El Dr. Carlos Scolari expuso ayer, en una conferencia brindada en la Sede de Gobierno de la UNR, algunas de las hipótesis y conjeturas teóricas que desarrolla en su libro “Hipermediaciones. Elementos para una Teoría de la Comunicación Digital Interactiva”, pronto a ser publicado por la editorial Gedisa.
En su disertación, el investigador de la Universitat de Vic (España), se ocupó especialmente de desplegar las líneas de investigación en las que se encuentra trabajando, dentro del área temática de los medios digitales y las teorías de las redes, campos de vanguardia en la investigación comunicacional.
En este marco describió la labor realizada en su libro como la búsqueda de “buenos interlocutores” en el espacio de las conversaciones científicas. “El quehacer científico es conversacional. Las teorías son conversaciones y los científicos participamos de un quehacer lingüístico permanente, que funciona tanto en ámbitos formales como informales”, explicó Scolari, y agregó que, en ese sentido, es necesario identificar quiénes hablan y cuáles son las formas en que se habla acerca de los nuevos medios.
“De Internet se ha dicho todo y lo contrario de todo, lo importante ahora es qué rescatar, ver qué nos sirve de las viejas teorías de la comunicación, qué podemos aprovechar”, afirmó.
A lo largo de su búsqueda, el científico reconoció y distinguió los discursos originados en diferentes teorías comunicacionales que van desde las hipodérmicas hasta las de mediaciones, con exponentes como Barbero y Canclini, y que encuentran un desarrollo novedoso en la propuesta de las hipermediaciones.
Este último paradigma, impulsado por el Dr. Scolari, se posiciona en el campo de las Ciencias de la Comunicación desde la mirada de lo participativo y de las lógicas colaborativas, y está asociado a nociones como las de “territorios virtuales”, “transformaciones globales” y “glocalización”.
Según el disertante, el concepto de “nuevo medio” no sirve para analizar Internet. “El nuevo medio ya lleva 15 años, y venimos teniendo new media desde la invención de la radio”, sentenció, y reconoció también que, dentro de lo que él propone llamar “Nuevas Ideologías de la Comunicación (NICs)” suelen reciclarse muchos mitos clásicos de la modernidad, como los que afirman que Internet “lo solucionaría todo”.
Desde otra perspectiva, ni apocalíptica “ni hiperintegrada”, una de sus hipótesis de trabajo más importantes sostiene que la experiencia hipertextual ha generado lectores acostumbrados a la interactividad, la reticularidad, la fragmentación y la rapidez de adaptación, sobre todo considerando los veloces cambios de interfaces que los usuarios fueron capaces de asimilar en un tiempo relativamente corto.
Tras la presentación del contenido de su nuevo libro -organizado en tres partes: el saber comunicacional, el hacer comunicacional, y las hipermediaciones, Scolari centró su disertación en el desarrollo de algunas hipótesis sobre la “hipertelevisión”. Para esto comenzó por descartar la idea de “post-televisión” argumentando que el prefijo “post”, a fuerza de uso, se ha vaciado de significado. Mencionó también que algunos estudiosos del tema hablan de “la muerte de la televisión”, pero que él, particularmente, prefiere la idea de hibridación de dispositivos, recuperando quizás el viejo postulado mcluhaniano que sostiene que el contenido de cualquier medio nuevo es siempre un medio anterior. La hipertelevisión simularía, en este caso, las características de Internet que no puede realizar concretamente.
A través de un estudio diacrónico de las series televisivas, Scolari pone en evidencia lo que entiende que son las características principales de la hiperTV: en primer lugar la multiplicidad de programas narrativos, esto es, la aparición de muchos personajes que sostienen tramas muy complejas; y, en consecuencia, la fragmentación de las pantallas, puesto que, para seguir la historia, la superficie se ve obligada a estallar. “En el caso del discurso informativo encontramos un ejemplo en la CNN, que pone al aire varias noticias simultáneas”, ilustró el conferencista, y expresó como conjetura que lo que se manifestaba en la televisión era lo que habíamos aprendido “con las ventanitas del Windows”.
Destacó además, como otra particularidad del medio analizado, la presencia de ritmo acelerado que se evidencia en el montaje veloz de las imágenes y en la proliferación de formatos breves. A esto se suma la intertextualidad, es decir, la presencia de citas de miles de otros textos en el espacio televisivo. “Algunos hablan de metatelevisión, o de canibalismo televisivo. Yo agregaría canibalismo global, canibalismo de todas las formas de expresión. En Argentina, se investigaron casos particulares como “Las Patas de la Mentira”, explicó y señaló, también, que la complejidad narrativa de las series y la posibilidad de una construcción personalizada de la programación son características esenciales de esta nueva televisión.
Asimismo se ocupó de describir las producciones de lo que denominó la “industria hipertelevisiva”, que opera sobre experiencias fragmentadas, como el caso de Matrix que, además de las películas, genera otros contenidos que no repiten la historia narrada en el cine sino que relatan otras acciones protagonizadas por los personajes y que ocurren dentro del universo diseñado por los hermanos Wachowski.
Para finalizar la exposición, el investigador señaló que estamos ante la presencia de un “espectador modelo formado en la experiencia hipertextual”, nativos digitales con nuevas competencias que fuerzan a la hipertelevisión a “cambiar su dispositivo de enunciación”. “La hipertelevisión simula lo que no puede hacer: la interactividad, lo hipertextual”, concluyó Scolari.
Tras el cierre de la exposición, Scolari anticipó que los temas desarrollados en esta conferencia serán trabajados nuevamente en el debate sobre medios masivos del que participará junto a Eliseo Verón, Mario Carlón, José Luis Fernández y Sandra Valdettaro, y que se llevará a cabo el martes 12 de agosto, a las 19 hs., en las instalaciones del Centro de Expresiones Contemporáneas de la ciudad (Sargento Cabral y el río Paraná).