Un posible tema de investigación para indagar en nuestra cátedra.
Más allá de la opinión de los lectores es muy interesante acercarnos a la postura de los escritores y críticos. Para ellos la pregunta del millón: ¿Leyeron los libros?
A continuación se transcribe una opinión. También se recomienda la lectura de Mirada crítica de escritores.
El valor de desarrollar la imaginación
Por Pedro Luis Barcia
En el fenómeno Harry Potter encuentro varios matices positivos.
En primer lugar, reafirma el hábito de lectura en los muchachos, retrayéndolos de la televisión hacia el libro.
En segundo lugar, dada la índole “fantasista” de los relatos, ejercita el desarrollo de la imaginación del lector joven que, apoyado en palabras, elabora las representaciones mentales de personajes, situaciones inauditas, escenarios insólitos, lo que obliga a producir interiormente.
Este es un trabajo estimulante: el muchacho genera en su magia, con su propia materia personal, recuerdos, sueños, pesadillas, las imágenes. De esta forma, se evita la vía impresora, cautivante y limitativa de lo visual que mata la potencia imaginativa.
La autora robustece el sentido de lo secuencial con el desarrollo de una trama, a través de episodios que tienen sus planteos y desenlaces. Esto ayuda o habilita a contar las propias experiencias de vida, en orden narrativo. Dificultad seria de los muchachos de hoy.
Las historias de Harry Potter se sostienen por una urdimbre básica de un conjunto de motivos literarios de la milenaria tradición narrativa oriental y occidental, allegados en materia entretenida que se combinan con variantes, de libro en libro a lo largo de la saga, sobre el esquema esencial de la lucha entre el mal y el bien, con el triunfo final de éste.
Es una forma de ponerse en contacto con una tradición común de la humanidad que el adolescente podrá ir descubriendo en otras obras.
El autor es profesor universitario y presidente de la Academia Argentina de Letras
http://www.lanacion.com.ar/04/02/22/dq_575288.asp