva institución exige aprender las reglas que permiten moverse en su seno, el trabajo intelectual requiere también aprender a dominar sus condiciones de ejercicio, condiciones ante todo normativas y formales, es decir, prácticas.”
“Uno de los motivos más poderosos del abandono y del fracaso es la incapacidad para detectar, descifrar e incorporar dichos códigos, a los que denominamos marcadores de afiliación.” “En otras palabras, afiliarse significa construirse un hábito de estudiante que le permita a uno ser identificado como tal, unirse al mismo universo social y mental, con las mismas referencias y perspectivas y con la misma manera de categorizar el mundo.” “La afiliación caracteriza a un miembro como alguien que comparte el lenguaje común del grupo al que desea pertenecer. Un alumnos es competente cuando sabe identificar los códigos implícitos del trabajo intelectual, cuando oye lo que no se ha dicho y ve lo que no ha sido indicado, cuando ha interiorizado lo que en un principio parecía externo a él mismo. La afiliación intelectual se habrá producido en el momento en que haya interiorizado esta competencia.”
“Saber manipular la practicidad de las reglas y las consignas escolares significa dominar una práctica y, por lo tanto, comportarse como un alumno competente que es el que práctica las reglas y analiza la distancia entre su práctica y las reglas fundacionales.”