Por Fiorella Bello, Luisina Llano, Lara Pendino y Juan Ignacio Monte*
En la mañana de hoy, tuvimos la suerte de poder hablar con la gran Silvina Tamous: comunicadora social graduada de nuestra Fcpolit, jefa de Redacción de El Ciudadano y dueña de este medio cooperativo. Una mujer que prefiere “no hacer nada, antes que hacer cualquier cosa”. Una maestra de la crónica con una remarcable trayectoria.
Silvina comenzó la charla presentándose y comentándonos cómo unió su interés por la literatura con su profesión, el periodismo. En busca de este balance, encontró la crónica. Como uno de sus referentes nombró al escritor que abrió las puertas de las crónicas latinoamericanas: Rodolfo Walsh, con su obra “Operación masacre”.
Trabaja en “El Ciudadano” desde sus comienzos y, actualmente, se desempeña como jefa de Redacción. A lo largo de su historia, el diario tuvo al mando muchos patrones; pero, desde 2016, se convirtió en un medio cooperativo donde todos son dueños porque, en palabras de Silvina: “No nos quedó otra”. No es fácil, hay que autogestionarse, tener una agenda y pelear por ella.
Como ejemplo de la diferencia entre los diarios tradicionales (con patrones) y los diarios cooperativos como éste, la periodista comentó: “Uno como el nuestro tiene una mujer a cargo de la redacción, un diario como éste puede decidir cómo va a ser su perfil”.
Tamous destacó la apropiación de la tapa del diario como algo importante en su transición a medio cooperativo. Antes, los patrones no dejaban a los periodistas elegir lo que va en la tapa; hoy, la tapa muestra la impronta del diario, es una parte muy importante, una declaración de principios, es lo que piensa el medio, lo que se prioriza.
En “El Ciudadano” tienen muy definido qué es lo que piensa el diario como conjunto, más allá de lo que piensa cada uno de los integrantes. Es un diario con una perspectiva de género importante, sobre la que todos los integrantes fueron capacitados en el tema. Es un diario diversificado, amplio, que se abre “a otras cosas”.
Fueron el primer diario en cubrir fútbol femenino, tienen un suplemento de género, tratan temas de ecología y buscan las fuentes “en la calle”: tienen intereses distintos a los diarios convencionales, a veces son leídos y a veces no, pero eso no les importa.
Con respecto a su lugar como mujer dentro de los medios, contó su experiencia en los comienzos de su camino en la prensa. Históricamente, en las redacciones no había mujeres, las trataban mal, ninguna ocupaba ningún cargo y se lo tenían que bancar. “Me masculinicé mucho para ocupar los cargos que ocupé cuando no debería, me costó ser jefa de Policiales por ser mujer”, dijo. Además, a modo de anécdota, comentó que “conoce a mujeres a las que no dejaban sentarse, las hacían quedarse paradas”, como modo de mostrar que nos las querían en las redacciones.
Cuando en el diario se trabajaba de manera presencial, ante de la pandemia, en un pizarrón anotaban las “machiruleadas” para no dejarlas pasar, se acumulaban cruces y se compensaban pagando con cervezas. Era una forma de detectar los micromachismos y funcionó. Desde el diario buscan una construcción con varones y mujeres.Como opinión personal, dijo que la igualdad va a existir cuando dejen de exigir a las mujeres ser brillantes para ser jefas. “El día que una mujer muy estúpida sea jefa, como lo son todos los hombres estúpidos que ocupan los lugares de jefe desde siempre, habrá igualdad”, sentenció.
Habló sobre la producción de textos digitales y cómo tuvo que adaptarse a esta nueva forma de hacer periodismo. “Cada red social tiene un lenguaje distinto”, acordó. Desde “El Ciudadano” no escriben ni publican lo mismo en la web, en el papel, en Instagram o en Facebook. A pesar de que este medio sea un diario, dijo que “no hay que despegarse de lo audiovisual”. Con respecto a la forma de escribir estos textos, la comunicadora desmitificó el dicho de que para redes sociales o sitios web se necesitan noticias cortas: “Nada es tan infalible como una buena historia, toda buena historia se lee”.
Por último, pero no menos importante, hay que destacar lo tips que nos compartió sobre la producción de sus textos:
– Al momento de escribir, hay que contar una historia y saber dónde nos paramos.
– La edición del texto comienza antes de ser escrito.
– Hay que preguntarse a uno mismo ¿qué querés contar? ¿Qué te conmovió?
– Hay que crear escenas con detalles y contexto.
Nos despedimos de Silvina después de una charla por demás de interesante que duró casi una hora (y ojalá hubiera durado mucho más).
Como cierre, queremos recomendarles a todos los que no pudieron participar que se tomen un ratito para ver el video de esta charla y de todas las anteriores ya que son una gran forma de aprender sobre nuestra futura profesión. Como dijo Marcos, estos encuentros nos ayudan a ver “la cocina del periodismo”.
PD: no se olviden que el próximo viernes recibimos a la séptima invitada, Eugenia Langone. Y el viernes 29 tenemos el último encuentro de este hermoso ciclo de entrevistas a comunicadores productores de texto. ¿El invitado? Diego Rottman.
*Estudiantes de Redacción 1. Comunicación Social, UNR.