En la misma edición de La Nación de la cual Male rescató los relatos de Mastretta y Pérez Reverte, yo encontré otras historias.
El hombre labura de bloggero sus 6 horas por día y por ahora su eficacia comunicativa se va traduciendo en dólares destinados a la proyección geométrica de la blogosfera. El periodismo en la red ya es noticia dentro del periodismo “de papel” y fiel al estilo de las noticias de papel, al menos por ahora, se describe con cifras, con información cuantificada.
Luego tenemos a los blogviajeros que relatan sus viajes con palabras y con fotos. Pero también lo noticiable se mide con cifras: las consultas sobre los viajes a Cuzco merecen citarse sólo porque son muchas.
Estas noticias que quería compartir con los habitantes de la página me produjeron una asociación: en las dos se menciona directamente o no que el bloggear parece que tiende a integrar varios recursos como la conversa, el correo y la publicación electrónicos, lo cual suena parecido a esto del aula integrada que hablábamos en el congreso de la Educared. ¿Será parecido o viene por otro lado? ¿Qué dicen ustedes?
Aparte de estas asociaciones , me llama a pensar – o más bien a interpelar- lo siguiente: Nosotros nos inclinamos siempre más por valorar la investigación cualitativa en tanto ese método nos encamina a búsquedas que estimamos nos llevarán a sus vez a hallazgos significativos.
También en este sentido escrutamos el valor del weblog que estamos usando. Ahora, parece que, en otras perspectivas el valor de la cifra cuando hablamos de blogs es determinante. No sólo infiero desde estas noticias sino también desde el hecho que la propia página tiene unos índices apoyados en la cifras y no deben estar ahí porque sí. En fin. Sólo estoy pensando en voz alta y por fin me decidí a escribirlo sin estar tan pendiente de publicar una idea terminada de pensar sino como va ocurriendo. Y como va esperando que otras voces acudan a darle forma a estas inquietudes.
Es una bitácora del pensamiento, chico.